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'Middle of the night' Elley Duhe

Entré en casa con el pulso disparado. Fui directa al salón y les vi a los tres tirados en el sofá, con cara de aburridos y tratando de ponerse de acuerdo para escoger una película.

Me quedé parada a un lado, intentando averiguar qué era exactamente lo que quería decirle.

Blair levantó la vista y se me quedó unos segundos mirándome.

-¿Estás bien? Parece que se te va a salir el corazón por la boca.

Era cierto, estaba jadeando. Entre la carrera hasta arriba y los nervios, todo era un jodido caos.

-Eh... sí.

Avancé y me senté en la primera silla que encontré.

Sabía que no podía hablar con él mientras estuvieran todos los demás delante, solo me quedaba esperar a que se fueran de una maldita vez.

Tami y Luke entraron unos segundos después pero se fueron a la cocina.

Estuvieron un rato ahí metidos, no quería ni imaginarme lo que estuvieran hablando, hasta que al fin aparecieron de nuevo, ambos con una sonrisa extraña.

"Mala señal"

-Cariño- Luke se había acercado a Blair y empezó a juguetear con su pelo, mientras ésta seguía mirando la televisión distraída- Creo que es hora de que me vaya a casa, mañana madrugo y estoy un poco cansado.

Blair le puso ojitos y trató de convencerle, pero no cedió.

Nerea no tardó mucho más en seguirle y cuando Jacob estuvo a punto de hacer lo mismo, le dediqué la peor mirada que pude, una de esas que decían 'como levantes tu culo del sofá, te mato' y, para mi sorpresa, creo que lo entendió porque me puso una mueca y, en lugar de dirigirse a la entrada, se fue a la terraza a fumar.

Tami nos dio las buenas noches unos minutos después, así que la imité, fingiendo que también me iba a ir a dormir.

Blair acabó viéndose obligada a apagar la tele, ya que no quedaba nadie más con quién ver la película y cuando le dije que iba a recoger un poco el salón antes de irme a la habitación, tardó literalmente medio segundo en fingir que bostezaba y que se iba a dormir para no tener que limpiar conmigo.

"Objetivo conseguido, ahora a por el rubito".

Salí a la terraza intentando que no se me notara que estaba histérica.

Estaba recostado sobre la barandilla, mirando al frente, ya casi con el cigarro medio consumido.

Me quedé unos breves segundos en la ventana, sin saber qué hacer.

-¿Se puede saber que bicho te ha picado ahora, Vega?

Me crucé de brazos y como no respondí, me miró por encima del hombro.

Ya había anochecido, y la luz de las farolas iluminaban las calles, haciendo que su pelo se viese un poco más oscuro de lo que era, al igual que sus ojos.

Estaba todo en silencio, salvo por el leve ruido de fondo que se escuchaba del tráfico de las calles de Londres.

-¿Y bien?- y se giró por completo, dejando la colilla consumida en un cenicero.

-Tú, Jacob- dije desesperada.

-¿Yo?- levantó las cejas, sin entender nada.

-Sí. Tú- le señalé con el dedo, enfadada- Tú... tú eres el bicho.

-¿Perdona?

-Que sí- y empecé a caminar por la mini terraza, medio a oscuras, tratando de no elevar la voz para no despertar a los vecinos- Eres... eres como una maldita cucaracha, por mucho que intento matarte, no te mueres nunca. Es desesperante.

Solo yo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora