Prisionero [Omegaverse]

Capítulo 49

—Si te atreves a decir ese nombre de nuevo. Haré que esto —Xiao XingChen sintió como el pene de Xue Yang comenzó a acercarse a su entrada—... se entierre dentro de ti hasta llegar a tu útero y quedes en cinta de nuevo.

Xiao XingChen miró a este "Xun Lao" sin poder reconocerlo.

Xue Yang lo miró con seriedad en su lugar. —Omega, dime, ¿cuál es mi nombre?

Xiao XingChen palideceó bajo aquella abrasadora mirada pero se negó a abrir la boca. Su cuerpo aún se sentía entumecido mientras la punta del miembro de Xue Yang rozó su entrada, asegurándole de que la amenaza con embarazarle en caso de que no respondiera fuera cierta.

—¡Contesta a mi pregunta! —gritó con rabia Xue Yang, sus ojos se volvieron rojos por el enojo—. ¿Me vas a obligar a hacerte responder? 

Con ese pensamiento, Xiao XingChen sintió demasiado miedo. Si se embarazara de nuevo, ¿qué posibilidad habría de escapar esta vez? Había sido claro: después de que el invierno terminara él se marcharía con sus hijos. Para que ese tiempo llegara, aun quedaba poco más de un mes. ¿Quién le aseguraba que estaría a salvo durante ese período de tiempo con su alfa enlazado?

Además, XingLi era demasiado pequeña... y probablemente también su propio celo incluso estaba cerca. Xiao XingChen se sentía en una encrucijada, ¿qué otra opción le quedaba?

—Eres... eres Xun Lao —susurró, mientras sentía una familiar opresión en el pecho por estar mintiendo—. Eres Xun Lao... eres Xun Lao.

Xue Yang metió la cabeza de su pene intencionalmente en la entrada húmeda de Xiao XingChen, rozándola un poco. Sus ojos se mantuvieron abiertos y rojos sin despegar la vista de Xiao XingChen. Poco a poco incluso sus colmillos comenzaron a crecer, otorgándole un aura imponente.

—¿Y quién es Xun Lao? ¿Qué lazos tienes con él?

Xiao XingChen farfulló por el miedo pero se obligó a responder. —Eres Xun Lao...eres... eres tú. Eres mi esposo. Eres mi esposo. —continuó repitiéndolo varias veces, mientras una lágrima se le escapaba de los ojos.

Con esa respuesta, el rostro de Xue Yang se volvió sombrío.

—Así es, Omega. Esa es la respuesta correcta.

De la nada, Xue Yang abrazó a Xiao XingChen suavemente. En ese momento, Xiao XingChen abrió los ojos cuando la dureza de Xue Yang comenzó a enterrarse en su interior.

—¡Xun Lao, qué estás...!

Xue Yang le cubrió la boca con la mano y lo miró con una expresión desenfrenada. Solo en ese momento Xiao XingChen pudo ver que Xue Yang no estaba siendo racional, estaba perdiendo los sentidos.

¡Estaba siendo dominado por su alfa!

Xue Yang no le dio tiempo de siquiera contraatacar, antes de que Xiao XingChen siquiera tuviera la fuerza mínima para empujarlo ya comenzó a moverse dentro de él con desenfreno.

—Eres un omega desobediente.

Xue Yang mordió con fuerza el hombro blanco de Xiao XingChen, hasta el punto de tener sangre en los dientes. Xiao XingChen lo miró con horror. Su rostro se volvió pálido por el miedo y la increíble necesidad de escapar. Sin embargo, el aura alfa emanada por Xue Yang lo presionaba en la cama sin darle oportunidad de pensar en huir. Xiao XingChen hizo todo lo posible por refrenarlo, pero Xue Yang no dejó de enterrarse en él una y otra vez; aquella enorme dureza estaba tan mojada por la cantidad de fluidos derramados mientras se aseguraba de tenerlo dominado bajo su cuerpo como si fuera un animal macho obligando a la hembra a engendrar a sus descendientes.