Rumores [+18]

47. Adelela

Suelto este rumor. Quisiera que me celen así, joder, qué calor me entra por el cuerpo solo de pensarlo.

Con una sonrisa, posamos para los camarógrafos, el lugar estaba a estallar. Después de mucho, por fin, confirmamos una nueva colaboración para la inclusión. Algo que estuvimos necios a conseguir.

― Lo hiciste estorbo. ―susurró Ro cerca de mi oído.

― Lo hicimos todos, que no se te olvide. ―nos miramos mientras sonreíamos.

Con los flashes capturando el momento, busqué la mirada de Luca, a pocos metros de distancia, estaba ahí, con su traje azul, totalmente apuesto, nuestros ojos conectaron y me guiñó un ojo, sintiendo esa complicidad, hice lo mismo. También estaban sus hermanitos, aplaudiendo.

Terminado el momento, nos fuimos contentos, todo salió como lo esperábamos, las generaciones cambian, ahora estamos que explotamos de felicidad.

― Una completa maravilla, amores.

― Amores, lo logramos, uff, tanto trabajo tendrá su recompensa al fin. ―escuchaba que hablaban mientras leía un mensaje.

― Ahora, a celebrar. ―sonriendo a la pantalla, los dejé planeando con Ro la fiesta que teníamos organizada en casa.

Caminando por los pasillos, fui alejándome. Cuando de pronto, tiraron de mi muñeca, volteando, vi a Luca, entre risas, acercó nuestros cuerpos.

― ¿Qué te pareció? ―nos besamos antes de que responda.

― Grandiosa, como siempre. ―divertida, lo abracé, estaba eufórica.

― Es fabuloso ver como vamos avanzando, un completo sueño ver el proceso de todo esto. ―con mis manos en su cuello, y las suyas en mi cintura nos balanceamos.

― Eso se merece celebrarlo.

― Después de la cena, iremos a mi casa para continuar. ¿Te apuntas? ―con un beso corto, asintió.

― Si estás ahí, con gusto.

Estuvimos ahí un par de minutos, besándonos y hablando un poco, cuando espesamos a calentarnos el uno al otro, supimos que tendríamos que regresar, no era el momento ni el lugar.

Ya en la cena, mis amigas hablaron de lo importante y lo agradecidas que estamos todos por su apoyo. Luchamos por nuestros derechos, y lo estamos consiguiendo, sentir eso es grandioso, una euforia que se apodera de cada célula de mi cuerpo.

Hablando de un par de cosas con los chicos de Waltron, sentí que tocaban mi cuello, rápidamente identifiqué ese gesto, volteando, la vi. Después de años la veía, y estaba igual de hermosa.

― ¡Adelela! ―la abracé sin importarme nada más.

― ¡Amuneta! ―su aroma era como lo recordaba. Dulce y agrio a la vez.

― ¿Qué haces aquí?, me dijeron que estabas en Rusia, con tu familia.

― ¿Pensabas que me perdería esto?, Logré resolver ese temita antes de regresar. ―completamente feliz de tenerla aquí, se me olvidó lo demás.

― Ro estallará de felicidad al verte.

― Lo hizo, él me dijo que estabas aquí ―abrí los ojos contenta―. Ahora no seas descortés. ―acomodó un mechón de mi cabello y lo entendí.

Giramos a los chicos que nos veían curiosos.

― Perdonen, Emma, Isabella, Mateo y Luca. Ella es Adele. Adelela, ellos son amigos de la universidad. ―presenté. Y como era de esperarse, ya sabían quién era.