YoonGi no alcanzó a dormir cuatro noches en paz cuando algo llegó a perturbarlo.
El señor Jung fue a buscarlo. Lo cual por si solo ya le generaba tormento; pues, este siempre que quería hablar con él lo hacía durante la comida o después de eso en el estudio. En ocasiones le pedía que pasara al día siguiente por la oficina. ¿Qué podía ser tan importante que no podía esperar?
- YoonGi
El menor hizo a un lado los libros y se paró de la silla para mostrar respeto - padre.
Hacía poco tiempo que empezó a llamarlo así, aún no se acostumbraba del todo. Era extraño. En toda su vida nunca tuvo a quien decirle esas palabras y de repente alguien le pedía que lo hiciera.
- No tienes que pararte, puedes permanecer sentado; es más, yo mismo me sentare ¿puedo? - dijo acercándose a la cama.
- Claro.
- Bueno hijo, lamento interrumpir tus estudios. Pero el asunto es importante; al menos para mí.
YoonGi ya sabía eso. De otra forma no habría ido a su cuarto a esa hora y con ropa de casa, se veía como otra persona vestido de ese modo tan informal, incluso llevaba unas pantuflas cafés de garras. El menor tuvo que reprimir una risa. O eso hacia hasta que el señor Jung soltó una bomba sobre él que le borró cualquier rastro de gracia de la cara.
- Veras, la cuestión es que... bueno... se trata de HoSeok en realidad. - YoonGi se quedó frio ante esas palabras, pero guardó la calma. Ya una vez había asumido cosas que no eran y no iba a hablar de más hasta estar seguro de que el señor Jung se refería a lo mismo que él estaba pensando. - HoSeok no es un niño y lo sé. Sin embargo, no puedo evitar preocuparme por él. Supongo que viste el periódico la otra vez ¿Quién no lo vio? En fin, debes estar enterado del problema con Donggeon. El caso es que, en unos días, más exactamente el sábado siguiente, habrá una fiesta - sí que la hubiera cagado si hubiera abierto la boca. Aunque, estaba seguro que lo que iba a decir el señor Jung era igual de malo que lo que él pensó que diría - y yo no estaría tranquilo si él va allí solo.
YoonGi no quería saber nada de esa dichosa fiesta y mucho menos de lo que ocurriría después. Su nuevo estilo de vida era ignorar; si no lo veo no existe, si no me entero no paso, y si no lo digo en voz alta no es cierto. Lo mejor era no estar enterado de nada que tuviera que ver con HoSeok y eso incluía fecha, hora y lugar de esa fiesta.
Su padre no podía saber eso y no adivinó la carga que soltaba sobre su hijo al pedirle ese favor tan especial. Un estúpido e irracional favor según YoonGi.
- Es por eso que quería pedirte que lo acompañes. No tienes que estar pegado a él toda la noche. Solo por si acaso. No sé ni por qué lo hago, pero tengo un mal presentimiento. No quisiera que Donggeon o alguien más le hiciera daño. Y, aunque confió en que él puede defenderse por sus propios medios tu madre y yo dormiremos mejor si sabemos que tu estas ahí, acompañandolo.
YoonGi quería decir que no podía, que tenía clase el sábado, pero sería una mentira obvia. Pensó decir que tenía trabajo o que la banda se presentaría en un evento musical, un concurso o algo así, esa era la mejor opción; pero, cuando miró a su padre a la cara, no pudo hacerlo, en su lugar lo único que pudo decir fue - Si señor. Ahí estaré si eso es lo que desea.
- Gracias hijo - El señor Jung se puso de pie y se acercó a YoonGi para acariciarle el pelo - sabía que podía contar contigo. Siendo así no te quito más tiempo. Estudia bien y duerme un poco, parece que llevas días sin descansar.
- Gracias - YoonGi no sabía por qué agradecía si por el concejo, porque echó de ver su cansancio, por la confianza o por la caricia. Quizá por la última o por todo.
Lástima que fuera a decepcionarlo. No iba a poder cumplir sus expectativas. Si tenía certeza de algo eso era que no cumpliría su palabra, una cosa era segura, no iba a ir a esa fiesta y no iba a ver como HoSeok se iba a pasar la noche con otro.
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Reverso * YoonSeok *
FanfictionDonde YoonGi es un médico sin escrúpulos y HoSeok un juez bastante escrúpuloso. Ambos comparten un pasado que creían haber dejado atrás pero el destino y una mala situación los pone de nuevo cara a cara.