Capítulo 50: promesa

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Mientras un inquieto señor Jung esperaba a sus hijos, estos resolvían seguir caminos diferentes.

HoSeok se tomó un respiro. Permaneció un buen rato en el interior del auto, bajo un cielo estrellado de una noche de verano. Repasando los hechos, con la mirada pérdida en el horizonte, contemplando la misma dirección por la que YoonGi se había marchado.

Cuando decidió seguir su camino, tenía certeza de algo: todo lo que sucedió tanto con YoonGi como con Jay park era también culpa suya. Aprendió de ello y se prometió que nunca más nadie le haría daño, no si él podía evitarlo, a fin de cuentas, es uno quien da a otros la posibilidad de lastimarlo. Guardó la insignia como un recordatorio de lo ingenuo que había sido y con un suspiro puso en marcha el motor.

Escasos minutos después mermó la velocidad. A su lado YoonGi caminaba lentamente, parecía en piloto automático, tanto que no se percataba del vehículo que acompañaba sus pasos. HoSeok bajó la ventanilla y rompió su inconsciencia.

- Súbete

El mayor volteó a verlo y como si no fuera ya a paso tortuga ralentizo el andar mientras procesaba la orden. Nunca se detuvo.

- No gracias - dijo ante unos ojos avellana que lo miraban expectantes.

- ¿Piensas caminar hasta la casa? No seas obstinado YoonGi. Sube de una vez

Contrario a lo que podría pensarse él no estaba haciendo una pataleta; en realidad quería, mejor dicho, necesitaba caminar, eso le ayudaba a despejar su mente y organizar las ideas. Era una forma de calmar el torbellino de emociones que peleaban por ver la luz en su interior. No fue su intención joderle la vida a HoSeok, solo quería sacarse la espinita y enseñarle a Jay park que lo que sea que le hizo no podía repetirlo, ni siquiera pensarlo.

- He dicho que no lo haré

- Bien - el menor no era de rogar y menos en esas circunstancias. No dejaba de pensar lo tonto que era de parte de YoonGi hacer ese recorrido a pie y en la noche, pero no podía afectarle menos, por eso apisonó el acelerador y siguió de largo sin si quiera mirar por el retrovisor.

YoonGi tardó tres cuartos de hora en llegar. Para cuando estuvo en casa las luces del estudio estaban apagadas y HoSeok nervioso le esperaba oculto tras un pilar del portón.

- ¡Mierda! - gritó al advertir su presencia resguardada en la oscuridad - ¡Joder! que puto susto me has dado. ¿Qué haces ahí?

- Esperándote ¿no es obvio?

- Lo es, pero ¿para qué?

- Han llamado del instituto, he tenido que inventar una mentira. A mí no se me da tan bien como a ti ese tipo de cosas es por eso que mi padre no ha creído del todo el cuento, como no ha quedado satisfecho mañana seguro querrá que lo confirmes y es por eso que te he estado esperando, para ponerte sobre aviso.

Desde siempre su relación estuvo plagada de secretos y mentiras, entre ellos, de ellos y alrededor de ellos y esa noche no fue la excepción.

Una vez acordado lo que debían decir de ahí en adelante, ambos entraron a la mansión como ladrones, para luego cada uno encerrarse en su respectiva habitación.

Decir que durmieron plácidamente sin remordimientos y sin culpas seria bulo*.

Aunque lo que les quitaba el sueño era algo más prohibido, una razón quizá más oscura y más dolorosa. Esa noche empezó para ambos una racha insana de lunas pesadas, de insomnios y de anhelos que difícilmente podrían cumplir.
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bulo*: noticia falsa.

Tenía que ser esta palabra porque la aprendí recientemente de Hermann Hesse y tenía que decirlo.

Estoy tratando de leer los recomendados de Nam, que por cierto tiene muy buen gusto. Demian esta genial. Creo que a los pediatras les gustara igual que almendra. Por mi parte amo las influencias por eso YoonGi tiene una debilidad absoluta por Dorian gray y Lord Henry y por eso me gusta Emil Sinclai y Max Demian.

Reverso * YoonSeok * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora