Prisionero [Omegaverse]

Capítulo 52.

—Mo XuanYu, ¡Mo XuanYu!

Su Ming se acercó de prisa y rápidamente se arrodilló junto a Mo XuanYu mientras trataba de despertarlo. Los bebés rápidamente dejaron de dormir y comenzaron a llorar también.

—Mo XuanYu, ¿Por qué hiciste esto? Por favor despierta.

—¡Por favor despierta!

La cara de Su Ming estaba llena de lágrimas, Mo XuanYu era lo único que le quedaba. No podía perderlo, no podría soportarlo.

Por el escándalo, un discípulo que estaba cerca custodiando la pequeña casa, se acercó a ver en qué podía ayudar. Mirando la situación y como Su Ming parecía tan desesperado tratando de que Mo XuanYu reaccione rápidamente fue a buscar un médico.

El médico no demoró en llegar. Mo XuanYu pronto fue llevado a la cama con ayuda de dos discípulos, quienes fueron cuidadosos al moverlo.

—Mo XuanYu, Mo XuanYu por favor despierta...

Su Ming no dejaba de susurrar, asustado y con el corazón latiendo rápido. Miró la sangre en el piso y los vidrios alrededor. Se sintió demasiado culpable por ser tan descuidado. Nunca esperó que ocurriera semejante escena. Estaba demasiado asustado. Su cuerpo no dejaba de temblar y el médico estaba tan serio mientras revisaba las heridas de Mo XuanYu.

Cuando el médico finalmente trató las heridas, Su Ming estaba pálido y con los ojos tan rojos por las largas horas de llanto. En algún momento, una discípula y otro discípulo se habían encargado de calmar a los bebés sin que él se diera cuenta y también una sirvienta limpió la sangre en el suelo y recogió los vidrios.

El doctor se secó el sudor de la frente al terminar de vendar los brazos. Suspiró y fue franco con Su Ming, quién había estado esperándolo todo este tiempo. —Las heridas son profundas y ha perdido mucha sangre. Pero ahora ya he detenido la hemorragia y está bien. Tendrá algo de fiebre ahora así que lo seguiré cuidando. Veremos cómo sigue mañana.

Le recetó varias medicinas a la cocinera para que pudiera prepararlas cuanto antes.

El doctor volvió a dirigirse a Su Ming. —Por ahora es mejor que vaya a descansar. Me haré cargo completamente.

Su Ming negó de inmediato.  —Por favor déjeme quedarme. No lo molestaré. Por favor.

Al ver la mirada suplicante del omega, el doctor no pudo negarse así que asintió.
—Por ahora solo queda esperar a ver cómo reacciona una vez que tome la medicina.

—Gracias, ¡Muchas gracias!

Al día siguiente Mo XuanYu finalmente dejó de tener fiebre y el médico se despidió dejando en claro que lo llamaran apenas Mo XuanYu abriera los ojos. Su Ming aún no se sentía aliviado, y estuvo junto a Mo XuanYu en todo este tiempo, cuidándolo como estaba acostumbrado a hacer siempre.

Más tarde, Lan XiChen se enteró de lo que sucedió y vino personalmente a ver cómo se encontraba la situación.

—Buenos días Su Ming, ¿Puedo pasar?

Su Ming inmediatamente fue a abrir la puerta y se inclinó respetuosamente. —Líder de secta, buenos días.

Lan XiChen miró el estado de Su Ming y comprobó entonces que la situación parecía ser grave. —Escuché del médico de la secta, que Mo XuanYu sufrió un accidente ayer, ¿Cómo sigue? No he podido venir antes debido a que acabo de enterarme.

—Líder de la secta, A-Yu se encuentra mejor ahora. Ya está fuera de peligro. Le pido disculpas por haberlo molestado.

Su Ming en ese momento incluso olvidó por completo la enorme responsabilidad de cuidar a los pequeños Lan y A-Yuan. ¡Su concentración fue puesta totalmente en Mo XuanYu! Se preguntó si quizás esa era la razón por la que el líder de la secta vendría personalmente a verlo...