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'Sweet but Psycho' Ava Max

-¿Vas a quedarte ahí de pie toda la tarde o pretendes ayudarme a mover cajas?- le espeté de mala gana mientras me agachaba hasta el suelo para poder agarrar bien la enorme caja que tenía delante.

Escuché como soltó una risita muy molesta a mis espaldas pero no me molesté tan siquiera en mirarle, opté por poner los ojos en blanco y seguir a lo mío, pero, cuando estuve a punto de empezar a subir por las escaleras, el idiota me adelantó por la derecha y se colocó primero.

Al pasar por mi lado hizo que casi perdiese el equilibrio y miré hacia arriba con odio por unos segundos un poco largos de más.

"Le has mirado el culo"

¡Eso no es verdad!

"Soy tu conciencia, no me puedes mentir".

Resoplé malhumorada y al final logré mantener la caja en su lugar tras balancearme un poco hacia los lados y cuando levanté la cabeza para gritarle que tuviese cuidado, él ya había desaparecido escaleras arriba.

Me apresuré en seguirle el paso, no quería darle la falsa sensación de que él tuviese más fuerza o destreza que yo, que, obviamente, era así, pero me negaba a perder frente a ese imbécil.

"Idiota mejor".

Bueno, eso.

Llegué al cuarto piso jadeando, con la lengua fuera, pero cuando comencé a ver el último tramo y una silueta junto a una de las puertas de madera, me erguí lo máximo que me permitió mi espalda y me dirigí, toda digna, hacia él.

-Ya era hora- me dijo mientras trataba de meter la llave en la cerradura- ya pensaba que te habías desmayado por el camino.

-Más quisieras- le puse una mueca, arrugando la nariz pero solo conseguí que levantase las cejas, me mirase de arriba abajo y siguiera a lo suyo.

Ag, ¿por qué hacía eso todo el rato?, ¿por qué me miraba de esa manera? No lo soportaba.

Y cuando estaba planeando soltarle mi siguiente comentario despectivo, sonó un click y la puerta cedió.

Entramos y no me detuve en admirar a mi alrededor, ya había estado antes en casa de Blair y, además, la caja que llevaba encima me estaba empezando a parecer que pesaba una tonelada, así que recorrí el pasillo deprisa y me metí en la primera habitación que encontré vacía.

Escuché los pasos de Jacob detrás de mí pero cuando fue a poner el pie en mi nuevo cuarto, le detuve poniéndole un dedo en el pecho.

-No puedes entrar en mi habitación- no tenía ni idea de por qué estaba tan irritada con él pero ya no podía cambiarlo.

Me miró extrañado pero no perdió esa sonrisa molesta.

-No es tu habitación- me corrigió- tan solo has puesto una caja en el medio, eso no la hace tuya.

Trató de zafarse por un lado pero esta vez le detuve poniéndome yo misma en su camino.

-Claro que es mía. Blair me ha dicho que puedo elegir y me quedo con esta.

Me sostuvo la mirada por un tiempo que me pareció infinito, hasta que por fin asintió con la cabeza y, para mi sorpresa, me obedeció y retrocedió, alejándose por el pasillo.

Pensé en seguirle pero me detuve. Si Luke le había dado a él las llaves eso era porque tenía que ser de confianza (muy a mi pesar), por lo que dejé que husmeara por el resto de la casa, siempre y cuando me dejara de incordiar a mí.

Cuando por fin estuve sola me dediqué un par de minutos a analizar el cuarto que había escogido.

Era bastante amplio y con mucha luz que entraba por un enorme ventanal. No tenía balcón, al contrario que mi antigua habitación en Madrid, pero por lo menos había ventana porque en el último piso en el que estuve viviendo con Olimpia, tan solo había una mísera ventana en toda la casa y estaba en el baño. Todo muy acogedor, sí.

Solo yo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora