Capítulo 61.

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Lan XiChen se marchó de Yunmeng ese mismo día, con muchos pensamientos confusos pero con la clara garantía de que su matrimonio no estaba pendiendo de un hilo como antes.

Subió a su espada y el primer lugar que pensó visitar no fue Gusu Lan sino la secta Lanling Jin donde estaban sus hijos. Después de todo, había pasado alrededor de seis días desde que Jiang Cheng los dejó bajo el cargo de su hermana.

Demoró alrededor de 5 horas en llegar frente a la imponente secta. En la entrada, dos discípulos custodiaban la entrada.

Lan XiChen los saludó y les contó el motivo de su visita. Aunque los discípulos lo reconocieron, siguieron el protocolo y comunicaron a sus superiores antes de permitirle el paso.

Diez minutos más tarde, un discípulo mayor se acercó a él y ambos intercambiaron saludos. El discípulo le pidió que lo siguiera.

XiChen fue directamente a la oficina de Jiang YanLi sin más paradas en el camino y el discípulo lo anunció.

—Líder de secta, el líder de la secta Lan pide una audiencia. —habló un discípulo.

—Permítele pasar. —contestó desde adentro Jiang YanLi.

Lan XiChen entró a la oficina, y se sorprendió por el desorden en el lugar: Jiang YanLi estaba en medio de varios pergaminos, con el cabello ligeramente despeinado y ojeras bajo sus ojos. Junto a ella, estaban tres hombres de mediana edad que la asesoraban con sus tareas y que lucían igual de agotados.

Lan XiChen no pudo evitar preocuparse. Después de todo, habían pasado varias semanas sin que nadie atendiera los asuntos de la secta Lanling Jin y con una líder novata la situación no era la mejor. La mirada llena de fatiga de la alfa era la prueba de ello.

Sin embargo, a pesar de todo, Jiang YanLi esbozó una sonrisa gentil y lo apresuró a acercarse. 
—Cuñado pasa, pasa.

—Líder de la secta Jin. —Lan XiChen la saludó formalmente. 

Jiang YanLi se puso de pie y le devolvió el saludo, finalmente actuando de acuerdo a su posición. —Líder de la secta Lan.

—Lamento no haberme presentado en su nombramiento. Felicitaciones por ser elegida como líder.

Jiang YanLi sonrió suavemente. —Muchas gracias pero cuñado, no hay necesidad de ser tan formales. Somos familia desde hace tantos años. En realidad la que debe disculparse soy yo, lamento el desorden...

Lan XiChen —No te preocupes cuñada. Más bien, ¿cómo has estado? ¿cómo han estado los jóvenes maestros?

—La situación ha mejorado. —Jiang YanLi lucía convencida de sus propias palabras—. Aunque tengo mucho trabajo, como podrás ver.

Jiang YanLi apuntó a la gigantesca pila de papeles y a sus cansados maestros.

Lan XiChen la comprendió perfectamente. —Será duro al principio pero puedo ver qué tienes la capacidad para tomar el control. Además, la suerte de tener oficiales leales y confiables que te ayudan a manejar la situación. 

Lan XiChen saludó a estos hombres y estos hombres le devolvieron el saludo con mucho respeto.

—El líder de la secta Lan tiene toda la razón. —Jiang YanLi asintió—. Cuñado, asumo que vienes a llevarte a mis sobrinos. ¿Quieres ir a verlos primero?

—Se lo agradecería.

—Oficiales, continuemos mañana temprano, tengo un invitado que atender. Pueden descansar.

Lan XiChen iba a objetar pero Jiang Yan Li lo detuvo con un ademán de las manos.

Los oficiales respondieron. —Sí, líder de la secta.

Prisionero [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora