El rumor que todos sabemos, Luca dejó una marca muy fuerte en ella. Ahora las cosas no se sienten como antes.
Todos nosotros terminamos lo que teníamos que hacer, entonces fuimos por algo de comer. Y tengo que decir que el lugar era mono. Pasamos un par de horas antes de irnos.
Estábamos caminando por el parking cuando unos chicos se nos acercaron, eran de la universidad, de momento, manteníamos una conversación animada.
Uno de los chicos llamó mi atención, lo escaneé disimuladamente, el moreno no estaba mal, sonreí al ver unos segundos a Luca, que estaba con ceño fruncido. Creo que hoy podré sacármelo de la cabeza, al fin.
Con mi nuevo propósito, flirteé con el chico, mientras hablábamos noté su acento.
― ¿Eres de casualidad peruano? ―sonrió mucho más.
― Sí, ¿y eres de casualidad española? ―reímos.
― Sí, pensé que mi acento no era tan notorio.
― No tanto, tienes un toque. ―alejándonos del grupo, empezamos una conversación de nuestras tierras y lo diferente que son todos por aquí. Yo visité Perú hace años y me encanta toda su cultura.
Hablar con alguien que su lengua materna es el español me encantó, pudimos desenvolvernos de maravilla.
― Íbamos a una juerga. ¿Te gustaría acompañarnos? ―propuso de pronto.
Lo reflexioné, no me gustaría ir a una fiesta para tener sexo con él, era mucho esfuerzo, pero al ver a mis amigos y ver que Luca tenía los ojos clavados en mí, asentí.
― Vale. Voy con ustedes. ―con emoción me abrazó, abrí los ojos sorprendida por la inesperada muestra de cariño. Le di unas palmaditas en la espalda y con disimulo hice que me suelte, no me gusta que me toquen si no quiero.
Regresamos con los chicos, todos se sumaron, quedamos en vernos en la dirección donde sería la fiesta. Con un beso en el cachete, me despedí del moreno.
Entré a mi auto y golpearon mi ventana, volteando a ver, quise arrancar, pero no lo hice, lo contrario, abrí la ventana.
― ¿Se te ofrece algo?
― Sí. ―rodeó el auto y entró de copiloto.
― Pero que haces. ―vi y los chicos se fueron, estábamos solos, nadie nos vería.
― Yo no hago nada, solo vine a preguntarte una cosa. ―revisó con detalle todo.
― Fuera.
― ¿Te gusta?, el chico. ―puse los ojos en blanco.
― Largo.
― Es una pequeña duda, y creo que tú podrás quitármela. ―fruncí las cejas.
― No es asunto tuyo, ahora sal.
― Eso es un sí. Interesante.
― ¿Interesante?, si no te vas, te saco, pero a golpes.
― Nos vemos en la fiesta. ―tomándome del cuello me besó.
Un beso lento, donde nuestras lenguas eran las protagonistas, respondí como instinto y no quise parar, pero, sorprendiéndome, se alejó, sonrió a centímetros de mi cara y besando la comisura de mis labios, dijo algo que no entendí. Creo que era ruso.
Lo vi salir y entrar a su auto, por unos minutos estuve inmóvil, ¿siempre piensa hacerme esto?, respiré profundamente.
Vamos, espabila, reacciona Amunet, mucho más calmada, conduje a casa, llegué en menos tiempo, saludé a mis padres y fui a mi habitación para cambiarme. No tardé tanto en elegir un vestido, no le tomé importancia a la vestimenta, busqué lencería sexy y con un poco de maquillaje estaba lista.

ESTÁS LEYENDO
Rumores [+18]
Novela JuvenilOí el Rumor de que para amar, tenemos que sufrir, y descubrirlo será un camino lleno de ambos. Dolor y amor. Solo esperemos de que las cosas terminen bien. PROHIBIDO PLAGIO O DISTRIBUCIÓN DE ESTA OBRA. CUALQUIER USO INDEBIDO DEL CONTENIDO SERÁ DENUN...