Solo yo #2

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'Apologize' One republic

Pasaron las Navidades y comenzó un nuevo año.

Yo seguí trabajando en mi música y con la ayuda de Jeannine y todo el equipo pude dejar de tocar en el local 'Paradise' y empecé a grabar en un estudio real. Tan solo había podido componer una canción en ese mes pero a mi representante le gustó bastante así que nos pusimos a trabajar con ella.

La idea era enfocarnos de momento en una única canción, ver cómo íbamos y, si salía todo bien, seguiríamos con otras más adelante.

A mí me apetecía sacar ya una canción porque, la verdad, es que ya había compuesto muchas a lo largo de mi vida, había que ajustarlas porque todas eran duetos, pero nada que no pudiese arreglarse. Pero todo el mundo estaba de acuerdo en que no debíamos precipitarnos, los artistas no llegan a la cima de un día a otro, había que ir despacio, aprovechando y puliendo todo al máximo, así que no puse quejas y eso hice.

Mi vida, aparte de eso, no varió mucho. Seguí yendo todos los días a la cafetería, aunque con menos frecuencia, corriendo por las mañanas y haciendo mis visitas semanales a Craig en la tienda de música.

También había vuelto a quedar con Lucas un par de veces, era agradable poder hablar con alguien que supiera de mi antigua vida, de Madrid, y me gustaba recordarlo, me hacía sentir que mi abuela estaba un poco más cerca.

Por otro lado, mi relación con Jacob volvió a ser la misma de siempre. Tardamos un par de semanas en volver a la normalidad, pero lo logramos y nunca nadie se enteró de lo que sucedió aquel día en ese tejadito.

Seguíamos compartiendo cama pero ya era tan normal que se volvió casi una rutina, eso sí, nunca desaparecieron esos nervios que me entraban cada vez que llegaba la noche. Sentía ese cosquilleo en la punta de los dedos que no me dejaba concentrarme y la calidez extraña que sentía, me envolvía de vez en cuando, cuando se acercaba demasiado. Pero aprendí a vivir escondiéndola. No tenía ningún sentido dejarla salir, total, ya sabía lo que él pensaba, no quería nada conmigo así que, ¿para qué dejarme en evidencia? No, lo mejor era seguir como amigos... o amigos complicados, lo que fuese.

Pero cuando comenzó marzo, todo empezó a complicarse de nuevo.

-Hola- saludé feliz a Craig, entrando en la tienda como de costumbre.

Pero él, en vez de saludarme sonriente, ni siquiera levantó la cabeza.

-¿Qué pasa?- corrí al mostrador y cuando vi que se estaba sorbiendo la nariz toda enrojecida, me asusté más- ¿Craig? ¿Estás bien?

-No- dijo llorando de nuevo- Es Alan...- sollozó- me ha dejado.

Ay, no.

-Craig- y le di un abrazo, llenándome el hombro de mocos- Lo siento mucho.

-Ya...- volvió a sollozar- yo también.

Me separé y rebusqué en mi bolso un pañuelo para que se sonara los mocos.

-Gra...gracias- me dijo volviendo a lloriquear, nunca le había visto de esa manera y no sabía muy bien qué hacer para animarle.

-¿Pero... qué ha pasado? ¿Qué te ha dicho?

Negó varias veces, escondiendo su rostro tras ambas manos.

-Bueno, no... no pasa nada... cuando quieras hablar... sabes que estaré aquí para escucharte.

Asomó sus ojos rojos a través de sus dedos y me dedicó una media sonrisa agradecido.

Le aparté un poco el pelo que se le había quedado por delante de la cara y volví a abrazarle.