Esa misma noche cuando YoonGi entró al estudio del señor Jung la culpa punzaba en su pecho. Su conciencia se retorcía intranquila. Reclamándole.
Había sido un idiota y seguramente debía afrontar las consecuencias.
El peso de sus actos lo hundía en un enorme vacío que ni todo el arrepentimiento del mundo podía llenar. No se sentía así desde que robó un gato en la infancia. Su debilidad por los felinos y su entonces intacta humanidad le hicieron arrebatar al pequeño de las manos de lo que él llamaba un dueño monstruoso. Por suerte, su madre terminó por darle la razón. Pero, no estaba seguro que en esta ocasión corriera con la misma suerte. No había manera de que lo que hizo pareciera correcto.
Los sucesos de antes no encajaban en el código moral de Jung Geum-jae. Sus yerros estaban a años luz de lo que permitiría que ocurriera en su casa, con sus hijos, con su preciado e inocente HoSeok. Sintió náuseas de sólo pensar en él. No parecía inocente cuando lo observaba con ojos vidriosos, la boca abierta y un obsceno bulto en la entrepierna. Se reprendió mentalmente. No debía seguir con ese hilo si lo que quería era salir bien parado de tremendo lio.
Para empezar no debió tener sexo en el estudio con la maldita puerta abierta y no debió continuar delante de HoSeok. Pero, más que nada, no debió exponerse frente a él. Si de algo se arrepentía era de haberse insinuado como lo hizo.
Por más que pensaba en ello seguía sin entender qué demonios le pasó.
Las hormonas estaban haciendo estragos en su cuerpo. Estaba sobrepasando los límites y si no se ponía un alto no tenía idea de a dónde iba a parar. Necesitaba controlarse sino quería acabar jodiendolo todo al peor estilo Min YoonGi.
Bastó atravesar la puerta para que el señor Jung levantara la vista de los papeles esparcidos en el escritorio y centrara su atención en él.
Nunca fue fan de llamar la atención y en ese preciso momento hubiera querido cualquier cosa menos atención.
- ¿Quería verme? - no pudo mirarlo a la cara debido a la vergüenza.
- ¿Sabes por qué estás aquí? - la voz de Geum-jae sonó neutra, como siempre. YoonGi no percibió en ella el enojo que debía sentir y eso lo puso más que nervioso.
Desde siempre ha preferido causar enojo a decepción. Esa sí que es una culpa difícil de cargar.
- Supongo - esperó equivocarse; sin embargo, no encontró una razón diferente para que el señor Jung solicitara su presencia.
- No lo creo. - con calma se paró de la silla y rodeo el lugar dando tiempo a YoonGi de pensar en todo y en nada a la vez.
Sin decir nada más, una mano firme le extendió un sobre. Un anillo de matrimonio brillo en el dedo anular y YoonGi pasó la lengua por sus labios en un intento inútil por calmarse. Retraído, recibió el papel con manos temblorosas.
Esperaba cualquier cosa. Cada una peor que la anterior.
Concluyó que el señor Jung estaba tan enojado que desistió de ser su tutor. Estaba claro que él no era su hijo y nunca lo sería.
Mientras HoSeok recibía unos días de castigo por sus errores él era echado fuera, lejos de la familia que no quiso tener pero que empezaba a querer de la forma más enferma y miserablemente posible. Se odio por eso, por pensar que podía pertenecer allí, por creer que podía seguir adelante, por ser un completo y total iluso.
Cuando sus manos sudorosas abrieron aquel sobre un dolor lancinante atenazo su pecho. El nudo en su garganta era imposible de deglutir y las lágrimas escocían en sus ojos. - No - susurró inaudible con el dolor a flor de piel. Sabía lo que eso significaba.
- Ha pasado el tiempo suficiente. Creo que estás listo para esto... aunque - el señor Jung rascó su cabeza nervioso - si crees que necesitas más tiempo sólo debes decirlo. Ahora mismo lo único que puedo hacer por ti es eso. Darte tiempo.
- ¿Tengo que hacer esto delante de usted? - preguntó incómodo.
- No, claro que no. Si te sientes más cómodo en privado yo me retiro.
- Señor Jung - aclaró su garganta y se tragó su dolor - ¿Creé que pueda volver allí? Umm... - buscó las palabras para continuar - necesito recoger algunas cosas y, creo que podría usar el lugar.
- ¿Crees que puedes regresar? - YoonGi no estaba seguro. Había pasado un tiempo y había mejorado o eso dijo el psiquiatra la última vez que lo vio. Aunque, estaban las pesadillas y esa furia que amenazaba con consumirlo.
- Si - mintió.
- Bien. Tal vez tengo menos confianza en ti de la que mereces o tal vez soy yo quién no puede sobreponerse. Mi debilidad no me permite regresar a ese lugar. No me siento capaz y me disculpo por asumir que era igual para ti.
- ¿Ha tenido esto todo el tiempo? - preguntó mirando el contenido de aquel sobre.
- No siempre. La policía lo tomó como evidencia y estuvo en sus manos mientras se cerraba la investigación. - se dispuso a salir dándole al más joven el espacio y la privacidad que requería para leer lo que reposaba en sus manos.
- YoonGi - regresó sobre sus pasos y encontró al pálido enjugando sus ojos.
El menor agachó la cabeza para ocultar su evidente llanto.
- Si - sorbió su nariz. Lagrimas saladas se filtraban sin permiso. No podía mirar otra cosa que no fuera la sangre seca que confundía y distorsionaba la caligrafía perfecta de la nota de suicidio de su madre muerta.
Por primera vez desde aquel funesto día lo vio llorar esa terrible pérdida y por extraño que parezca el señor Jung se sentía orgulloso de eso. Era un gran paso hacia la aceptación del duelo. "has crecido hijo mío" pensó, pero no se atrevió a decirlo en voz alta.
- Estaré más tranquilo si vas con HoSeok y esta vez no tendré en cuenta tu opinión. Así que ¿o lo tomas o lo dejas?
- Iré de igual forma.
- Bien. Muy bien - los pasos se alejaron nuevamente y sólo entonces YoonGi se permitió llorar sin censura. Todo el dolor reprimido se desbordó. Lagrimas bañaban su rostro. Con la carta empuñada se dejó caer en la silla. El sentimiento fue desgarrador. Le dolían las entrañas, le costaba respirar y quería gritar.
No lo creía, se negaba a aceptarlo. - patrañas - dijo una y otra vez.
Desesperado y lastimero quiso aferrarse a un sentimiento menos miserable. Necesitaba recuperar el coraje que anulaba su tristeza, pero le fue imposible. No pudo seguir ocultando su dolor. Su muro de seguridad había sido derrumbado y era momento de afrontar la pérdida de la forma correcta. Sin esconderse detrás de una falsa fortaleza a base de furia y dureza.
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Reverso * YoonSeok *
FanfictionDonde YoonGi es un médico sin escrúpulos y HoSeok un juez bastante escrúpuloso. Ambos comparten un pasado que creían haber dejado atrás pero el destino y una mala situación los pone de nuevo cara a cara.