58. Se fue

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Ya no me gusta esto de los rumores, ella se fue sin escucharlo, él se quedó sin poder explicarlo, sin explicar algo que no recuerda, pero tampoco duda.


Sintiendo un gran dolor de cabeza, fui recobrando la consciencia, todo, escuchando su dulce. No recuerdo que fue lo que sucedió, es muy confuso, estaba en medio de la casa con todos, cuando de repente. . . nada.

Cuando iba a decir algo, directamente mi atención fue directo a Amunet, con su voz temblorosa.

― ¿Qué hiciste? ―aturdido y tratando de reaccionar por completo vi todo.

― Yo. . . ―la escena que presenciaba no era para nada buena.

― Solo dime una cosa, ¿te acostaste con ella sí o no? ―intenté recordar. Sé que no hice nada, no pude hacerlo con nadie más que con mi Stitch, pero la situación era muy confusa.

― Cariño. . . ―inmediatamente, comencé a vestirme, esto no es lo que parece.

― Respóndeme. ―tratando de acercarme, ella se alejó, eso me dolió, su mirada estaba lejana, ya no era dulce, tenía dolor, decepción.

― Sentémonos y hablemos. ―negó con delicadeza, tomando sus manos con calma, alguien salió del baño, fue entonces que se fue corriendo.

Con la cabeza dándome vueltas, busqué alguna respuesta. La necesitaba, no recuerdo nada, pero la seguridad de que no hice nada es firme. Pero joder, la situación no me ayuda.

― Despertaste, bien. ―no había notado nada más, Danna apareció.

― ¿Qué putas pasó? ―casi grité.

― ¿No recuerdas nada? ―con calma fue recogiendo su ropa.

― Sé que no hicimos nada. ―espeté poniéndome zapatos e ir por Amunet.

― Te equivocas, hicimos el amor, sabía que regresarías a mí, tarde o temprano.

― Deja de mentir, puedo no recordar, pero estoy seguro de que en ninguna de las situaciones engañaría a Amunet. ―iba a irme hasta que escuché.

― No puedes dejarme.

― No entiendo por qué apareciste ahora, todo estaba mejor cuando desapareciste, hazlo de nuevo. ―con prisa fui buscándola, la desesperación creció en mí.

― Am. . . Ella. ―viendo a Emma, comencé a caminar sin detenerme.

― ¿Dónde está?

― Luca ―me detuvo―. Am sabe lo de Danna.

Un gran peso se apoderó de mi cuerpo, como si quitaran un parte de mí. Esto está muy mal. El aire dejó mis pulmones al momento de entender lo que suponía todo esto.

― . . . ¿Me escuchas?, no la vi bien. Isa le hablaba, pero pareció que ella tampoco escuchaba ―está mal―. Vamos Luca, reacciona, me preocupa que. . ., no la vi bien. Isa estaba preocupada y sabes que. . .

― ¿Dónde está? ―repetí.

― Estaba ahí ―señaló―. Isa trataba de calmarla. ―nadie estaba en esa zona.

― Emma, ¿dónde está? ―comencé a perder la cordura al no verla.

Ambos nos quedamos mirando por todas partes.

― Ya la vi. ―señaló, caminé rápidamente a ella.

Llegando, me dijo lo que sucedió inmediatamente, sin perder tiempo, traté de ubicarla. Ahí estaba, Carlos la estaba ayudando a caminar, mientras hacía espacio para que lleguen a la puerta más cercana.

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