Capítulo 7

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Wei WuXian estuvo apunto de apartarse. Pero, para su fortuna, el rostro de Lan WangJi no continuó su avance. Trató de calmarse primero, el voto de silencio no se removería si no estaba dispuesto a mantenerse sin hablar.

Con las muñecas y las piernas sometidas por las cadenas, que ni siquiera le permitían moverse en lo absoluto, se mantuvo mirando a Lan WangJi con cautela. Pero la otra persona permaneció indiferente con aquel atrevimiento de su parte.
Acercándose, Lan Zhan tomó suavemente la mejilla de Wei WuXian para que sus miradas se encontraran. En ese momento, Wei WuXian sintió la elevada temperatura de HanGuang Jun, quemándole la piel con solo aquel ligero contacto.

«Imposible.»

«No, HanGuang Jun se ve calmado, es imposible...»

«Pero entonces... ¿De quién es este olor tan exquisito?»

Wei WuXian no podía creerlo. «Lan WangJi acaso ¿Estás en celo?»

Wei WuXian no se atrevió a preguntar. Concluyó en que esa sería la razón de los sobresalientes caninos y mirada feroz justo frente a él, también especialmente de aquella feromona exquisita quemando su olfato. Si en un caso hipotético, Wei WuXian hubiera nacido como un omega, era más que probable que hubiera caído rendido a sus instintos de inmediato.

Pero este no era el caso.

Lan Wangji se mantuvo acariciando la mejilla de Wei WuXian. Por varios minutos, se mantuvo observándolo, frente contra frente, ambos solo iluminados tenuemente por una sola vela.

No pasó mucho antes de que Wei WuXian no soportara permanecer en esta postura incómoda e intentara mantenerse tranquilo. Alzó su guardia y se preparó para contraatacar cuando tuviera la oportunidad adecuada.

Pero para sorpresa del Alfa, fue el mismo Lan WangJi el que decidió apartarse primero. Ahora de pie, Lan WangJi miró a Wei WuXian fijamente, solo si prestabas atención podría notarse que la respiración de Han GuangJun era desordenada. Ver a Wei Wuxian apresado en la cama, como siempre lo había deseado, estaba comenzando a encenderlo demasiado.

Antes de que Wei WuXian pudiera contar los minutos, sintió que el voto de silencio fue removido.

Inmediatamente Wei WuXian habló.

—¡HanGuang Jun! Si esto es algún tipo de broma, no me parece divertida. ¡Libérame ahora mismo!

Lan Zhan no respondió y solo se mantuvo impasible. Más tarde después en silencio por un momento más, solo murmuró una palabra.

—No.

Wei WuXian tuvo la ligera sospecha de lo que pudo ser la razón de este secuestro. Pero, ¿por qué... ahora?

—¿Esto es algún tipo de venganza contra mí? ¿Crees que haciéndome esto estarás satisfecho? ¡No bromees! Lo que pudimos haber tenido alguna vez quedó en el pasado. Ambos somos Alfas, ¡entiéndelo!

Lan Zhan gruñó, haciendo que Wei WuXian también lo hiciera como medio de contraataque. Ambos se miraron con una clara advertencia.
Lan Zhan apretó los labios. —Nunca lo aceptaré.








[Cinco años atrás]

—¡Alejate! ¡Vete de aquí perro feo!

Jiang Cheng estaba con una mano en la frente, avergonzado por tener que ser de la misma secta que ese idiota.

La mayoría de los discípulos no dejaban de reírse ante la escena, aunque también hubieron algunos más serios que intentaron ahuyentar al perro sin éxito.

Nadie lo sabía, pero en realidad, cuando Lan QiRen se enteró de que Wei Ying le tenía pánico a los perros, dejó de custodia a uno imponente y feroz para evitar que se acercara a la sala de estudio. El pequeño Wei WuXian no se esperó ese recibimiento, así que ni siquiera pudo avanzar hasta la mitad del camino antes de ser atacado.

Cuando el perro parecía estar posicionándose para saltar sobre el pequeño Wei Ying, el niño retrocedió y huyó despavorido hasta perderse en medio de los árboles. Las risas de los discípulos al final fueron castigadas por Lan QiRen. Regla número 3 de la secta GusuLan: No hacer ruidos.





No supo cómo, pero al huir, se vio deambulando en un sendero rocoso que nunca había visto al recorrer la secta GusuLan. Aquel camino, se encontraba rodeado de pastos verdes y varios tipos de flores preciosas, con la refrescante esencia del sándalo. El viento era suave y ligero, sin atreverse a desordenar nada. Se podía incluso escuchar el ulular de las aves en la lejanía, por la refrescante tranquilidad del ambiente.

Ni siquiera era medio día cuando se vio envuelto en un manto de mariposas de tonos diferentes, cada una de ellas desprendía un aroma exquisito que cegó por un momento a Wei WuXian, mientras era guiado por ellas a un sendero escondido. Los ojos del pequeño estaban dilatados y su mirada parecía perdida...

Luego de caminar por un breve momento, pudo divisar las ramas con hojas doradas tras los altos árboles verdes que lo rodeaban todo. Al adentrarse más allá, las mariposas lo abandonaron finalmente y solo entonces pudo observar a un imponente sauce de doradas hojas en medio de un campo verde que se extendía más allá de su campo de visión.

Wei WuXian se quedó contemplando el hermoso paisaje por un momento,  con la boca ligeramente abierta. En lugar de asustarse por como llegó allí miró todo con ojos abiertos.

Tardó en reaccionar. —¡Increíble! —su mirada aún sorprendida—. Definitivamente tengo que mostrarle esto a Jiang Cheng y los demás. ¡Este puede ser nuestro lugar secre...!

—¿Qué hacés aquí?

Wei WuXian se crispó, dio media vuelta y se encontró con un joven que emergió de entre los árboles. Era evidente que era de la Secta GusuLan por aquel uniforme de túnicas blancas y la cinta de la frente.

Aquel joven lo miró con una expresión recelosa. Con una mano sobre la empuñadura de su espada, se podía notar que tras aquellas facciones hermosas había un destello de advertencia.

Wei WuXian tardó en reconocerlo de inmediato. —¿Segundo Maestro Lan?

Lan WangJi lo miró por un momento, pero, continuó con la misma postura.

—Te he preguntado qué haces aquí. El paso a los discípulos extranjeros en este sector de la secta está prohibido. Por favor regresa por donde viniste.

Wei WuXian se rascó la nuca. —¿De verdad? No lo sabía. Es una lástima que desde hoy planeo venir aquí todos los días.

Lan WangJi lo fulminó con la mirada.

—Esta es mi última advertencia: Retírate y no vuelvas a regresar aquí.

Al ver cómo el joven de la secta GusuLan parecía tan serio, Wei WuXian se escongió de hombros y le dio la espalda. Le agradaba molestar a este tipo de personas tan rectas. Además, escuchó que el segundo joven maestro Lan parecía tener su misma edad. ¿Por qué no divertirse un poco?

—Oblígame. —desafió, mirando a Lan WangJi con una sonrisa llena de ironía.

Las hojas de los árboles se agitaron, sin hacer un solo sonido. La silueta de túnicas blancas se había desvanecido cuando Wei WuXian decidió darse media vuelta para seguir curioseando y antes de que pudiera hacer algo para impedirlo ya estaba a una gran distancia de aquel árbol dorado.

Con una expresión sorprendida, miró como Lan Zhan lo llevaba del cuello de su uniforme, volando sobre su espada.

Lan WangJi evitó todo contacto visual. En cambio, Wei WuXian sonrió, aún en su estado estupefacto. De pronto, comenzó a reír, agitándose al mismo tiempo en medio del vuelo.

Lan Zhan no apartó la vista ni por un solo segundo del frente. —. Quédate quieto o te soltaré.

Wei Ying se secó algunas lágrimas por haberse reído tanto. —Hermano Lan, ¡seamos amigos!






Prisionero [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora