Capítulo 34

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Temprano a la mañana siguiente, Nie Huaisang se presentó a la habitación de Wen Ning. El omega estaba sentado en la cama, mirando algo a la distancia. Tenía grandes ojeras bajo los ojos, signo de que no había descansado adecuadamente.

Nie HuaiSang suspiró en silencio, y se acercó a Wen Ning, desdibujando los detalles del perfil claro de su piel.
Mirándolo al alcance, no pudo evitar recordar lo que había hecho la noche anterior: Lo había besado y le había propuesto matrimonio en la primera oportunidad.

Notando que alguien lo observaba, Wen Ning giró la cabeza despacio, encontrándose con la silueta de Nie HuaiSang frente a la puerta cerrada. Ambos se miraron por un momento en el silencio, antes de que el omega evitara aquellos ojos tímidamente.

El cansancio que envolvía a Wen Ning pareció haberse atenuado, el olor fragante de comida recién hecha también llamó su atención.

—Buenos días.

Wen Ning asintió al saludo, a sabiendas de que, si hablaba, probablemente volvería a tartamudear. Se sobó los párpados por la irritación de no haber descansado lo suficiente y Nie HuaiSang volvió a suspirar antes de colocar la bandeja sobre las piernas del omega. Wen Ning miró los tres platos exquisitos y una taza de té a un lado de ellos con pesar.

En realidad no tenía hambre en lo absoluto.

—Son comidas saludables. Debes comerlas todas, algunos alimentos son buenos para mejorar el cultivo.

—No tu...tuviste que haber...haberte molestado.

—No es molestia.

A sabiendas de que no tenía opción, comenzó a comer los platillos despacios, notando la mirada de Nie HuaiSang sobre él.

El alfa al verlo desayunar, se sentó en la butaca, que estaba a un lado de la cama, para evitar incomodar al omega. Quería ser lo más cuidadoso posible para no asustarlo luego de la confesión tan repentina de la última vez.

—¿Cómo te encuentras? —Nie HuaiSang le entregó un pañuelo, notando la salsa de la comida en la comisura de la boca del omega. Había preparado dos plato bastantes livianos, con muchas verduras y salsa. Además de la taza de té.

Wen Ning se sonrojó al darse cuenta de lo maleducado que estaba siendo y aceptó el pañuelo para limpiarse.

—No te sientas avergonzado. Es solo un poco de salsa.

—Pe...Pero...

—De verdad. No me molesta.

Wen Ning miró la bandeja y luego lo miró a él. Ese incómodo silencio de nuevo.

Recordando que el alfa le había hecho una pregunta, le respondió, trató de verse calmado. —Estoy bien... ¿y tú?

Nie HuaiSang lo miró por un momento. Creyó que había evitado responderle. Se sintió aliviado al darse cuenta de que estaba equivocado.

—Muy bien. Continúa comiendo, si tienes hambre no dudes en decirlo, te traeré más comida.

Wen Ning asintió y comenzó a comer lentamente. Nie HuaiSang lo miró por un momento pero después solo se levantó y miró por la ventana. Era bastante temprano pero las personas comenzaban a trabajar. El mercado cercano a la posada estaba lleno de personas a pesar de que había claros signos de lluvia.

Entre tanto Wen Ning miró al alfa de reojo, algo incómodo con su presencia pero nuo pudo hacer más que comer en silencio.

Recordó como Wei WuXian los había presentado cuando eran adolescentes. Cuando él comenzó a hablarle sobre algunas leyendas antiguas de líderes de la secta Nie.

Prisionero [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora