Capítulo 47

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Las líneas rojas desprendiendo sangre surcaban por toda la espalda de Lan WangJi. La imagen era tan insoportable de ver que incluso Lan QiRen, conocido por su temperamento firme y severo, estaba al borde de las lágrimas y el colapso, apenas soportando ir a ayudar a su sobrino.

Pero ninguno de los presentes se atrevió a dar un solo paso. El silencio rezumaba, implacable en el amplio espacio de castigo. Un silencio tan aplastante como para escuchar hasta la más suave brizna.

El único que lucía ajeno a la lástima era Jiang Cheng, que cruzados de brazos se mantuvo al margen, mirándolo todo con ojos implacables. Su severa mirada era gélida pero, al mismo tiempo, ocultaba esa gruesa máscara de fortaleza un gran dolor e impotencia.

¿Por qué no aumenté el número de discípulos para buscar a Wei Wuxian?

¿Por qué me mantuve esperando en lugar de ir a buscarlo?

¿Por qué fui tan lejos como para enviarlo a una misión tan peligrosa solo para darle una lección?

Todas esas acusaciones caían una tras otras otras, como un gran peso sobre sus hombros. Trató de mantenerse firme y erguido durante el castigo, pero al mismo tiempo ese pensamiento continuó, logrando que la culpa creciera.

Apretó las manos en puños, culpándose a sí mismo por llegar a esta situación. Al mismo tiempo, miró a Lan WangJi fijamente sin ninguna expresión en su rostro, las lágrimas estaban en los bordes de sus ojos pero Jiang tercamente no cedió a dejarlas ir.

A pesar de lucir una actitud severa, Lan XiChen también continuó culpándose por el desenlace. El dolor que estaba sintiendo por la culpa, no pudo calmarse incluso sabiendo que estaba haciendo lo correcto.

Su deber siempre fue actuar como un líder la secta digno y correcto y por sobretodo, proteger y velar por su hermano.

Sin embargo, ahora terminó castigando al hermano menor que juró proteger.

Su mirada flaqueó solo un segundo pero se obligó a sí mismo a mantenerse firme en sus convicciones.

Madre, padre, lo siento, yo... les fallé, no cumplí mi rol correctamente.

Y para empeorarlo, será la persona que hará que sus sobrinos vivan el mismo dolor que tanto él como Lan WangJi sufrieron cuando solo podían ver a su madre una sola vez al mes.

En ese corto período de tiempo de visita, Lan WangJi se permitía ser aquel niño de su edad entre los brazos de su madre, a pesar de que afirmaba que ella lo molestaba con cada visita.

Pero Lan XiChen sabía que cada mes, su hermano pequeño esperaba con ansias ese corto encuentro con su madre, y que el largo tiempo de espera lo llenaba de dolor. Un dolor que solo mitigaba a través de lecturas, escrituras, constantes estudios y artes marciales.

Se sentía tan culpable. Haría lo mismo.

Después de recibir los mil latigazos, Lan WangJi ni siquiera podía levantarse del suelo. Se sostenía a sí mismo apoyándose del antebrazo, su cuerpo le pesaba tanto que sus brazos temblaban por la presión.

Su aspecto era desordenado y el sudor frío bañaba todo su cuerpo. Debido a los mil azotes respiraba con dificultad. El dolor era tan insoportable, especialmente después de sintir a su carne desprenderse, revelando incluso huesos en el proceso.

De entre sus labios se derramaba gran cantidad de sangre e incluso se formó un pequeño charco de sangre en el suelo.

La imagen era tan grotesca que incluso para los ancianos fue difícil de ver. Incluso Lan QiRen flaqueó pero se mantuvo firme hasta final... si revelaba tan solo un indicio de duda, esta situación y la muerte de Wei Wuxian...

Prisionero [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora