La mañana en que YoonGi conoció a los hijos de los Jung encontró a Ji-woo muy interesante, incluso la consideró el mal menos peor de aquella casa. Espontánea y con una lengua suelta que le era bastante entretenida.
HoSeok por su parte acabó por confirmar lo que ya suponía. No era su tipo de persona favorita. Nunca podrían tener una relación cercana, al menos no como los señores Jung deseaban.
Tras el incidente del cuarto se reunieron en la sala, el chico bajó oliendo a flores, algo extravagante y dulzón para el olfato agudo del pálido, pero eso no era relevante. Lo verdaderamente importante fue la mirada de arriba abajo que le dio, acompañada de una mueca de desprecio a la que el pálido respondió con una medio sonrisa ladina.
No parecía el chico tímido que había visto antes; sino más bien un cabron prepotente que se creía salido de la polla de Jesús. Nada a lo que YoonGi no estuviera acostumbrado. Siendo un joven de escasos recursos que, gracias al trabajo de su madre asistía a un instituto de elite estaba acostumbrado a ese tipo de sujetos.
El mayor creía que era un hipócrita y mojigato que no era capaz de decepcionar a sus padres y por eso trataba terriblemente de ocultar lo mucho que su presencia le desagradaba.
Cuando la menor corrió lejos de allí en busca de sus dibujos favoritos para lucirse ante el recién llegado, los jóvenes quedaron a solas. La atmosfera se sentía cargada y tensa mientras se asentaba un incómodo silencio que el castaño no tardo en perturbar.
- Respecto a lo de la mañana quería decirte que...
- No tienes que decir nada - lo cortó en seco. No quería escuchar nada que pudiera decir el "señor perfecto" como había empezado a llamarlo.
- Ah - HoSeok no estaba acostumbrado a que lo interrumpieran.
- No tienes que fingir HoSeok. No te agrado y prefería que dejaras de lado esa puta sonrisa falsa, porque a decir verdad tu tampoco me agradas.
- Tienes razón no me agradas, pero mis padres desean que...
- Me importa una mierda lo que deseen o lo que sea que te hayan dicho que hagas. Es molesto lidiar con tu hipocresía. Así que haznos un favor y no finjas algo que no sientes. Es estúpido.
- Ahora entiendo porque nunca me gustaste. - HoSeok se mordió la lengua y se guardó dos o tres insultos que moría por soltar - eres bastante - pensó en las palabras correctas - hostil.
- ¿Hostil? - YoonGi arqueó una ceja simulando sorpresa y disimuló una carcajada - ¿es lo mejor que tienes? ¿ese es tu mejor insulto o, acaso es otra cosa lo que querías decirme? - se acercó un poco sin dejar de mirarlo a los ojos tratando de descubrir lo que estaba pensando - ¿Gilipollas tal vez? Dime HoSeok ¿tus padres te han dicho que no puedes usar malas palabras o acaso no tienes un vocabulario amplio?
HoSeok pasó la lengua por sus dientes y tenso la mandíbula mientras sostenía la mirada oscura y profunda de su ahora rival. Estiró ambas manos y empujó fuerte sobre el pecho firme del otro, recuperando el espacio que le había sido robado.
- Que sepas que no me intimidas. No eres más que un chico con complejo de inferioridad, que cree que por tratar a otros como a la mierda será superior. Las cosas no funcionan así, al menos no conmigo.
YoonGi no prestó atención a nada de lo que dijo, estaba aturdido, esas manos bien cuidadas haciendo presión sobre su pecho producían demasiado ruido como para permitirle centrarse en otra cosa. Nunca fue bueno con el contacto físico, menos cuando no estaba acordado, venía de un completo extraño y tenía intención de achicarlo.
Cuando volvió en sí, levantó la voz para que un HoSeok que caminaba hacia la puerta igual o peor de enojado alcanzará a escucharlo.
- En tu puta vida vuelvas a tocarme - el menor se giró y levantó la cabeza en un gesto de superioridad.
- ¿o qué? ¿qué me harás YoonGi?
- No querrás comprobarlo
- Eso ya lo veremos.
Se dio vuelta para irse y termino aquella primera de muchas discusiones con un fuerte portazo.
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Reverso * YoonSeok *
FanfictionDonde YoonGi es un médico sin escrúpulos y HoSeok un juez bastante escrúpuloso. Ambos comparten un pasado que creían haber dejado atrás pero el destino y una mala situación los pone de nuevo cara a cara.