21. Los placeres

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Se corre el rumor que los placeres de la vida son diferentes y es como si te llevaran a un mundo nuevo.


― Espera, espera, espera. Me estás diciendo que, durante años, llevan invitándote a salir, y llevas rechazando a todos, a cada uno de ellos, y ahora me dices que unos niños te invitan a salir y aceptas. ―solté una carcajada haciendo girar mi silla.

― Era que los veas, eran muy tiernos. ―sonreí viendo a Ro por la pantalla.

― Ya, suéltalo, ¿qué hay detrás de todo esto? ―rodando los ojos gané tiempo. Detesto que me conozca tan bien.

― Nada, considero que sería interesante. ―levantándome de la silla, voy por mi móvil y le doy a aleatoria a mi lista de reproducción.

― Interesante ―repitió pensativo―. ¿De casualidad no tendrá que ver con su hermano? ―fruncí las cejas sin entender.

― ¿Cómo. . .? ―yo no le dije nada sobre Luca.

― Sí, ¿no lo recuerdas?, lo vimos en las fiestas. O, mejor dicho, si lo recuerdas y por eso aceptaste. ―rodé los ojos, en parte tenía razón.

― No, para nada.

― No te creo, joder, tú no tienes remedio. Y pensar que después del chico ese, el que te hizo romper tus reglas, pensé que estarías pensando en ese chico, pero si tu corazón es más frío que la Antártida. ―si solo supiera que son la misma persona.

― Te lo dije, ese chico no fue la gran cosa. Olvidado por completo. ―le dije poniéndome mi máscara.

― Por lo visto. ―seguimos hablando hasta que se hizo tarde.

Mis clases eran verdaderamente pesadas, pero nada con lo que no pueda lidiar, siempre me gustó cierto toque de presión, me hace sentir viva. Antes de mudarme tenía proyecto tras proyecto, al igual que los eventos, o todo, siempre trataba de mantenerme ocupada.

― La comida, es un gran placer. ―escuchaba las propuestas para nuestro trabajo.

― También lo es dormir.

― Ya sé, el sexo, ese el mayor placer de la vida. ―concuerdo, es un gran placer.

― Ir de fiesta. ―éramos cuatro, teníamos que hacer un video sobre los placeres de la vida.

― Leer, o ver películas.

― El amor. ―hice un gran esfuerzo por no hacer una mueca.

― Podríamos mostrar lo que se siente, hay muchos placeres, y elegir sería difícil, podríamos mostrar las sensaciones al realizar ese placer. ―propuse.

― Me gusta, pero como. . .

― ¿Qué sienten al leer? ―pregunté mirándolos.

― Es como si se flotara en un mundo diferente.

― Desconectarse de la realidad para entrar en fantasía, adrenalina, pasión.

― ¿Y con la música? ―preguntó el pelirrojo.

― Volar entre las notas, entre la melodía, dejarse llevar por el momento, disfrutar de como entras en un mundo nuevo.

― O como se crea una burbuja donde resuena la música, una burbuja donde el tiempo no importa, donde es relativo.

Estuvimos así un poco más, hablamos de lo que sentimos con los placeres de la vida, armando un boceto, terminamos decidiendo como lo haríamos, parecíamos estar contentos con el resultado, entonces empezamos a editar, capa por capa fuimos dando vida a nuestro video.

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