Solo yo #2

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'Lovebomb' Nessa Barrett

Le estuve esquivando el resto de la semana. No fue fácil, el hecho de compartir la cama no es que fuera de mucha ayuda, pero lo había logrado hasta entonces.

Jacob cada día estaba más irritado y lo podía entender, yo también lo estaba.

Le había visto cuchichear varias veces con Luke, pero nunca me llegó a decir nada, así que supuse que serían paranoias mías.

Por otra parte, Lucas no había dado señales de vida, no es que esperara que me escribiera ni nada por el estilo, es decir, ¿para qué iba a hacerlo?

"Para que sea más divertida la historia"

¿Qué?

"Nada".

El caso es que llegó el viernes y tuve toda la tarde libre y también la noche, la había pedido para poder salir a celebrar mi nuevo contrato.

Todavía no tenía muy claro si iba a seguir tocando en el local 'Paradise', pero hasta el momento no había renunciado.

Así que estábamos Blair y yo arreglándonos en el cuarto de Luke, eligiendo la ropa.

Ya le había contado que me había encontrado con Lucas aunque no sé por qué solo le conté eso y no lo que había pasado con Jacob tres días atrás, simplemente no fui capaz.

-¿Y te ha escrito?- me preguntó por tercera vez en el día.

-No- repetí, cansada de hablar del tema, yo lo que quería era borrarlo de mi mente y poder centrarme en tomar mi decisión de si quería arriesgarme o no a tener algo con el rubito, pero el regreso de ese chico me había descolocado demasiado.

-¿Y si le escribes tú?

-¿Qué?- chillé dejando caer un top al suelo- ¿Para qué voy a hacer eso?

-No sé- se encogió de hombros- igual podéis daros una segunda oportunidad.

Lo dijo con toda su buena intención pero a mí me produjo dolor de barriga.

-Blair, tiene novia- dije volviendo a centrarme en mi armario.

-¿Y qué?- Me miró divertida y me lanzó una falda a la cabeza- ¿Un polvo de una noche?

Sabía que lo decía en broma pero me puse muy seria.

-No. Ese chico ya ha sido demasiado doloroso en mi vida como para dejarle volver a entrar y fastidiar todo.

Esta vez Blair me miró un poco más seria y preocupada.

-Lo sé- dijo con suavidad- era broma, Ley, pero... no sé... ni siquiera querrías quedar con él como amigos, tal vez así podrías sacarte esa 'espinita' que tú dices.

Lo pensé detenidamente, tal vez era una buena opción. O tal vez era el peor error que podía cometer, ¿y si quedaba con él y resurgían los sentimientos? No estaba preparada para esa alternativa, ya demasiado complicada era mi vida.

Así que no. Prefería no juntarme con él. Pero la vida es muy puta cuando quiere y esa misma noche, no había otro bar en todo Londres, que tuvo que acabar en el mismo que yo.

-¿Leyre?- me di la vuelta al escuchar aquella voz familiar y me lo encontré de frente, sonriendo y marcando los hoyuelos.

Me atraganté con mi bebida y tuve con luchar por no escupírsela a la cara.

Se rio al ver mi cara de susto y me limpió con la mano un poco de líquido que se me había caído por la barbilla.

-Esto ya sí que es mucha casualidad- habló por encima del ruido del local y no tuve más remedio que sonreír, nerviosa y asentir.