Capítulo 38

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Solo una linterna iluminaba la silueta solitaria en la habitación. Mo XuanYu comía animadamente la sopa de verduras que el maestro Su le había traído anteriormente.  Estaba cubierto de rubor como acostumbraba, masticando y tragando, todo al mismo tiempo. Su boca estaba totalmente manchada con el aderezo de la salsa, haciéndolo verse incluso más adorable.

Normalmente, pasaba los días solo por su cuenta, pero últimamente el tiempo que pasaba a solas fue reduciéndose poco a poco. El maestro Su lo visitaba continuamente y se aseguraba de cuidarlo y alimentarlo, como un bebé recién nacido.

El pequeño omega no tenía noción de ese cambio, mientras pudiera continuar jugando no le importaba.

Rompiendo el silencio, la puerta fue tocada y el maestro Su entró con un barril, lo suficiente grande como para que una persona sentada entrara.
Mo XuanYu estaba inmerso en la comida y no prestó atención a las acciones de su cuidador, que iba llenando cubeta tras cubeta con agua tibia para bañarlo.

El maestro Su esperó pacientemente a que el niño de catorce años terminara de comer y solo después de que acabó de hacerlo se acercó, dando un largo suspiro al ver el desastre que provocó de nuevo.

—No de nuevo...

El maestro Su se acarició el entrecejo, intentando sopesar la frustración. No podía molestarse por más que quisiera, pero cuidar a Mo XuanYu era algo bastante estresante. Él apenas había limpiado esa misma mañana y de alguna forma el estado del lugar empeoró.

Suspiró de nuevo mientras mojaba un paño dentro de una cubeta. La exprimió un poco y  limpió pacientemente el rostro lleno de maquillaje y salsa.

—Ah-Yu, tienes que intentar ser más amable conmigo. No es fácil cuidar de ti si tu habitación está hecha un desastre. ¿Qué voy a hacer si te lastimas? ¿No pensaste en cómo me sentiría?

Mo XuanYu se lamió los dedos llenos de salsa y no prestó atención a lo que el otro le decía. Estaba más concentrado en llenar sus dedos con más de ese aderezo; al verlo, el maestro Su suspiró y lo detuvo.

—No. No debes hacerlo. Te ensuciarás.

Mo XuanYu infló los cachetes y también lo regañó.

—No. No. ¡Sucio!

—Así es. Es muy sucio. Tienes que ser más consciente de ti mismo ahora. Eres un omega y tienes que intentar ser educado cuando comes.

—¿Comer? ¡sí! Quiero comida.

El maestro Su sonrió para sí. Continuó limpiando el rostro del jovencito cuidadosamente hasta dejarlo limpio. La piel era clara y suave. En realidad, era un omega muy hermoso pero, para su desgracia, perdió la razón después de ser abandonado por la secta Jin hace solo un par de semanas.

El maestro Su había escuchado del tema por los chismosos del pueblo y casualmente cuando buscaba algún empleo por la zona en donde ganara comida o algo de dinero, se topó con un cuerpo tendido en un montículo de basura.

Las personas alrededor, no ayudaron a Mo XuanYu en lo absoluto, sino que decidieron ignorar al pobre joven que tenía claras heridas en los brazos en un intento de suicidio.

Pero el maestro Su contrario a juzgar al joven, lo llevó con él y lo trajo a vivir a su lado.

Tenía conocimientos muy escasos de las acusaciones que lo llevaron a tal decisión, pero había escuchado que ese mismo año, Mo XuanYu fue abandonado por su familia en la Villa Mo por el hecho de ser expulsado de la secta Jin. También, escuchó rumores de que fue acusado de acoso hacia su medio hermano alfa.
Los rumores eran demasiados. Pero lo más triste es que hasta ahora, no había signo de que alguien buscara al muchacho en lo absoluto.

Prisionero [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora