63. ¿Qué pasó?

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Los rumores ya no tienen sentido, tampoco los minutos, ni las horas, es tan confuso todo.


― Necesita reposo. Su presión sanguínea bajó de repente y eso causó que disminuya el flujo de la sangre al cerebro. ―con dolor de cabeza, intenté levantarme.

― Con cuidado. ―se acercan cuando notaron que desperté.

― ¿Qué. . . ―mojé mis labios― pasó? ―inmediatamente me dieron un poco de agua.

― Te desmayaste. ―los escuché tocando mis dedos, me quitaron los anillos.

― Menos de cinco minutos, ahora descansa. Necesitamos que. . .

― ¿Te dijeron algo más? ―interrumpí para ver a Ethan.

― No, pero tienes que des. . .

― Tengo que ir. ―sin importarme nada, me levanté de golpe, lo que causó un poco de mareo.

― Princesa. Tienes que. . . ―soltándome, dejé de escucharlos.

― Estorbo, ¿puedes escuchar? ―no lo hice.

― Luca tuvo un accidente y tengo que ir con él. ―anuncié cuando estuve lista para salir de la casa de mi yaya.

― No seas necia, cuando descanses. . . ―interrumpí a mi hermano.

― ¿Dónde están Ethan? ―dudó antes de hablar.

― Te prometí que te llevaría, pero primero reposa. Y cuando estés bien, yo mismo te acompañaré.

― Estoy bien ―nadie pareció creerme―. Tío, puedes decirles que estoy bien.

― Bueno, un síncope no deja secuelas, a menos que sea un tema neurológico, y como llegó repentinamente, te recuperarás sin problema. Solo intenta no sentir mucha presión, y estar lo más relaja posible para que no suceda nuevamente. Pero para no tener problemas y estar seguros de que todo va en orden, podríamos hacerte unos estudios. ―aconsejó.

― Sí, hagamos eso, princesa, vamos. ―hice que príncipe me suelte, estaba perdiendo la poca paciencia que tenía.

― Vete a la mierda Amón. Ethan, lo prometiste.

― Está bien. Vamos. ―sentí un alivio.

― Iré con ustedes. ―en ese momento llegaron mis padres, tíos y yaya con comida.

― ¿A dónde irán? ―pregunta reina.

― Tengo que tomar un vuelo, regresaré dentro de un par de días, pero tengo que irme ya. ―informé intentando hacerlo rápido para irme.

― ¿Irte?, ¿a dónde? ―se acerca mi yaya para detenerme.

― Tenías razón yaya. Y ahora tengo que viajar porque Luca me necesita. ―o bueno, yo necesito ver que está bien.

― Ay, mi nietecita. ―me abraza. Y los amo a todos, pero, no tengo tiempo.

― ¿Qué sucedió con Luca? ―un nudo se forma en mi garganta.

― No es grave tía Mal, pero. . .

― Después lo explicamos todo, ahora tenemos que irnos. ―entendieron mi apuro y dejaron que nos vayamos.

Eso sí, Ro se nos unió, no dijimos nada porque no lograríamos convencerlo de quedarse y que no tenía tiempo.

Saliendo, un privado nos esperaba, Ethan lo pidió. Indicándole a donde, emprendió marcha. Mirando el exterior quise jugar con mis anillos, pero no los sentí, viendo, mis dedos estaban desnudos. Regresando a la ventana, intenté relajarme un poco.

Sintiendo mi mundo pequeño y denso, llegamos. Inmediatamente, fuimos a comprar boletos, mi primo se encargó, teniendo todo. Informó que el siguiente vuelo sale dentro de treinta minutos. Sin tener de otra, tuvimos que esperar.

― Estorbo. ―puso su mano sobre las mías. Separándolas, revisa la pequeña herida de mi dedo corazón.

No había notado el dolor, pero viendo, me sorprendí. Estuve presionándolo hasta tenerlo rojo, joder.

― Mierda. ―revisé, y no es tan grave, entonces no le di más importancia.

Buscando tranquilidad, presioné su mano con fuerza. Apoyada en su hombro, cerré los ojos suspirando para relajarme.

Quisiera saber cómo está Luca, quiero que esté bien, necesito corregir mi error, y espero que al hacerlo no sea demasiado tarde, porque si lo es, la única culpable sería yo.

Escuchando ruido a mi alrededor, siento un gran dolor de cabeza y brazos. Me cuesta entender lo que sucedió. Todo estaba bien, pero de pronto. . .

― Llamen a una ambulancia. . .

― . . . Que alguien los saque. ―intentando mantener los ojos enfocados, busqué mantenerme despierto. Todo pesaba bastante, es como si tuviera a todo un mundo sobre mí.

Con gran dolor por todo mi cuerpo, logré quitarme el cinturón de seguridad, y nada más, terminé desmayándome sin poder soportar como se sentía cada milímetro de mi cuerpo.

Joder.

De pronto, escuché frases, hablaban entre ellos y a mí, no pude responder a ninguna, tampoco pude abrir los ojos, me costaba, como si no tuviera la fuerza necesaria para hacerlo. Y tan pronto como los oí, dejé de hacerlo poco después.

Fue como si el tiempo no tuviera relevancia en este momento, hace un par de minutos estaba en mi coche y ahora estoy en una cama de hospital. Abriendo poco a poco los ojos, escuché un sonido constante, aturdido, intenté enfocar la vista, y al hacerlo, fui siguiendo la línea que estaba conectada con mi brazo, está conectada a una máquina, era molesto, pero poco a poco dejé de prestarle atención.

Elevando la cabeza, analicé lo que me rodea, colores son suaves y apenas pude seguir viendo porque volví a caer dormido, pero en esta ocasión no sentí tanto dolor. Bien.

Cuando vuelvo a despertar, escucho que mi madre llora pidiendo cosas, entreabrí los labios para llamarla e intentar calmarla.

Un sonido suave salió, tenía la boca seca, con esfuerzo, intenté mojarme los labios para hablar, pero mi lengua estaba igual de seca.

Intentándolo nuevamente. No logré mucho. Sintiendo esa pesadez otra vez, mis párpados se cerraron y dejé llevarme por el cansancio. Una ocasión más estaba ahí. En medio de la oscuridad.

Ya no recuerdo que hora es, pero escucho voces, parecen ser mis padres, hablan conmigo, pero no puedo responder nada. Son solo segundo para volver a caer.

Es como si solo pasaran segundos cuando desperté al escuchar dos voces. Una de Emma y la otra. . .

― ¿Y qué piensas hacer? ―pregunta mi amiga.

― Lo necesario. Recuerdo las veces que él no se rindió para que yo lo escuche y todo regrese. Ahora, seré yo quien lo haga.

― Amu, sabes que te quiero. Eres una gran chica. Pero. . . Luca es muy importante para mí, y no quiero volver a verlo mal. Si no estás segura, mejor no lo intentes. No quiero que después. . .

― Entiendo tu preocupación y que desconfíes, pero créeme cuando te digo, que jamás estuve tan segura de algo como lo estoy ahora. ―con los ojos cerrados, esperé.

Rumores [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora