'Whatever it takes' Imagine Dragons
-¡No puedes aceptarlo!
Blair andaba de un lado a otro, agitando las manos en el aire mientras que yo enterraba la cara en un cojín, tumbada en el sofá.
-Ya te habías deshecho de esa arpía y ahora vas a volver con ella.
-No tengo muchas más opciones, Blair- murmuré con la voz entrecortada por tenerla tapada por el cojín.
Noté entonces como la zona de mis pies se hundía por el peso de alguien más y asomé un ojo para ver a Luke, sentado, mirándome con decepción.
Oh, no, esa mirada no.
-No me mires así- le rogué, dándome completamente la vuelta.
Él se encogió de hombros y frunció los labios como diciendo, '¿Y qué quieres que haga?'
-Mándala a la mierda- me dijo mi amiga muy firme- Es lo único que se merece.
-Ya pero...- Jacob se había sentado, apoyando los codos sobre sus rodillas, en una de las sillas que rodeaban la mesita que estaba en el centro de la sala- si hace eso, pierde una gran oportunidad.
En cualquier otro momento le habría dicho algo como que no opinase sobre mi vida, pero en estaba tan centrada en decidir qué hacer que asentí.
-Exacto. Es una gran oportunidad y no es que me estén lloviendo las ofertas.
Me pasé las manos por la cara, sin saber qué demonios debía hacer. Y entonces pensé en mi abuela. Si ella estuviera ahí sabría decirme qué camino seguir, sabría guiarme perfectamente por la opción correcta, pero no estaba, ahora la que tenía que tomar sola las decisiones importantes era yo, y no podía estar más perdida.
Lancé un grito, tapándome la boca con el cojín y me levanté de golpe, malhumorada.
-Ya pero y si... ¡Eh! ¿A dónde vas?- me chilló Blair pero ya estaba cogiendo mi chaqueta y abriendo la puerta de la entrada.
-A la tienda de música - dije sin darme la vuelta- Necesito pensar.
Cuando llegué a la ciudad, descubrí en mi primera semana una pequeña tienda de música no muy lejos de dónde vivíamos. Me encantaba ir ahí cuando me aburría o necesitaba mi espacio. Me daba largos paseos mirando instrumentos o probándolos, también me divertía ver las clases a través de unos pequeños cristales por los que podías ver a los niños aprendiendo a tocar sus primeros instrumentos. Muchos lo hacían fatal pero me encantaba ver cómo lo seguían intentando, una y otra vez.
No daban muchas clases, era un sitio pequeño, no era ni siquiera considerada una escuela, pero sí tenían varios niños que acudían un par de veces a la semana.
Por lo que había podido ver, daban clase de piano a dos niñas de unos 13 o 14 años, de violín a uno un poco más pequeño, de unos 8, y de guitarra a un grupo un poco más numeroso, de varias edades.
Me dirigí allí, escuchando a través de mis cascos a Imagine Dragons en aleatorio, acompañando mi paso firme y enfadado.
Sonó 'Bones', 'Radioactive', pasé 'Shots' porque necesitaba algo con más energía, siguió sonando 'Natural', pero cuando llegó 'Whatever it takes' algo en mi cabeza hizo click.
Empecé a escuchar la letra como si se apoderara de mí. Sentí el ritmo, la melodía y las voces retumbando en mi interior, llenando el vacío que estaba tratando de hacer desaparecer. Y de repente comprendí la energía que trasmitía y, sobretodo, lo que debía hacer.
'Whatever it takes'. 'Lo que haga falta'.
Saqué el móvil del bolsillo, ignoré el frío que sentí en mis dedos al teclear y le mandé un simple mensaje a Olimpia.

ESTÁS LEYENDO
Solo yo #2
Roman d'amour*Segunda parte de la bilogía 'Solos'. El primer libro está en mi perfil* Leyre tiene las cosas muy claras, quiere ser cantante, y no piensa dejar que nada, ni nadie, se entrometa en su camino. Así que, tras una ruptura muy dolorosa y una noticia de...