Rumores: Es un adicto al trabajo. Un maniático del control. Está enfermo.
― Parece que los planes cambiaron. ―bebí.
― Parece que sí, me necesitan. ―entendiéndolo completamente, asentí.
― Bueno. ―intentando levantarme para vestirme rodeó mi cintura.
― ¿Te gustaría acompañarme? ―su pregunta me sorprendió.
― ¿Quieres que vaya contigo? ―afirmó apoyando su mentón en mis pechos.
― Así las cosas, pasarán más rápido, ¿qué dices? ―llevando una mano a su cabello lo medité.
― No tienen que vernos. . .
― Juntos, si lo sé, pero aquí nadie dirá nada, no te lo propondría si supiera que es insensato.
― No lo sé.
― Vamos ―sus dedos jugaban con mi braga, no dejaba que me concentre―. Y cuando termine, tú y yo nos vamos por algo de comer y regresamos a encerrarnos en la habitación. ―divertida y nerviosa tomé un poco, la garganta se me secó, en cambio, mi sexo se mojó, qué curioso.
― ¿Qué clase de comida? ―detestaba que pueda conmigo, pero era así, estaba convenciéndome.
― Lo que quieras, pero, el postre lo elijo yo. ―la temperatura fue subiendo.
― ¿Y qué sería el postre? ―cuestioné sintiendo sus manos moverse por mi cuerpo.
― Chocolate con helado, todo servido en tu cuerpo. ―jadeé temblando ligeramente.
― Me gusta ese postre, ¿yo también lo tendré?
― Por supuesto, me encantaría sentir como esa boquita traviesa pasa por mi cuerpo. ―y así de fácil me convenció.
Dentro de poco, estábamos alistándonos para ir a la reunión que tenía Luca, como yo tenía ropa ahí, me cambié, después de darnos un baño, donde no pudimos contenernos y nos tomamos dispuestos a disfrutarnos.
Pasados unos minutos, estábamos en su auto, conduciendo en silencio mientras admirábamos la tranquilidad del momento, al principio, meses antes, el silencio solía ser tenso, ahora, era tranquilo, relajado.
Llegando, él se apresuró en ir con Draco, lo esperé en cafetería, ahí, entró una mujer molesta, llevaba una caja y con cara de mala leche, pidió un café.
― Que lo soporte su madre. ―soltó manteniendo una conversación con él.
Intentando no meterme, continué con lo mío.
― ¿Tú eres la nueva secretaria? ―se me acercó.
― Yo espe. . .
― Porque si es así, corre y no mires atrás, ese hombre está enfermo, es un enfermo del trabajo, del control.
― Creo que se confunde.
― Duermo menos que mi madre cuando yo estaba enferma, ya te digo. ―pobre.
― Conozco a Draco y no es tan malo.
― Pues no lo conoces, llevo menos de dos meses y ya no pueda más, me doy por rendida. ―su café está listo, entonces lo cogió y también su caja.
― Si amas tu vida, escapa de este lugar, puede que el sueldo sea bueno, pero no lo vale, no.
Vaya, vaya.
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Rumores [+18]
Ficção AdolescenteOí el Rumor de que para amar, tenemos que sufrir, y descubrirlo será un camino lleno de ambos. Dolor y amor. Solo esperemos de que las cosas terminen bien. PROHIBIDO PLAGIO O DISTRIBUCIÓN DE ESTA OBRA. CUALQUIER USO INDEBIDO DEL CONTENIDO SERÁ DENUN...