'Te echo de menos' Beret
-¡Leyre!
Me balanceé asustada haciendo que se me resbalase la bandeja y se me rompiera la cuarta taza del día. Eso sin contar los tres platos y los dos vasos de cristal que acabaron esparcidos por toda la cafetería durante lo que iba de semana.
Me giré hacia el despacho de Nerea, que miró con frustración el desperdicio que acababa de hacer, negó con la cabeza y me indicó que me acercara a hablar con ella en su despacho.
-Oh, oh... alguien se ha metido en problemas...
-Cállate Dean- le espeté al camarero inútil que ahora había pasado a tener el segundo puesto, porque el primero me lo había ganado yo.
Llevaba unos días muy distraída. Todo me salía mal.
Tras ese día con Jacob, que mejor no recordaremos, recogí parte de mis cosas y me marché a casa de Nerea. Le supliqué que por favor me acogiera unos días en su sofá y al final le acabé dando pena a su compañera de piso y me aceptó a regañadientes. El problema es que ya llevaba ahí seis días y si no encontraba la manera de volver a soportar mirar a Jacob a la cara, me quedaría de patitas en la calle porque mi plazo se acababa a la mañana siguiente.
Me acerqué con cuidado a su puerta y golpeé un par de veces antes de entrar.
-Pasa anda.
Me hizo un gesto hacia la silla que estaba delante de su mesita y me senté, nerviosa, intentando no morderme las uñas, o lo que quedaba de ellas porque me las había destrozado esa semana.
-Perdón- empecé a decir, jugueteando con un hilo de mi jersey- Ha sido sin querer no quería romperlo, de verd...
-Da igual, Leyre- me detuvo mi amiga.
Nos llevábamos muy bien y durante todo ese tiempo juntas ya nos estábamos volviendo casi inseparables pero, aun así, en el trabajo debíamos mantener la compostura, cada una sabía cuál era su puesto, incluyendo a Blair, y no podía hacer excepciones por respeto a los demás camareros.
Así que, asentí, arrepentida pero volví a levantar la cabeza cuando me dijo que no me había llamado por eso.
-¿Entonces?
-¿Has hecho ya las paces con Zipi?- puse una mueca al escuchar ese apodo. Así era como Nerea llamaba de vez en cuando a Luke y a Jacob, porque decía que eran como Zipi y Zape.
Negué, frunciendo los labios.
-Y... ¿qué vas a hacer? Sabes que Mary—su compañera— no quiere que te quedes mucho más... He intentado hablar con ella pero es su casa y no...
-No te preocupes, Nerea- la corté- lo último que quiero es meterte a ti en problemas. Hablaré con Luke a ver si puedo volver y, no sé, dormir en el sofá o algo así.
Mi amiga asintió preocupada pero sabía que no había nada más que pudiese hacer, ya mucho me había ayudado al dejarme pasar con ella una semana entera.
El día anterior había ido a visitar al presidente de nuestra comunidad de vecinos, para preguntarle cuánto tiempo más tardarían con la obra. El problema fue que la respuesta que me dio distaba mucho de ser la que me esperaba.
Nos habían dicho que tardarían entre dos y cuatro semanas como mucho, y llevaban más de un mes, y es que, al parecer, habían tenido no sé qué problemas con el material que había llegado todo defectuoso, sumado a que había varias huelgas de trabajadores durante las últimas semanas, que salían a manifestarse y protestar por sus derechos, así que estaba todo muy paralizado. En resumen, que nos dijeron que nos pusiéramos cómodas porque aún faltaban, como poco, dos meses más.

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Solo yo #2
Romance*Segunda parte de la bilogía 'Solos'. El primer libro está en mi perfil* Leyre tiene las cosas muy claras, quiere ser cantante, y no piensa dejar que nada, ni nadie, se entrometa en su camino. Así que, tras una ruptura muy dolorosa y una noticia de...