'Don't stop believin' Journey
Entré en el despacho con un nudo en la garganta por los nervios.
-Adelante, siéntate, por favor- me ofreció Jeannine con una gran sonrisa.
Me senté en una sillita de terciopelo, que estaba al lado contrario de su sitio.
El despacho no era muy grande pero estaba muy limpio y cuidado. Tenía un ventanal enorme por el que se podía ver la calle y, gracias a él, toda la sala quedaba iluminada por la luz que se adentraba.
Me fijé en que tenía un par de fotos en su escritorio. Una con un hombre de barba abundante y el pelo un poco canoso y en la otra aparecía abrazada a ese mismo hombre y una niña, rubia con los ojos enormes, y supuse que serían su marido y su hija.
-Son maravillosos- me dijo sin despegar sus ojos de la fotografía- Les adoro, aunque no les veo tanto como me gustaría, mi trabajo a veces puede llegar a ser muy... intenso.
Sonreí con ternura, sin saber bien qué decir.
-Bueno- se centró en mí- Leyre, lo primero, enhorabuena.
-Gracias- dije sin poder disimular la felicidad, estaba eufórica.
-Te lo mereces, es una canción realmente increíble- empezó a rebuscar algo entre una pila enorme de carpetas mientras seguía hablando- Pero ahora viene la parte complicada, empezar a crecer.
Yo estaba histérica en mi lugar, moviendo frenéticamente mis piernas inconscientemente.
-Ya...- logré decir- pero, ¿y cómo voy a...?
-Por eso estás aquí, para decirte que de eso ya me voy a encargar yo- sacó al fin unos papeles del fondo de la pila y se los colocó delante, examinándolos con el ceño fruncido- Ajá, vale... sí... lo suponía...
Estaba hablando sola, así que opté por quedarme quietecita en mi sitio hasta que se dirigiese oficialmente de nuevo a mí.
-Vale... sí... perfecto- y levantó la cabeza al fin- Este es tu contrato- lo levantó en el aire y yo parpadeé para enfocar.
Olimpia y yo habíamos tenido que firmar uno cuando empezamos el proyecto, ya ni me acordaba de él.
-En principio no nos sirve de mucho. Cuando pactasteis las condiciones con los productores, todavía formabas un grupo con Olimpia pero creo saber que ya no es así...
Asentí dándole la razón.
-Bien, bueno, pues en ese caso tendremos que firmar otro nuevo. Uno en el que solo constes tú como parte. Pero eso es bueno, así podremos establecer las condiciones que estimes oportunas sin tener que consultar con tu excompañera.
Vale, eso era algo bueno, me podía deshacer de Olimpia para siempre.
-Pero hay un inconveniente- vaya ¿por qué siempre tiene que haber un 'pero'?- Al haber firmado un contrato anterior por la canción, me temo que no podrás usarla, es propiedad de la productora y, aunque tú seas la autora titular, y eso nunca nadie te lo va a quitar, me temo que no podrás cantarla como propia porque estarías incumpliendo el contrato.
Lo pensé detenidamente durante unos segundos.
-Pero... ¿no habías dicho que el anterior ya no servía? Si ya no sirve ese contrato, ¿no puedo hacer lo que quiera?
Negó con los labios fruncidos.
-No, no funciona así. El contrato anterior sigue siendo válido, el problema es que lo firmasteis como grupo, es decir, no erais Olimpia y tú las que firmaban como tal, sino que lo hacíais como equipo, así que la canción, aunque sea propiedad de la productora, por así decirlo, podría interpretarla el grupo.
Respiré intentando entenderlo bien.
-O sea, es el grupo quién puede seguir cantando la canción y como ha sido Olimpia la que se ha quedado con el nombre de vuestra banda, son ellos los 'dueños', dicho malamente para que me entiendas.
Vale, sí, creo que ya lo comprendía. Al haber sido yo la que se había separado, había perdido el derecho de cantar como propia la canción. Maravilloso todo.
-Pero... ¿y qué pasa con las demás canciones? Las he compuesto todas yo... ¿tampoco son mías?
Me estaba empezando a agobiar, no me gustaba por donde estaba yendo esta conversación.
-No, no, tranquila. Te estoy hablando exclusivamente de la canción que ofrecisteis crear para la película, el resto de canciones no están incluidas.
Uf, menos mal. Vale, calma.
-Tú por eso no te preocupes- me repitió, mirándome con ternura- Tal vez hayas perdido una canción pero estoy segura de que con tu talento, podrás componer otras miles igual de buenas.
Sonreí y destensé un poco mi cuerpo, pero todavía estaba alerta.
-Mira, Leyre, lo que te quería proponer realmente es ser tu representante. Me encantaría poder trabajar contigo, creo que tienes mucho talento y ganas de comerte el mundo, tan solo necesitas que alguien te lleve por el camino adecuado.
"Respira, respira, no te alteres".
-Me gustaría poder firmar contigo, tú podrás componer las canciones que consideres, de la manera que veas adecuada, te aseguro que yo no me entrometeré en eso. Bueno, a no ser que me entregues algo espantoso, en ese caso te lo tendría que decir- sonrió divertida- pero no creo que eso suceda. Así que tú te encargas de crear la magia y yo me encargo de hacerla sonar en los mejores sitios. ¿Qué te parece?
-Me parece que es lo mejor que he escuchado en mi vida.
"Eso es, tú hazte la dura..."
Jeannine me sonrió de nuevo, apartando los papeles para dejar sitio a otro en blanco.
-Maravilloso- y empezó a escribir algo en él que no podía ver porque estaba del revés- Pues mira te voy a dar una dirección, es un estudio de un gran amigo mío, quiero que un día de estos te pases por allí para que te lo enseñen y empieces a conocer las instalaciones, porque a partir de ahora va a ser tú nuevo estudio de grabación.
¿Ha dicho estudio de grabación?
"Sí"
¿Voy a tener un estudio de grabación?
"Que sí".
Sonreí de oreja a oreja cuando me tendió el papelito.
-Una vez lo hayas visto, podremos volver a vernos y ya tendré nuestro nuevo contrato listo para poder empezar a llevarte a lo más alto.
Se levantó y yo imité su gesto, tendiéndole la mano emocionada.
Ahora sí que sí, empezaba mi momento.

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Solo yo #2
Romance*Segunda parte de la bilogía 'Solos'. El primer libro está en mi perfil* Leyre tiene las cosas muy claras, quiere ser cantante, y no piensa dejar que nada, ni nadie, se entrometa en su camino. Así que, tras una ruptura muy dolorosa y una noticia de...