Capítulo 40

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La ventana de la alcoba estaba abierta. Las cortinas de gasa se balanceaban con calma, permitiendo alumbrar nítidamente la habitación.
Jin GuangYao despertó poco a poco y se sentó en la cama con algo de dificultad. Aún era temprano, pero la sensación dolorosa en su cuerpo le impidió ceder al sueño a pesar de que necesitaba dormir un poco más.

Con una mirada cansada miró finalmente dónde estaba y solo entonces reconoció que había despertado en su propia habitación.
Se masajeó la frente tratando de recordar cómo llegó a la secta Lanling Jin. Frunció el ceño cuando el dolor comenzó a propagarse en todo su cuerpo, especialmente en ese lugar que había estado tan ocupado, como si filosas navajas se aseguraran de perforar desde adentro.

Cuando intentó mover la cabeza, notó como solo por ese ligero movimiento, una ráfaga de dolor punzante era enviada en su nuca.

Con las manos temblando llevó la mano hasta su nuca y se quedó helado por un momento. Sus ojos se abrieron ligeramente.

Recordó haber ido al burdel, también haber dormido con esos omegas y después...
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Trató de recordar durante bastante tiempo, poco a poco algunos retazos de lo que había sucedido fueron revelándose en su aturdimiento.
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Su mirada se volvió sombría, irradiando un gran resentimiento. La silueta de alguien llegó a su mente:
Chifeng-Zun

Apretó las manos, sus nudillos incluso se volvieron pálidos. Finalmente todo los recuerdos fragmentados comenzaron a formarse.

Después de recordarlo todo, no pudo evitar aumentar el deseo de querer matar a ese bastardo.

Había estado tan cerca.

Había encontrado la mejor opción para deshacerse del bebé que esperaba, de evitar que todo se volviera problemático pero nada había resultado como lo imaginaba.

—Esa bestia estúpida. ¿Así que en realidad siempre lo supo?

Sintió ganas de reír, ¿pero de qué serviría hacerlo a esas alturas?

Que Nie MingJue fingiera o no saber lo que ocurría no sería un problema. Al final, llegaría a la misma situación: deshacerse del feto.

Bajó la mano y la colocó a un lado. Suspiró, continuaba perdiendo tiempo y no podía permitirse relajarse. Haría cualquier cosa para ser el mismo.

Quería volver a ser un alfa. Solo ese era su objetivo.

Desde la cama ordenó a un sirviente que entrara y le diera un informe detallado de cómo había llegado a la secta.

El sirviente parecía algo confundido por las preguntas, pero aún así contestó con un semblante sumiso: —Respondiendo al Joven maestro, fue este sirviente el que personalmente lo trajo a la secta bajo sus órdenes.

Jin GuangYao miró fríamente a este sirviente, notó que no parecía mentir.
Pero escuchar esa respuesta tan simple solo lo hizo sentir aún más sospechoso. ¿Quién además de Nie MingJue tendría la posibilidad de enviar por un sirviente personal de su secta?

Trató de calmarse y ocultar su propia expresión y respondió poco después: — ¿Algo más que deba saber?

—Respodiendo al joven maestro: el líder de secta informó que lo encontrara en su habitación, necesita discutir un asunto importante.

¿Jin ZiXuan?

Jin GuangYao era el actual líder de la secta Lanling Jin, pero ese hecho todos sabían que era de manera temporal hasta que Jin ZiXuan se recuperara y pudiera desempeñar el rol que le corresponde.

Pero, ¿cómo podría Jin GuangYao permitir que alguien más le arrebatara el puesto por el que tanto había luchado?

Jin GuangYao apenas pudo contener su expresión. Se dirigió al sirviente: —Confirma mi asistencia en una hora. Puedes ir...

Prisionero [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora