15

326 13 0
                                    

'One sep frowad and three step back'
Oliva Rodrigo

Hugo se acercó a mí con paso firme y parecía un poco enfadado.

-¿Se puede saber quién te crees que eres para decirme que no estás interesada?- su tono de voz era tan alto que un par de personas se giraron hacia nosotros.

Le miré flipando.

-¿Hola? ¿Estás sorda o...?

Trató de sacudirme por los hombros pero no pudo, antes de poder alcanzarme Jacob le detuvo agarrando su cazadora de cuero en un puño y lanzándole un poco hacia atrás.

Hugo ni se molestó en dedicarle su tiempo y volvió a arremeter contra mí, pero esta vez desde la distancia.

-¿Y bien?

Yo estaba tan sorprendida de que se hubiese presentado en mi casa que casi ni me salieron las palabras.

"¿Por qué siempre te lías con los locos?"

-Yo... no... no sé, Hugo, lo siento pero es que...

-¿Lo siento? ¿Cómo que lo sientes?- estaba hecho una furia, no paraba de andar de un lado a otro, dando patadas a piedras invisibles del suelo- A mí nadie me rechaza, ¿lo entiendes?

-Pues creo que ella acaba de hacerlo, chaval.

La voz de Jacob fue tan grave y profunda que hasta me asustó a mí, no sabía que pudiese llegar a intimidar tanto.

Esta vez Hugo sí que se giró hacia él, le miró de arriba abajo con desprecio y volvió a centrarse en mí.

-Dile a tu novio que si está cabreado porque le hayas puesto los cuernos conmigo no es mi puto problema- seguía gritando cada vez más alto y más enfadado y lo cierto es que me asusté un poco.

Vi de soslayo que la mandíbula de Jacob se tensaba pero tenía las manos relajadas así que todavía no había peligro.

-Mira, Hugo, de verdad que no era mi intención- intenté explicarme con la mayor calma y tranquilidad posible, lo que menos me apetecía era tener que explicarle a mis vecinos por qué me estaba gritando en medio del portal- Si te hice creer que lo que pasó significaba algo más, yo de verdad que lo siento pero...

-No- me espetó con asco, avanzado un paso y las manos de Jacob se cerraron en puños- Lo siento yo por tu novio. Una pena que le haya tocado aguantar a una zorra anoréxica como tú...

Pum.

De repente el puño de Jacob había volado a la boca de Hugo y unas gotitas de sangre comenzaron a brotar de sus labios. El sonido que hicieron sus dientes provocó que me estremeciera de pies a cabeza. Le había roto algo, no tenía ni la más mínima duda.

Él se tambaleó hacia atrás, tapándose inconscientemente con ambas manos la herida antes de emitir un sonido de dolor estrepitoso.

-¡Me has roto la mandíbula!- bramó sin atreverse a acercarse ni un milímetro.

-Si te la hubiese roto no podrías ni hablar, así que relájate antes de que te lleves otro.

-¡Estáis locos! ¡Locos!

Y tal cual había aparecido, se esfumó calle arriba, corriendo asustando, gritando como un poseso y echando miraditas hacia atrás, muerto de miedo, asegurándose de que el rubito que me acababa de defender, no le seguía.

-¿Acabas...?- yo seguía clavada en mi sitio con la boca abierta- ¿Le has...? ¿Acabas de darle un puñetazo?

Jacob me miró con el ceño fruncido y se frotó con cuidado los nudillos, intentando disimular una mueca de dolor.

Solo yo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora