Capítulo 39: cosas de hermanos

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YoonGi cumplió su cometido y HoSeok siguió como si nada. Como si nunca hubiese tenido sentimientos deshonrosos por su hermano mayor y como si no muriera de ganas por besarlo toda vez que lo tenía en frente. Las aguas estaban en calma, la marea había bajado y no parecía tener ganas de volver a subir.

Tenían una relación como la que siempre debieron tener y como la que sus padres deseaban que tuvieran. Se trataban como hermanos y hacían cosas de hermanos. No eran precisamente de esos que se quieren y están todo el tiempo juntos como chicles; sino, más bien de esos que tienen un sentimiento mutuo y marcado de amor-odio. De los que se joden la vida todo el tiempo, abrumando la existencia del otro solo porque si, que se dicen mamadas y se tratan a las patadas; pero, que cuando se necesitan están ahí solo por si acaso. 

Cuando YoonGi estaba en casa y no tenía nada que hacer o tenía todo por hacer y carecía de ganas para hacerlo, los tres jóvenes se reunían en el estudio.

Ji-woo pintaba un hermoso cuadro e instaba a YoonGi a que le ayudara, a lo cual, siempre recibía una negativa. El mayor inventaba cualquier excusa ya que no pretendía volver a pintar.  No era masoquista y eso era doloroso para él, cada vez que cogía un pincel veía la mujer que le enseño a hacerlo, veía la sonrisa de su madre e incluso podía escucharla alardeando de que su Suga era un gran artista. No iba a torturarse de esa forma, no podía soportarlo, ni siquiera por la pequeña Ji-woo.

HoSeok por su parte leía sus libros cochinos en plataformas en las que los escritores son anónimos, las historias cobran vida, los libros no tienen censura y los detalles son exquisitos, y ya lo había dicho antes, el castaño amaba los detalles.

YoonGi era un viejo atrapado en un cuerpo joven. Un amargado según sus hermanos. Leía en papel, con la luz de una lámpara encendida porque “los libros en papel no pueden ser leídos a oscuras” * con unas gafas de Harry Potter que lo hacían lucir tierno. Le gustaba sentir las hojas en su mano, entre sus dedos, por eso se tomaba su tiempo pasando páginas. Era amante de las pastas duras, amigo del pie de página. Se dejaba seducir por los títulos extravagantes y estaba casado con los libros clásicos. Era también un lector empedernido de leyendas asiáticas.

- He estado pensando – HoSeok interrumpió su lectura y asomó la cabeza por un lado del ordenador para que este no se interpusiera entre él y sus interlocutores.

Ji-woo no le prestó la mínima atención; seguía dando pinceladas y moviendo su cuerpo adelante y atrás para ver el resultado desde diferentes perspectivas. Su cabeza se movía de forma extraña cada vez que volvía a dar una estocada al lienzo.  HoSeok pensó que si seguía así iba a terminar con torticolis o peor, necesitando un exorcismo.

YoonGi levantó la vista de su libro y sus ojos oscuros se encontraron con los del menor - ¿Tú piensas? – levantó una ceja en el más peligroso gesto de sorpresa.

- Si – respondió cortante - más a menudo de lo que te imaginas.

- ¿Y qué piensas HoSeok? – lo alentó a decirlo en voz alta.

- ¿Crees que los libros envejecen con el autor?  Que a medida que pasan los años los personajes se hagan viejos y las historias que cuentan también.

- No entiendo – YoonGi si entendía, solo quería molestar un poco; es más, el mismo había pensado eso algunas veces. Un niño escribe sobre un niño, un joven sobre un joven y un adulto sobre un adulto.

HoSeok iba a decir “No me exprese bien. Lo siento” pero cuando vio la sonrisa ladina en la cara del mayor junto a esa expresión patognomónica de victoria que ponía cada vez que conseguía burlarse de él, cambio de opinión.

- Entendiste perfectamente. Me expresé bien y tú no eres tonto para no entender algo tan básico, así que, deja de ser un sádico mentiroso y no finjas conmigo.

- Tal vez – respondió sin mas. Mientras volvía a la lectura o fingía hacerlo.

En realidad, estaba pensando en lo obvio que empezaba a ser para el menor, en lo fácil que descifraba y exponía sus intenciones. 

- ¿Por qué, a veces, cuando leo siento que un libro ha sido escrito por varias personas? – no iba a preguntarlo; estaba pensando en voz alta.

Como la atención del mayor no estaba realmente en su propio libro respondió también sin querer hacerlo, un reflejo inconsciente.

- Porque los autores son otros. No permanecen iguales en sus distintos días y porque un libro es un conjunto de libros, un millón de historias. Los hombres escriben lo que leen por eso sus historias rebosan de sus lecturas.

- Que poético YoonGi – quien habló fue la menor, que para sorpresa de todos estaba escuchando el discurso del mayor. – deberías publicar tu propio libro.

- ¿Tú no estabas pintando? – pregunto HoSeok irritado. - Y tú – su mirada viajó hasta el pálido que sostenía el libro en sus manos y miraba a Ji-woo con recelo. - con tanta inspiración deberías hacerle competencia a un Paulo Coelho. Te creo la cuenta en twitter si quieres*.

- Muy gracioso – dijo YoonGi y retomó la lectura sin fingir.

HoSeok cerró cada ventana, apagó el computador y salió de allí con el equipo debajo del brazo.

- Me voy, con ustedes no se puede hablar. – dijo a la vez que cerraba de un portazo.

- ¿Y ahora que le pasó? – preguntó YoonGi sin entender la razón de su enojo.

- Odia a Coelho – dijo mientras sonreía a su cuadro abstracto.

- ¿y?

- Solo mencionarlo lo pone de mal humor. Además, tu respuesta ha sido tan impropia de ti que cree que le estabas tomando el pelo y no puede con eso. 

- Ya veo.

- Es difícil de entender a veces; pero… si te das la oportunidad de conocerlo, lo amaras. Créeme. Yo lo amo y no por ser mi hermano. Simplemente es irresistible y se lo merece. – “lo que menos me conviene es amarlo” pensó el mayor sin dejar de mirar la puerta, como si quisiera que el menor regresará o como si esperara que en cualquier momento se abriera de nuevo.

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“los libros en papel no pueden ser leídos a oscuras” * esto o algo parecido lo leí en Nerd y me encantó y como es costumbre traigo aquí lo que amo.

* Un día leí un artículo de un escritor colombiano – Héctor Abad Faciolince - sobre las razones para no leer a Coelho (yo lo leía mucho y me decepcionaba mucho también). Y, para colmo, esta semana encontré un tik tok de un rap o parte de uno o lo que sea que es, donde decía: “Da igual lo que escriba si al final es Coelho, prefiero un escritor manco que un poeta tuitero” y adivinen quien quería contarlo.

Reverso * YoonSeok * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora