Después de un merecido descanso YoonGi despertó con el sol ardiente de medio día sobre su cara, arrugó el entrecejo y apretó los parpados para no abrumarse con tanta claridad.Batallando entre el despertar y la inconciencia se levantó de la cama con el cabello revuelto y los ojos pesados al más puro estilo zombie. Arrastró sus pies perezosos hacia la cocina o eso pretendía cuando el celular de HoSeok se lo impidió. YoonGi que no era un entrometido, por necesidad y; nada más que eso, dirigió la vista hacia el objeto sobre su escritorio. Tenía muchas dudas sobre lo ocurrido la noche anterior y era probable que allí encontrará respuestas. Sabia por Ji-woo que el joven no le ponía seña a nada y que las pocas claves que usaba eran raras y bastante difíciles de descifrar, aunque imposibles de olvidar, nadie olvida cosas como: "unmontondezanahorias" pero pocos pueden adivinarlas.
Tomó el artefacto en sus manos sintiéndose inmaduro e insolente, no podía evitarlo. "El fin justifica los medios" *.
Como supuso y por fortuna no tenía bloqueo, fue solo deslizar y teclear un poco para acceder a la conversación con Jay park. No iba a leer todo; solo necesitaba claridad respecto a la noche anterior. Lo cual no ocurrió. Lo único que encontró fue una conversación breve. Nada útil.
- ¿Dónde estás? recuerda que tenemos una reserva pendiente.
Sintió que se le encogía el estómago de solo imaginar lo que pudo haber pasado y lo que hubiera dejado de ocurrir si HoSeok se hubiera ido con él.
- Púdrete .l.
YoonGi seguía sin tener idea de la razón por la cual HoSeok llego borracho y llorando. Aun así, esbozo una media sonrisa al ver esa respuesta. Ese HoSeok le gustaba mucho; en realidad, todas sus versiones eran su debilidad. No sabía en qué momento ni cómo empezó a gustarle tan locamente pero ya no había vuelta atrás. Esa mañana había cruzado la línea y sus límites habían dejado de existir.
Dejo el celular en su lugar e hizo de cuenta que no estaba de irrespetuoso.
Recogió un poco el tiradero que habían hecho y se dio una ducha rápida para ir a buscar algo comestible. Estaba muriendo de hambre y como solo ocupaba el apartamento para los ensayos no tenía la alacena llena. Cuando mucho había leche que no podía faltar, paquetes de comida instantánea, café de Dojjon y unos snacks de Hajoon de los que robaría uno mientras solucionaba el asunto del almuerzo.
Pensar en ellos le hizo doler la cabeza. Había dañado el bajo de Jaehyeong y tendría que soportar sus reclamos y quejas por un largo tiempo. Estaba acostumbrado a lidear con él, pero sabía que esta vez lo tenía más que merecido. El mayor amaba ese instrumento con su vida. Con suerte lo perdonaría en un par de meses y una docena de polvos. Porque YoonGi guardaba la ilusión de que nada en su vida cambiara después de ese día.Creía facil olvidarse de HoSeok y de lo que hicieron. No podía estar más equivocado.
Su humor empezaba a empeorar, se sentía culpable, enojado y hambriento. No sabía cómo iba a reaccionar el menor cuando despertara y por si fuera poco, no dejaba dar vueltas a lo que pudo haberle ocurrido estando borracho y solo.
Finalmente y debido a la escasez de provisiones y sobre todo a su inexperiencia culinaria optó por un domicilio exagerando bastante con las ordenes, efectos secundarios del ayuno prolongado y la extenuante actividad física.
Mientras esperaba abrió las ventanas para airear la casa y que recibiera un poco de sol de día y se dedicó a examinar al detalle el desastre que había dejado. Con suerte logró reparar la batería lo que si era otro asunto era el bajo. No estaba roto, pero tenía unos rayones y conociendo a Jaehyeong moriría al verlo. Seguramente haría un show digno de Hollywood.
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Reverso * YoonSeok *
Fiksi PenggemarDonde YoonGi es un médico sin escrúpulos y HoSeok un juez bastante escrúpuloso. Ambos comparten un pasado que creían haber dejado atrás pero el destino y una mala situación los pone de nuevo cara a cara.