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'If only' Dove Cameron

-¿Por qué no podemos ir a casa de Nerea?- me quejé por enésima vez, en la cocina de los chicos.

Blair y yo estábamos intentando preparar la cena mientras Luke y Jacob ponían la mesa y veían no sé qué partido de futbol. Aunque, en verdad, la que estaba cocinando era Blair, porque yo podía tener muchos puntos fuertes pero desde luego la cocina no era uno de ellos.

-Porque su compañera de piso no quiere que entre nadie más a vivir ahí.

Chasqueé la lengua, molesta.

-Pero... ¿y si solo voy yo? Tú podrías dormir aquí con Luke y yo allí, no creo que pase nada, ¿no?

Blair meció de nuevo la cabeza, mientras revolvía lo que sea que hubiese dentro de la olla.

-Nerea ha intentado convencerla pero la chica es muy cabezota creo.

Me froté la cara, desesperada. No podía quedarme ahí. No podía vivir con ellos, bueno, no podía vivir con Jacob más bien, con Luke no tenía ni un solo inconveniente.

-¿Por qué no tratas de llevarte bien con él, Ley?

-Sí- ironicé- como si eso fuese posible.

-De verdad... nunca llegaré a entender vuestra relación- y devolvió la vista a la olla.

-Ya somos dos.

La puerta de la cocina se abrió y entraron los dos con una sonrisa inmensa.

-¿Qué os pasa ahora?- pregunté desconfiada.

-¿Y si salimos hoy de fiesta?

Nos miraron a ambas, entusiasmados, como si se les acabase de ocurrir el mejor plan del mundo.

Pero Blair se encargó de chafárselo.

-No podemos, mañana tenemos que madrugar para ir a trabajar... y que yo recuerde vosotros también.

-Bah...- interrumpió su novio- ¿qué sería de la vida sin un poco de falta de sueño?

Blair le dedicó una sonrisa pero volvió a negar con la cabeza.

-El viernes podemos salir si queréis.

-Vale, mamá- Jacob le puso los ojos en blanco- Ah no, espera- se giró hacía mí y di un respingo involuntario- ¿Pero tú no tocas el viernes en 'Paradise'?

Levanté una ceja, indignada.

-Sí. Pero me extraña que tú lo sepas.

Y me di la vuelta y salí hacia el salón.

-¿Y eso qué quiere decir?- me persiguió por el pasillo.

Me giré, pensando si debía responderle a eso, pero mí bocaza nunca podía estarse calladita.

-Pues que no te has dignado a aparecer ni una sola vez.

Jacob se quedó estático y esbozó una mini sonrisa que me provocó un leve escalofrío.

-¿Qué?- espeté, molesta, cruzándome de brazos.

-Nada, nada- bajó las cejas, todavía sonriendo.

Me di la vuelta y opté por ignorarle, como de costumbre y acabé yendo al sofá, para tirarme en él y esperar a que los dos que seguramente se estaban comiendo a besos en la cocina, trajesen la cena.

El salón no era muy distinto al nuestro. Tenía las paredes blancas decoradas con algún que otro cuadro pero le faltaba la alegría que Blair se había encargado de darle a nuestro piso. El nuestro estaba lleno de plantitas, fotos, cuadros y todo tipo de decoraciones.

Solo yo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora