'Count on me' Bruno Mars
No pegué ojo en toda la noche. No era capaz de hacerlo. Cada vez que cerraba los ojos me imaginaba a Jacob, tumbado en una celda mugrienta y fría y me sentía tan mal conmigo misma por haber dejado que eso sucediera que me entraban ganas de chillar.
Blair no había vuelto, eso significaba que había pasado la noche en el piso de Luke así que no tuve que responder preguntas cuando llegué a las 4 de la madrugada, con cara de muerta, tiritando de frío y me puse a llorar.
En cuanto salió el sol, me di una ducha rápida, me puse lo primero que vi en el armario y salí por la puerta a toda prisa.
De camino a la comisaría paré en el primer supermercado que encontré abierto y compré un variado de cosas de desayuno que encontré. No para mí, yo llevaba con nauseas desde anoche, sino para Jacob porque suponía que no habría comido nada y pensé que eso era lo único útil que podía hacer por él en esos momentos.
Cuando llegué, el mismo señor me recibió con una mueca y me dijo que me sentara a esperar en la salita, que todavía quedaba al menos una hora hasta que pudiese salir.
Asentí y me fui a aquella pequeña sala gris que tan solo tenía unas seis o siete sillas, también grises, una pequeña mesita en una esquina con un montón de revistas y periódicos viejos y una máquina de agua. Sonreí amargamente al pensar que no se diferenciaba mucho de una sala de espera de un dentista o un médico y pensé en lo diferente que eran, sin embargo, las situaciones.
No sé cuánto tiempo pasó, me quedé un poco adormilada en aquella silla incómoda y me desperté cuando alguien me zarandeó con cuidado el hombro.
-Vega...
-Mmmm- me di la vuelta.
Una suave risa me envolvió y me hizo sonreír, no sé por qué.
-Vega, levanta, anda.
Abrí los ojos al darme cuenta de dónde estaba y, al levantarme, me choqué la cabeza con la barbilla de Jacob.
-¡Au!
Nos quejamos al unísono.
Volví a centrarme y, de repente, me abalancé sobre él, agarrándome a su cuello con todas mis fuerzas.
-¡Te han soltado!- exclamé, escondiendo mi rostro en su cuello.
Él se rio, suavemente, abrazándome también por debajo del tronco.
Pero en cuanto sentí que asentía, me separé de nuevo y le di un manotazo en el pecho.
-¡Eh!- protestó- ¿A qué ha venido eso?
-¿Se puede saber en qué momento se te ha ocurrido hacer semejante tontería?- bufé, pasando de la preocupación al enfado.
-¿De nada?
-Oh, no- le miré con los ojos entrecerrados ignorando su cara de cansancio, luego me centraría en eso, por partes, por favor- No pienso darte las gracias. Vamos a volver ahora mismo ahí dentro y vamos a explicar lo que ha pasado de verdad.
Negó lentamente con la cabeza y yo me puse más nerviosa todavía.
-¿Cómo qué no? No pienso dejar que vayas a la cárcel por mi culpa, Jacob.
Él volvió a reírse. ¿Por qué se reía? ¿Había algo gracioso que me hubiese perdido?
-Deja de reírte- le dije muy seria.
-Vamos- tiró de mi muñeca hacia la puerta de la calle- Aquí no vamos a hablar de esto, a no ser que quieras que acabemos los dos de la manito en prisión.
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Solo yo #2
Romance*Segunda parte de la biología 'Solos'. El primer libro está en mi perfil* Leyre tiene las cosas muy claras, quiere ser cantante, y no piensa dejar que nada, ni nadie, se entrometa en su camino. Así que, tras una ruptura muy dolorosa y una noticia d...