Capítulo 2

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Wei WuXian miró a los alrededores, paseándose despreocupadamente por los jardines, luego del toque de queda. Se dirigía al templo especial para meditación de omegas no casados; si no lo había escuchado mal, Wen Ning tendría su ciclo de celo justo antes del amanecer. Le agradaba la idea bromear un poco con él.

A pesar de que ambos estaban comprometidos, Wen Ning rechazó cada una de sus insinuaciones sin vacilación, no importó que métodos utilizara; precisamente, JiangCheng los mantenía separados para evitar algún acercamiento entre ellos antes del matrimonio. Y Wen Ning era, a diferencia de Wei WuXian, el único que respetaba esa decisión.

Una vez que Wei WuXian encontró un buen árbol, se trepó en él con calma y esperó el momento indicado para moverse.

Después de esperar por más de una hora, estuvo apunto de quedarse dormido cuando escuchó la agitada respiración de alguien en la lejanía. Como lo esperaba, más tarde llegó Wen Ning, quien era llevado por un par de omegas al templo para que meditara. Wei WuXian esbozó  una sonrisa divertida al ver al sonrojado omega de esa forma y pensó que si en esta ocasión era más insistente, podría lograr su cometido.

Wen Ning dio una reverencia a las mujeres que lo trajeron y estas asintieron como agradecimiento. Cuando estuvo solo, Wei WuXian bajó del árbol. En el momento en que Wen Ning estuvo por entrar al templo, Wei WuXian se acercó por detrás y lo tomó de la cintura. El pobre omega de milagro contuvo un grito por aquel repentino movimiento.

—Jo...Joven Maestro Wei. —tartamudeó Wen Ning, quedándose helado al verlo.

—Wen Ning, te ves bien. —Wei WuXian se acercó calmadamente.

—De... debo ir a me...meditar, estoy en celo y no...no es momento para... sus bromas.

Wei WuXian lo ignoró y se apretó aún más a él. Comenzó a oler el tentador aroma que desprendía, sintiendo como sus encías comenzaban a crecer poco a poco. Era evidente que Wei WuXian estaba impaciente por tomar al omega, por abrazarlo, por hacerlo suyo, llegando al punto de incluso no reconocerse a sí mismo.

Wei WuXian lo abrazó con más fuerza. Intencionalmente, rozó los labios en el cuello de Wen Ning provocando que las feromonas se volvieron más intensas. Wen Ning se contrajo con la caricia pero intentó no dejarse llevar.

Mientras trataba de alejarse, Wei WuXian lo miró fijamente.
—¿No es mejor solucionarlo de esta manera? —susurró en su oído, de manera juguetona—. Estamos comprometidos después de todo, tarde o temprano lo tendremos que hacer.

Wen Ning negó con la cabeza de inmediato.

—N...No haga ese tipo de sugerencias, joven maestro. P...Podríamos ser castigados. Intente con...controlarse.

—Wen Ning, ¿Cuándo dejarás de llamarme de esa forma?

Wei WuXian se mantuvo esperando la respuesta, sin dejar de mirar el sonrojado rostro del omega. Notó como una línea de sudor viajaba desde el cuello del omega hasta perderse en su pecho. El delicioso aroma comenzó a cegarlo.

—Wen Ning, yo...

Wen Ning notó que Wei WuXian estaba apunto de perder el control, planeó persuadirlo una vez más pero antes de que pudiera decir algo, fue besado y sometido contra la entrada del templo. Wei Wuxian no pudo reprimirse por más tiempo, rasgó la túnica exterior de Wen Ning y la lanzó hacia algún lado, acariciándolo sin ningún tipo de restricción.

Wen Ning le suplicó que se detuviera, que alguien podría encontrarlos y delatarlos, pero Wei WuXian ignoró esa advertencia por completo. Estaba cegado por el instinto.

Wen Ning soltó un quejido de dolor cuando algo entró en él. Tembló e intentó apartar al alfa. En cambio Wei WuXian continuó tanteando la entrada de su omega con uno de sus dedos, sacándolo y metiéndolo repetidas veces buscando hacer que Wen Ning cayera por el deseo. Era la primera vez del omega después de todo, así que intentó darle todo el placer que pudiera antes de entrar en él.

Wen Ning jadeó cuando sintió la lengua de Wei WuXian en uno de sus pezones erectos.

—No. No. P...Por favor no sigas. Jo...Joven Maestro reaccione, podríamos ser...expulsados si continúa.

Wei WuXian se detuvo y observó a Wen Ning. De repente se vio acariciando el rostro del omega con gentileza—: Nada de eso ocurrirá. Confía en mí.

Wen Ning estuvo a punto de continuar insistiendo. Pero, antes de que pudiera decir una sola palabra, Wei WuXian fue alejado al otro extremo por Zidian, estrellándose con fuerza contra una de las paredes.

Wei WuXian—: ¡Eso duele!

Jiang Cheng lo asesinó con la mirada—: ¡No conoces la vergüenza!

El líder de la Secta se acercó a Wen Ning y le ofreció su túnica exterior, el omega lo tomó de inmediato y cubrió su desnudez con timidez.

Rápidamente se apresuró a defender a Wei WuXian.
—Se lo suplico Líder de secta, n...no lo castigue. T...Todo fue mi culpa.

Jiang Cheng no respondió, solo dio un suspiro antes de poner una mano en su frente, esta situación se le hizo difícil de digerir.

Rápidamente solo pudo pensar en una cosa. Se dirigió a Wen Ning. —: Ve al templo de inmediato. Y no salgas de ahí hasta que tu período de celo termine.

Wen Ning asintió, quiso acercarse a Wei WuXian y pedirle disculpas por haberle metido en problemas, pero al final no se atrevió a hacerlo.

Cuando Jiang Cheng y Wei WuXian finalmente se quedaron solos, Jiang Cheng lo ayudó a levantarse pero de inmediato lo empujó en una de las paredes. Aquella barriga de seis meses de embarazo no le impedía para nada intimidar al alfa.

—Regla número 4 de la secta YummenGJiang: Se prohibe la copulación entre las parejas que no estén casadas. Y creo saber que tu matrimonio no será hasta el próximo mes, ¿¿Entonces por qué haces esto??

Wei WuXian suspiró de mala gana. Sin saber qué responder, se encogió de hombros como si nada de lo que hizo tuviera la más mínima importancia.

—Wei WuXian, ni tú te salvarás de ser expulsado si te atreves a quebrantar esa regla. Te lo estoy advirtiendo —y diciendo eso, llamó a los discípulos que le acompañaban—. Custodienlo hasta su habitación, y asegúrense de que no salga hasta que Wen Ning termine con su período de celo.
Finalmente Jiang Cheng se marchó.




Más allá, una silueta había observado todo lo ocurrido desde la lejanía de un alto árbol. Y cuando un par de hojas revolotearon por la fuerza del viento a su alrededor, se desvaneció junto con ellas, como si jamás hubiera estado allí.

Prisionero [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora