Se creó el rumor de que, tardó veinte años, pero al fin llegó el chico que hizo romper todas sus reglas, o casi todas, por el momento.
Al llegar a casa, Gato me dio la bienvenida.
― Vale, hola guapo. ―dejé mis llaves y entré.
― A ti te esperaba, señorita. ―estorbo se me acercó.
― Hola. ¿Mis padres?
― En la cocina.
― Bien. ―al ir por ellos Ro se interpuso en mi camino.
― ¿Qué pasó?, Y no me vengas con la excusa de que. . .
― Vale, que pesadito estás.
― Nunca nos mentimos estorbo. ―mirando detrás de él, me aseguré que nadie esté cerca.
― Que he dicho la verdad. ―observó cada uno de mis movimientos, al notar que no mentía, abrió los ojos.
― ¿Es verdad?
― Que sí. ―abrí el bolso donde llevaba la sudadera y se lo mostré.
― No me lo puedo creer ―se acercó y olfateó―. Huele a perfume de hombre ―asentí―. No me lo puedo creer. Rompiste tu regla. Rompiste una de tus reglas.
― Calla. ―subimos a mi habitación para hablar con tranquilidad.
Explicándole todas las reglas que rompí, lo dejé boquiabierto, por razones obvias, no le expliqué a detalle.
― Por mi madre. ―y empezó a reírse.
― ¿No veo a donde le ves tanta gracia?
― Que llegó, tardó veinte años, pero llegó. ―seguía sin entender.
― ¿Pero qué haces? ―marcó y esperó a que conteste.
― ¿Qué pasó? ―en la pantalla apareció Amón.
― ¿Idioma? ―preguntó.
― Eso no importa.
― Tú tienes más potencial con las palabras. ―en la pantalla apareció Axel y se unió a la llamada.
― Cuñado. ―saludé.
Mi cuñado, Axel, es un alemán que mi hermano conoció en su estadía por ahí. Llevan un año y unos meses, que viven juntos y los veo felices.
― Cuñada.
― Ya, ahora, llegó el chico, rompió todas sus reglas con él. ―rodando los ojos aclaré:
― No todas.
― Sí, falta una.
― Te recuerdo que yo me voy dentro de un par de días, no lo volveré a ver, supéralo, que tú estás más emocionado que yo.
― ¿Todas las reglas?
― Casi todas. ―remarqué.
― Da igual, que sea una ya es un milagro. ¿Cuáles fueron? ―estorbo fue quien explicó nuevamente todo, yo solo escuché y minimicé varias cosas que agrandó.
― Madre mía. Qué putada.
― Amón. ―este soltó una carcajada.
― Vale, ya.
― Que sepan que no me hace gracia, no es para tanto, no lo volveré a ver. ―viendo la hora, me levanté para empezar a alistarme.
― Miren, esta es su sudadera. ―le lancé una chancla para qué deje el show.
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Rumores [+18]
Teen FictionOí el Rumor de que para amar, tenemos que sufrir, y descubrirlo será un camino lleno de ambos. Dolor y amor. Solo esperemos de que las cosas terminen bien. PROHIBIDO PLAGIO O DISTRIBUCIÓN DE ESTA OBRA. CUALQUIER USO INDEBIDO DEL CONTENIDO SERÁ DENUN...