Prisionero [Omegaverse]

Capítulo 25

Wei Wuxian abrió los ojos y apretó las manos, impotente. Quiso intentar sentarse en la cama pero ese solo esfuerzo le resultó difícil de soportar. El peso extra en su vientre, de algún manera podía sentirse incluso más grande.

Había cumplido 4 meses.

En este período de tiempo el embarazo comenzó a debilitarlo, la fiebre había desaparecido en su totalidad pero su cuerpo se tornó cada vez más difícil de mover, con señales notorias como el hecho de que su vientre estaba creciendo demasiado.

Wei Wuxian aún no podía creer lo que estaba ocurriendo. Los cambios en los primeros meses fueron un caos pero los siguientes eran incluso peor que una tortura.

No lo soportaba.

Quería huir cuánto antes...

La puerta se abrió sacándolo de sus pensamientos. Un tímido Wen Yuan lo miró desde allí.

—¿Puedo pasar? —preguntó con timidez.

Wei Wuxian asintió y el niño entonces entró a la alcoba dejando la puerta abierta.

—¿Podemos ir al arroyo? Ese día fue...

Wei WuXian negó—: Será en otra ocasión. Hoy no es un buen momento, Ah-Yuan.

—Eso me dijo desde la última vez. ¿De verdad no es posible? —cuestionó con timidez—. El joven maestro Lan ahora ha ido al pueblo. Podemos ir.

Una chispa de esperanza creció en Wei WuXian de nuevo. Si no lo recordaba mal, Lan WangJi había salido hace un mes también...

Llevar a A-Yuan consigo solo pondría la situación aún más difícil y Lan WangJi ya lo marcado también, sabría donde estuviera no importa lo mucho que corriera y, en su estado actual, no sería lejos antes de ser atrapado como la última vez.

Miró a A-Yuan mientras trataba de sentarse pero tan pronto se movió un poco un remolino de dolor comenzó a aparecer en su espalda. Pronto Wen Yuan lo ayudó a sentarse con más comodidad, con la preocupación en su expresión—: Con cuidado, déjeme ayudarle.

Wei Wuxian incluso estaba sorprendido. ¿El vientre le había crecido tanto?

—Joven maestro Wei... Su vientre ha crecido demasiado.

Wei Wuxian miró a A-Yuan, que parecía muy preocupado también, así que esbozó una sonrisa para reconfortarlo—: Pero no lo suficiente como para que no pueda caminar. Dijiste que querías ir al lago.

—¿Recuerda el camino, joven maestro Wei? —preguntó el niño con emoción.

—Sí. Lo recuerdo bien. Solo dame un momento.

Con dificultad, Wei Wuxian se puso de pie. Si comparaba el tamaño de su vientre con el de Jiang Cheng, probablemente sería de un tamaño mayor a de cuando tenía seis meses.

La última vez que lo vio.

Wei Wuxian dejó de lado ese pensamiento y tomó a A-Yuan de la mano. De ese modo, ambos salieron, olvidándose de cerrar la puerta.

Wen Yuan siguió a Wei WuXian con una genuina confianza. El templo en el que vivían ahora estaba rodeado de un frondoso bosque, quizás mucho más grande que el anterior. Wei Wuxian no pensó en nada más que escapar así que solo se adentró en medio de los árboles mientras poco después, una capa de nubes negras tomó cada recoveco del cielo.

Wen Yuan miró alrededor mientras se adentraban aún más—: ¿No habíamos pasado ese árbol antes? —Él árbol del que hablaban era un tronco roto, partido por la mitad, en el suelo—. Además parece que va a llover. Creo que deberíamos regresar.