26

353 17 1
                                    

'Consejo de amor' Tini y Morat

Empezaba mayo y poco a poco iba haciendo mejor tiempo y se notaba que el buen humor de la gente cada día era mejor.

Los clientes sonreían más, eran más agradables y pocas veces se iban sin dar las gracias y dejarnos mejores propinas, así que sí, definitivamente primavera y verano eran mis épocas favoritas del año.

Mi rutina diaria varió muy poco durante esa temporada.

Solía levantarme y salir a correr 45 minutos cada mañana. Mi resistencia cada vez era mejor, no tanto como para poder correr una maratón pero sí suficiente como para no tener que para a descansar cada 15 minutos.

Luego me iba a la cafetería y me trabajaba allí hasta el final de la tarde. A media tarde volvía a casa e intentaba componer un poco con mi guitarra y cuando no me venía la inspiración me iba hasta la tienda de música a visitar a Craig y usar un poco el piano ya de paso.

Al final no pude recuperar el mío propio porque, una vez me hube separado de Olimpia definitivamente, cuando la productora de la película nos dijo que ya estaba todo hecho y que solo quedaba esperar hasta el estreno, decidí que ya no tenía por qué seguir soportando a esa arpía, así que me despedí de ella para siempre, deseándole suerte.

Unos días más tarde cuando fui a recuperar el piano me dijo que lo había vendido por Wallapop y acabé yéndome de su hotel, no sin antes lanzarle un bote de crema hidratante a la cabeza. He de confesar que salí con una sonrisa de victoria cuando acerté de pleno.

Los viernes y sábados tocaba durante tres horas en el local 'Paradise'. El ambiente no es que fuese el más acogedor, pero no estaba tan mal como me esperaba y al menos podía pedirme refrescos gratis para mí y mis amigos.

Las chicas venían casi siempre a verme y Luke aparecía de vez en cuando. El que no vino nunca fue Jacob y reconocer que eso me fastidia más de la cuenta no me hacía ninguna gracia. Pero la verdad, es que cada día que me subía a ese escenario cutre, levantaba un poco la vista para ver si le veía entre el público y siempre bajaba la mirada un poco irritada porque no hubiese ni rastro de ese rubito molesto.

Craig también solía venir a menudo a verme, de hecho, una noche se trajo a su compañero del proyecto con el que, al parecer, tenían algo más que tan solo una relación de trabajo... y no pude evitar lanzarme a darle un abrazo al enterarme. Le había costado un poco reconocerlo en alto así que me alegré muchísimo de que por fin estuviera tan feliz. Su novio, Alan, parecía realmente encantador y hasta me ofreció ayudarme si alguna vez necesitaba inspiración para mis letras, porque él también era compositor.

Y así pasé casi todo mi verano hasta que llegó agosto.

Nerea cerró la cafetería porque se iba de vacaciones a Marbella a visitar a su familia.

Luke y Blair decidieron también irse un par de semanas de viaje por el sur de Inglaterra y Jacob se fue con un grupo de amigos del trabajo también un par de semanas fuera del país, así que me quedé sola, sin mucho que hacer.

Seguí tocando los fines de semana en el local, pero como tenía más tiempo libre, aproveché que las calles estaban más llenas de turistas que venían a pasar sus vacaciones al centro de Londres y hacía escapadas para tocar en alguna calle abarrotada.

Mis canciones al parecer gustaban a la gente porque siempre solían formarse grandes círculos a mí alrededor. Cuando acababa una canción aplaudían como locos y gritaban que querían más y yo me sentía sobrecogida cada vez que eso sucedía.

El último fin de semana de agosto, no podía dormir porque una ola de calor se había instalado en el país y al parecer no le daba la gana marcharse, así que me levanté, acalorada y sudando, a beber agua.

Solo yo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora