39

337 19 2
                                    

'Sky full of stars' Coldplay

-¿Qué tocas?- me dijo suavemente, acomodándose a mi lado y tapándose con mi manta.

-Música- respondí secamente. No tenía ganas de hablar con él porque sabía que le soltaría algo malo si no se marchaba.

"Celosa".

Sí, estoy celosa, sí, lo sé.

Bufé y traté de volver a centrarme en lo que estaba haciendo pero me costó mucho con él al lado. Ni siquiera estaba hablando, casi ni le escuchaba respirar, pero tan solo su presencia era suficiente para desconcentrarme.

-¿Querías algo o...?

Me sonrió con cuidado.

-¿Fumar?

Ah, bueno, claro, tenía sentido, ese era el único sitio de la casa dónde podía fumar, además, ¿para qué sino había salido ahí?

-¿Qué tal la reunión con Jeannine?- dijo exhalando el humo.

-Bien- no quería hablar, necesitaba que se fuera.

-¿Algo más?- me miró pero yo seguía con la vista al frente, posada en la ciudad, aun así sentía sus ojos examinándome.

-No, nada más- y volví a rasgar las cuerdas, tensa.

Suspiró y volvió a darle otra calada a su cigarro.

Estuvo unos minutos sin decir absolutamente nada, mirando al cielo que estaba bastante despejado, incluso se podían divisar varias estrellas, cosa que no solía suceder mucho en Londres, normalmente eran más bien pocas las que se dejaban ver.

Seguí tocando y me equivoqué más veces de lo normal.

-Mierda- susurré a la quinta vez.

-Es un re- le escuché decir, apagando el cigarro.

Giré mi cabeza extrañada.

-¿Qué?

-Que es un re- repitió señalando los trastes.

Enarqué las cejas.

-¿Y tú desde cuando sabes tocar?

-Desde que me enseñó mi padre- sonrió con cariño.

Vale, si seguía sonriendo así me iba a ser muy complicado seguir molesta.

-Nunca me lo habías dicho- aparté la mirada.

-Nunca me lo habías preguntado.

Me quede callada, analizando la respuesta.

-Sabes, no tengo que preguntarte todo para que me cuentes las cosas- intenté dejar muy claro el doble sentido.

Y por su mirada supe que lo había pillado.

-Me cuesta contarle  a la gente partes de mi vida si no me lo preguntan, Vega, lo siento- estaba claro que esa disculpa no era por no haberme dicho que tocaba la guitarra sino más bien por no haberme hablado de cierta chica.

-Menuda porquería de excusa- y volví a mirar hacia delante, con los labios fruncidos.

No estaba molesta, estaba dolida.

No tenía derecho para estarlo, pero muchas veces no hay que buscarle el sentido a lo que sentimos.

-Pregunta lo que quieras saber- susurró, acercándose un poco.

-¿Por qué no me dijiste que tenías novia?

Pero en lugar de conseguir enfadarle, solo logré sacarle una sonrisa.

Solo yo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora