Capítulo 29: infraganti

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YoonGi llegó a casa después de un largo día de exámenes y trabajo. Era viernes y la huella de los días anteriores dejó en él el más terrible peso del cansancio.

Se dió una ducha larga de agua tibia y fue al lugar de sus placeres en busca exquisito ejemplar que al guiarlo por la vida y emociones de otros le obligara a olvidar la propia. Un libro que le devolviera al fin un poco de la vitalidad que había perdido al recorrer el horrible e inevitable camino para hacerse el hombre que aspiraba ser en un futuro no muy lejano.

Al entrar al santuario de su padre no pudo evitar reparar la luz encendida y a quién yacía concentrado en el ordenador con cierta curiosidad. Se aproximó silencioso, como un gato de pasos perfectos y sigilosos.

- Buuuu - la cara de espanto y el horror reflejado en los ojos terriblemente abiertos que le devolvieron la mirada era todo un chiste para el mayor.

- ¡Dios! Apareces de la nada como un espectro.

- No soy nada parecido a un espectro. - era más que conciente de su belleza - Tu cara de susto dice mucho del estado de tu conciencia. - YoonGi achico los ojos mientras le regalaba una sonrisa maliciosa. - ¿Qué se supone que estás haciendo? ¿te he pillado en algo?

- Yo ... yo solo estaba pintando.

- No estas pintando justo ahora - la cabeza del mayor se inclinó un poco para ver mejor. - ¿Desde cuándo te gustan los jugadores de tenis? no pareces el tipo de persona que se derrita por un deportista - soltó una carcajada al ver la cara de asco que esas palabras causaron en la menor.

- Obvio no, a mí me van los actores y las estrellas del pop.

- Ya lo imaginaba. Eres la reina del melodrama.

- Lo soy - estaba orgullosa de eso - es el computador de HoSeok - aclaró la chica señalándo con ambas manos - ¿acaso no es obvio? - alzo una ceja con gracia.

- Lo es - YoonGi sonrió bajito.

Ji-woo era toda él y eso le llenaba el corazón de una extraña sensación de cercanía y calidez. Una familiaridad que nunca antes había sentido.

- Lo que no es obvio es que haces tú escarbando en sus cosas.

- Solo quería buscar una referencia para mi nuevo cuadro - YoonGi puso su mejor cara de: no es eso lo que te he pillado haciendo y ji-woo colocó cara de niña buena - pero... - YoonGi levantó ambas cejas a la expectativa de una explicación - él ha dejado todo abierto ¿puedes creerlo?

Era extraño siendo tan obsesivo y ordenado como era, pero para YoonGi que no lo conocía tan bien como su hermana era algo de lo más natural.

- Y tú - presionó un dedo pálido y frio contra la frente de la menor - señorita metomentodo no has podido evitar dar una ojeada.

- Yoon es inevitable. Apuesto a que tú también lo harías. Además, no ha sido solo una ojeada - dijo sin el menor remordimiento.

"la única manera de librarnos de la tentación es rendirnos a ella" pensó el mayor - No, claro que no - no era de entrometerse en asuntos ajenos; Sin embargo, sentía una inusual e irritante curiosidad por todo lo relacionado con HoSeok. Pero no iba a admitirlo. Todavía no era tan descarado.

- Y por eso estabas tan nerviosa o - dejó una mano en la barbilla para dar la sensación de estar pensando - ¿acaso has encontrado algo interesante? - se sintió patético. No podía creerse que el mismo tratara de lograr información de esa manera.

- Nada. - dijo la joven con desgano - Hobi es de lo más aburrido. Solo mantiene conversaciones extrañas con sus amigos y un tal Jay Park* también habla con una chica de nombre raro una tal Rebeca Marie*

- ¿Ah sí?

- Si - YoonGi mantenía los ojos fijos en su hermana.

- Pues déjame decirte que eres una pequeña entrometida.

- ¿Yo? - puso una expresión de falsa incredibilidad - ¿Pequeña? - parecía ofendida, su voz se tornó afilada - mira quien habla.

YoonGi omitió el comentario sobre su estatura - ¿No me discutes lo de entrometida?

- No hay manera de que pueda hacerlo me has pillado infraganti. Pero, como te he dicho no hay mucho que mirar. Aquí solo hay búsquedas de deportes y deportistas y un montón de absurdas conversaciones sin sentido.

- Bien - el mayor puso una mano sobre el hombro de la chica - ya deja de husmear en las cosas de otros y hazte cargo de tus asuntos. - su mano palmeo el pequeño hombro en señal de apoyo - Ya quiero ver ese nuevo cuadro.

- Bien...bien - Ji-woo sacudió de su delantal una mugre invisible y salió dejándolo en compañía de un montón de libros y objetos inanimados.

YoonGi simplemente no pudo evitar mover un poco el cursor. En realidad, la curiosidad agitaba todo su ser, por una absurda razón que ni siquiera tenía clara, moría por conocer un poco a su vecino de cuarto. No miraría sus conversaciones, claro que no, ese nivel de irrespeto por lo ajeno se lo dejaba a la menor. Solo tal vez, buscaría algo que le diera una pista de cómo era HoSeok en realidad.

Mas pronto de lo que esperaba algo reclamó su atención y casi al instante una idea extraña se pavoneó en su cabeza, no necesito dar vueltas para volverse una certeza. Al menos Ji-woo no había escarbado en el historial, hubiera Sido una lastima que lo hubiera hecho. Ella seguramente no hubiera encontrado fascinante lo que él no dejaba de admirar.

- ¿Quién es el fisgón ahora?
YoonGi se sobresalto un poco con esa voz. Le habían pillado con más manos en la masa. Giró la cabeza y ahí estaba Ji-woo con su cabeza asomada por la puerta levantando sus cejas graciosamente y burlándose de él.

- Yo solo iba a apagarlo. - mintió.

- Lo que digas - YoonGi cerró el equipo y salió de allí con un propósito en mente.

- Mentiroso - susurró Ji-woo cuando paso indiferente por su lado.

El aludido dio media vuelta y la acorralo contra la puerta, sus manos maliciosas se deslizaron al abdomen de la pequeña y se movieron despiadadamente hasta que esta suplico sin aire en sus pulmones.

- Basta... basta. Me muero - las cosquillas no eran lo suyo más bien se sentían como una horrible tortura y YoonGi lo sabía mejor que nadie por eso seguía ejecutando esos ataques inesperados.

- Mi panza - sus manos se abrazaron sobre su abdomen en el más primitivo acto de defensa - duele. - no dolía en realidad, pero era algo así como una palabra de seguridad que funcionaba a la perfección.

Cuando las manos se alejaron de su cuerpo y hubo recuperado el aliento dijo con voz dramática - eres malvado.

- Será nuestro secreto - respondió el monstruo de las cosquillas mientras se alejaba.

- Lo será. - dijo su cómplice y hermana favorita. Su rostro aún con rastros del ataque de risa del que recién fue víctima.

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"la única manera de librarnos de la tentación es rendirnos a ella" * porque no habrá manera que me olvide de esta frase y del maravilloso hombre que la escribió. Ojalá hubiera podido vivir en otra época que lo entendiera y lo aceptara como merecía; aunque, de ser así seguramente no hubiéramos tenido el placer de leer su novela.

Jay Park* porque tiene toda la pinta de bad boy y necesito que sea uno. Solo por vicio.

Rebeca Marie* porque la amo. Tengo una debilidad por las personas pequeñas y ella es una de esas personas irresistibles.

Reverso * YoonSeok * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora