Solo yo #2

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'Minefields' Faouzia and John Legend

El aire helado me quemaba la cara mientras corría con mi moto. No se veía prácticamente nada, las calles de Londres están fatal iluminadas por la noche.

Recuerdo pasar zumbando al lado de los coches y algún que otro grito de los peatones, cuando me saltaba los pasos de cebra.

Recuerdo sentir como el corazón me bombeaba y resonaba en mis oídos, nublándome el juicio.

Recuerdo repasar en mi cabeza mil veces la conversación que tuve un año atrás cuando me encontré de frente con la moto por primera vez.

Recordaba la cara de Luke, emocionado y la de Jacob, enfadado, cuando leí la nota.

Recordaba lo mal que lo traté y también que, el creer que fue Lucas quién se había molestado en hacerme el mejor regalo de mi vida, fue lo que me impulsó a escuchar a Blair cuando me dijo que le diese otra oportunidad.

Recordaba como Jacob, sin atreverse a mirarme a la cara, accedió ante la idea de mi amiga. Por aquel entonces, pensé que era porque le daba igual, ¿cómo no le iba a dar igual si ni tan siquiera se había molestado en recordar mi cumpleaños?

Que tonta fui.

Que tonta soy.

Tanto tiempo... tan ciega...

Aparqué, o más bien dejé tirada, la moto en una esquina de su calle y subí corriendo a su piso, sin importarme que los pulmones me fueran a estallar.

Quería llorar, quería regañarle por no habérmelo dicho, quería darle las gracias, quería... quería todo.

Luke me abrió la puerta y al verme en su rellano, jadeando, sudando, con el pelo pegado a la frente, y las mejillas seguramente rojas, se quedó pasmado.

-Leyre, ¿qué pas...?

-¿Dónde está?- y abrí la puerta con fuerza, pasando por su lado con furia.

-En... en el tejado... fumando...

-Gracias- y sin darle más explicaciones me fui hacia la mitad del pasillo y trepé por la ventanita, cerrándola con un golpe seco a mis espaldas.

-¿Qué cojones?- gritó, dando un brinco y creo que se le escapó el cigarro y acabó precipitándose abajo.

Se dio la vuelta rápidamente y se quedó con la misma cara con la que me había abierto Luke la puerta.

-¿Vega?

-Hola- bramé, mientras el pecho me subía y bajaba a una velocidad increíblemente rápida.

-Eh... hola- me dijo de vuelta, con la mayor cara de confusión de su vida.

-Sí, hola- volví a repetir, quieta en mi sitio aún.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien?- y de repente abrió más los ojos y giró el móvil para mirar la pantalla.

No tengo ni idea de qué quería mirar, pero suspiró, relajándose un poco y volvió a levantar la vista para mirarme de nuevo desorientado.

-No, no estoy bien- dije y esta vez sí que avancé un poco, mirándole con los ojos entornados, y muy seria.

-He tenido una llamada muy interesante...

Él seguía perdido, pero no le dejé hablar.

-De Lucas, concretamente- y me miró molesto- sí, sí...- y seguí avanzando hacia él, lentamente- me ha felicitado por mi cumple y...

-Tu cumple no es hasta dentro de 23 minutos- declaró y me mostró la hora en el teléfono.

-Ya lo sé- espeté, todavía andando, muy despacio- eso no importa, lo que importa es que hemos estado hablando de muchas cosas, y ha salido un tema de conversación muy interesante...