'Another love' Tom Odell
Subí a casa y me fui directa a la ducha, sin hablar con nadie. No tenía fuerzas para contar lo que había pasado, solo quería llorar.
No entendía nada. No me podía hacer eso. No después de tanto tiempo. No después de lo mucho que había luchado por superarle. Simplemente no.
Pero tras estar casi cuarenta minutos encerrada en el baño escuché como llamaban a la puerta con delicadeza y la voz de Blair al otro lado.
Intenté decirle que se fuera pero no me hizo caso y acabó entrando, borrando cualquier rastro de felicidad de su cara.
-Oh, Ley...- me abrazó con fuerza, ignorando que tuviese el pelo empapado todavía y le calé la espalda- ¿Qué ha pasado? Habla conmigo.
Me sorbí de nuevo la nariz, tratando de controlar la respiración.
Tardé un buen rato en explicárselo todo, la historia era constantemente interrumpida por mis sollozos pero Blair no me interrumpió ni una sola vez y, cuando acabé, no me dijo que no pasaba nada, no me consoló diciéndome que todo iba a estar bien, simplemente me atrapó entre sus brazos y me fundí con ella en un gran abrazo, sin duda el más reconfortante de toda mi vida.
-No sé qué decirte, Leyre- se separó por fin, volviendo a sentarse sobre la taza del váter- si tienes tan claro que no te gusta ese chico, díselo, y tal vez lo mejor sea dejaros de ver una temporada, para calmar las cosas.
Asentí, triste, me daba pena tener que perder mi amistad con Lucas, pero no podía seguir viéndole sabiendo que sentía eso por mí, tanto por su bien, como por el mío.
-Tienes razón... se lo diré.
-Bien- me agarró la mano, sonriendo- Pero, pasado mañana... mañana quiero que disfrutes de tu cumpleaños sin dramas.
No pude estar más de acuerdo, así que acabé levantándome por fin del suelo del baño, me sequé las lágrimas y salí a cenar con todos, fingiendo que no había pasado nada.
Esa noche me cantaron el cumpleaños feliz, y tuve que soplar veinte velas de una tartita pequeña. Era la noche de un jueves así que, al día siguiente aprovecharíamos para celebrarlo con una cena en condiciones en el piso y luego iríamos a cualquier lado de fiesta.
A la una de la madrugada nos fuimos todos a dormir y cuando me metí en la cama no pude evitar mirar de soslayo a Jacob, que se estaba acurrucando en su lado y preparándose para apagar la luz.
Hacia bastante que no hablábamos de nada muy importante pero, ese día habían sucedido demasiadas cosas, me había ganado una confesión de amor por el chico que tendría que haberse declarado dos años atrás y, sin embargo, mi cabeza, en lugar de darle vueltas a lo mal que habíamos ajustado nuestros tiempos Lucas y yo, lo que no podía dejar de pensar era que ojalá hubiese sido él quién me hubiese dicho esas palabras.
"Ibas a olvidarte de él, ¿recuerdas?"
Y eso intento...
Me giré y me recosté de lado, mirándole fijamente, sin perder detalle de lo que hacía.
-Dime, pesada- ni siquiera me estaba mirando, se estaba colocando debajo de las sábanas y no pude evitar sonreír cuando apareció su cabeza toda despeinada.
-Nada- sonreí.
-¿Y por qué me miras?- levantó una ceja.
-Me gusta mirarte- y volví a sonreír.
Esta vez levantó ambas cejas con cara de asombro.
-Sí que vienen fuerte los veinte... ¿es el año de la sinceridad o cómo va el tema? Porque ya iba siendo hora...

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Solo yo #2
Romansa*Segunda parte de la bilogía 'Solos'. El primer libro está en mi perfil* Leyre tiene las cosas muy claras, quiere ser cantante, y no piensa dejar que nada, ni nadie, se entrometa en su camino. Así que, tras una ruptura muy dolorosa y una noticia de...