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'Nonsense' Sabrina Carpenter

A la mañana siguiente me desperté con el sonido de mi teléfono.

Rebusqué, todavía medio dormida, donde se suponía que debería de estar la mesita de noche, pero mi brazo cayó al suelo, haciendo que casi volcara de la cama.

-¿Pero qué...?

-Mmm...- un gruñido sonó a mi lado y me giré, desorientada, hasta que al fin enfoqué al rubito que fruncía el ceño a mi lado.

Oh, sí, es verdad, anoche...

"Ajá... anoche..."

Conciencia no empieces.

"¿Es posible que lo de ayer fuese incluso mejor que lo del otro día?"

No puedes calificar eso.

"Uy, claro que puedo. Creo que yo le pongo un 9,78"

¿9,78?

"Hombre, siempre hay campo de mejora, ahí está la gracia, aunque tendrá que ponerle imaginación porque después de lo que hizo ayer con la lengua podría decirse que..."

¡Conciencia!

"Es que se movía muy rápido y..."

¡Qué ya lo he pillado!

-¿Quién es?- su voz me sobresaltó de nuevo y volví a buscar el teléfono, un poco más agitada que antes por todos los recuerdos que se me amontonaban ahora en la mente, gracias a mi conciencia.

Lo encontré dentro de mi chaqueta, pero ya habían colgado.

-Jeannine- proclamé, volviendo a tumbarme- Tengo que llamarla- Jacob me miró con un ojo entreabierto- es que sino se enfada...

Así que no había tiempo que perder, me levanté de un saltito y cuando estuve a punto de salir por la puerta escuché que hablaba de nuevo.

-Vegaaa- me llamó, medio en sueños.

-¿Qué?- me paré un segundo antes de tocar el pomo.

-Se te olvida algo- le fruncí el ceño- cuando tengamos nuestra propia casa, si quieres pasearte desnuda por ahí, te juro que no pondré ninguna pega, pero ahora...

Di un brinco al bajar la mirada y darme cuenta de que estaba en bragas.

-¡Mierda!- agarré a toda prisa la primera camiseta que encontré y mis pantalones y salí al pasillo a hablar, mientras Jacob seguía riéndose a carcajadas, a pesar de que le hubiese tirado una almohada a la cabeza.

-¿Jeannine? Hola- saludé, despreocupadamente, a mi representante, pero su voz sonó tan histérica al otro lado que me tensé enseguida.

-Leyre, ay Dios mío, menos mal que me coges. Vale a ver. Tenemos un problema. Bueno no, un problemón.

-¿Qué pasa?

-Clarisse.

-¿Clarisse?

-Sí, Clarisse- repitió como si fuese obvio. ¿Quién demonios era Clarisse?- Se ha puesto enferma...

"Vaya por Dios, pobre Clarisse"

-... en la boda de su prima y...- estaba divagando, así que me enteré de la mitad de lo que me dijo, hasta que por fin llegó a la parte que sí me incumbía- El caso es que no puede asistir al evento de música que hay en Paris a finales de este mes. La productora está histérica y necesita encontrar ya mismo a un sustituto si no quieren que se les caiga el pelo... Así que te hemos propuesto a ti.

Solo yo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora