Solo yo #2

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'Play with fire' Sam Tinnesz (Yacht Money)

Vale, esto no estaba pasando, tenía que ser una pesadilla o una broma de la vida pero no podía ser cierto.

-Por mucho que resoples no va a cambiar nada- dijo sin mirarme, estaba ocupado escribiéndole un mensaje a Luke.

Le ignoré, todavía pensando en posibles soluciones, pero si la había, a mí no se me ocurría.

-¿Dónde quieres dormir entonces?- vi que había escondido ya el móvil y me miraba divertido.

-A mi cuarto no entras. Ya lo sabes.

-Entonces tu tampoco- levantó las cejas.

Oh, se lo estaba pasando súper bien con esto.

-Vale- reaccioné poniéndome de pie- levanta.

Obedeció sin rechistar, intrigado.

-¿Cuál es el plan?- sonrió divertido.

-Yo duermo en el sofá... y tú en el suelo.

Perdió la sonrisa.

-¿Cómo que en el suelo? Ni de broma.

-Te jodes.

-Pero...- miró detenidamente hacia su futura cama, el bonito y frío suelo- ¿y qué hago? ¿Dormir con el brazo volando?

Me encogí de hombros.

-No sé, apáñatelas.

Pero cuando me fui a mover, se quedó parado en seco y reboté hacia atrás.

-Vamos- tiré como si fuese un perrito atado con una correa.

Levantó las cejas.

-Vega- respiró hondo, intentando calmarse- no pienso dormir en el suelo.

Estuvimos otra media hora discutiendo y acabé cediendo, bueno, en realidad no me quedó otra opción. Así que, al final, estábamos los dos de pie, junto a mi cama, mirándola, yo con poca confianza, Jacob contento como un niño.

-Si te quieres duchar...

-Ni en tus mejores sueños- le empujé olvidándome de que a dónde él fuera, yo iba detrás, así que el empujón también me afectó.

-Oye- levantó una mano en señal de paz- era solo una idea.

-Ya pues olvídala.

Frunció los labios pero volvió a callarse.

Seguimos ahí en medio, de pie, en un silencio incómodo hasta que por fin lo rompió.

-¿Por qué estás tan tensa?

Di un saltito, indignada.

-Yo no estoy tensa.

Me miró con una ceja levantada.

-Ajá...

Me fui a cruzar de brazos, olvidándome, otra vez, de que estábamos esposados así que solo pude cruzar uno. Ni siquiera me podía enfadar con dignidad. Qué triste.

-Pues yo creo que es porque estás ansiosa de dormir conmigo.- Se rio- Pero no te hagas ilusiones no creo que pasemos de la tercera fase, se perdería toda la magia- esbozó una sonrisa de victoria que le obligué a borrar con un pellizco en el brazo.

-¡Vale, vale!- gritó quejicoso- Segunda fase.

Decidí hacer lo que mejor se me daba, ignorarle. Y me arrastré hacia la cama.

-¿Qué lado?- dijo de pronto y le miré por encima del hombro, confusa- ¿Qué que lado quieres? Aunque, en verdad, la pregunta más bien tendría que ser ¿quieres dormir mirando al techo o boca abajo?