YoonGi no podía estar más excitado. Desconectado del mundo, viajando de éxtasis. Si fuera un tipo creyente diría que vio a dios en ese momento. Finalmente entendía a paganos y antiguos griegos. El mismo perdió la cabeza, ese orgasmo le dejó completamente en blanco acercándole más que nunca al desconocido paraíso.
Tan satisfecho que apenas recobró la conciencia se sintió en deuda y las deudas se pagan cuanto antes.
Embelesado no quitó ojo de HoSeok que yacía en el suelo como un adonis. Arrodillado con las perfectas manos reposando sobre sus muslos firmes desnudos. Sus ojos llorosos conmemoraban lo que acababa de hacer. Respiraba pesadamente tratando de recuperar el aliento perdido y sonreía con sus labios enrojecidos y lubricados tras la reciente felación, en su barbilla se distinguía un rastro de semen o tal vez saliva o ambos, lo que daba igual para YoonGi; en realidad, le resultaba jodidamente atractivo verlo así, tan dócil y tan sucio, se preguntaba cómo el escrupuloso de su hermano logró hacer algo como eso y sobre todo cómo lo llevaba tan bien, seguramente después se lavaría mil veces. Sin dar vueltas al asunto, limpió el rastro de fluidos con el pulgar mientras sus dedos pálidos y fríos acariciaban la barbilla del menor. Lamió su propio dedo con cara de placer absoluto.
Con agilidad y sin esfuerzo lo levantó del suelo y lo llevó hasta la cama donde beso cada rincón de su cuerpo caliente para luego entretenerse con su sexo ya duro y mojado. Debía devolver el favor de la mejor forma posible y eso hizo.
Sus intenciones eran algo así como pagar con la misma moneda. El lado positivo del famoso ojo por ojo.
Tenía claro que eso era lo único que haría, devolver el favor o eso pretendía hasta que HoSeok gimió su nombre
- YoonGi - su cuerpo se retorcía a medida que su falo era succionado y la lengua experta del mayor trataba de compensarlo - follame por favor. N... no puedo esperar más. No quiero hacerlo.
Como si no hubiera tenido un orgasmo resucitador recientemente, su apetito sexual seguía intacto, estimulado más que nunca por el objeto de sus fantasías, HoSeok. Quien se había convertido en la personificación de sus preferencias eróticas, su tipo ideal.
Tras días de hacerlo mentalmente suyo, solo mirarlo desnudo y dispuesto era suficiente incitación para que la excitación no se hiciera esperar, la semierección residual se recuperó rápidamente, insultando la biología humana y dándole una cachetada a la lógica de la función sexual. Estaba más cachondo y duro que antes, la voz de HoSeok rogando por mas tenía una conexión directa con su entrepierna, como era de esperarse no pudo negarse a nada que pidiera esa boca gloriosa.
Bastó un par de minutos, un preservativo y un pote de lubricante para satisfacer esa necesidad sentida.
YoonGi arrastró el cuerpo del menor hasta el borde de la cama, deslizó el látex sobre su miembro erecto y cruzó sus piernas en tijera sobre uno de sus hombros para garantizar un pase directo a la gloria. Hizo al fin lo que llevaba días queriendo hacer, deslizarse en su interior. HoSeok seguía tan estrecho como lo recordaba, proporcionándole un placer sublime, cada estocada que daba era un viaje de ida y vuelta al cielo.
El ritmo y la frecuencia fueron en ascenso y YoonGi jadeó necesitado de oxígeno mientras HoSeok gemía descaradamente, aumentando el placer propio y el ajeno. Estaba en su límite, sentía que no iba a aguantar más.
- E... ahhh...espera - el pálido se detuvo de golpe.
- ¿Te hice daño? - preguntó preocupado.
- No - el menor pronunció cada palabra con dificultad, su garganta estaba seca y su voz salió ronca y afectada - no es eso.
- ¿Entonces? - YoonGi lo recorrió con la mirada, examinándolo ansioso.
- No quiero terminar así - el mayor estaba cada vez más confundido.
No entendió lo que ocurría hasta que HoSeok tiró de él y le dio media vuelta en la cama para subirse a horcajadas sobre él.
- Es así como quiero que sea. - susurró peligrosamente y guiñó un ojo de forma malditamente sexi. - ¿te molesta?
Estaba sorprendido pero orgulloso, HoSeok montándolo era todo un placer adquirido.
Hasta ese momento en sus más perversas fantasías siempre era el quien llevaba la batuta. Esa variante no considerada era un factor más que interesante, que HoSeok tomara la iniciativa lo prendía y cautivaba en partes iguales.
- Por supuesto que quiero que me montes - dijo mirándolo con lascivia y atrayéndolo hasta él para besarlo efusivamente.
- Ahhmm - se quejó el menor cuando sus labios fueron atrapados descuidadamente entre los pequeños dientes del mayor.
- Tú de verdad quieres esto - dijo ante el fuego de su mirada, sonrió con malicia y lo beso de nuevo a la vez que sus manos pálidas recorrían sus suaves y tonificados muslos para terminar acariciando sus deliciosas nalgas - No seas remilgado, ambos sabemos que puedes hacer mucho más que besos sucios. Son solo mordiscos Hoba, no te quejas cuando es tu lengua la que está en mi garganta.
El menor sonrió pícaro, lo cierto es que le gustaba. Disfrutaba mucho cuando los besos se subían de tono, se hacían más húmedos, carnales y primitivos. Acarició el torso desnudo de YoonGi, beso nuevamente sus labios, para después dejar un camino en el borde de su mandíbula y bajar atendiendo su cuello y chupando su pulso mientras con una lentitud tortuosa, que rayaba lo insano acomodó el miembro erecto en su agujero, se deslizo sobre él con un lento movimiento mientras de su boca entreabierta salían pequeños sonidos de infinito placer.
Esa posición era la perdición para ambos. HoSeok que era un bailarín por excelencia, movió la cadera como solo él sabía hacerlo, enloqueció de placer y llevo a YoonGi a su paso, después de marcar un buen ritmo y de un vaivén de cadera constante que se acompasaba con gritos, gemidos y gruñidos el menor terminó por motear placereres en el abdomen de su hermano, quien complacido con el paisaje alcanzó un merecido segundo orgasmo.
- Creo que ha estado mejor de lo que imagine - concedió el menor recostándose en el pecho sudado del mayor.
YoonGi acarició su espalda desnuda y siseo una risa. El HoSeok que conocía estaba recostandose en su propio esperma.
- Ha sido una puta pasada. Eres todo un pervertido - dijo el desastre hecho persona que era YoonGi por entonces, su cara de orgasmo seguía presente, su cabello largo desordenado era incluso gracioso. Pequeñas perlas de sudor adornaban su frente y escurrian por sus patillas.
- Ahora lo entiendo
- ¿Qué cosa?
- Porque el sexo debería ser sucio
- No me digas que soy el mejor polvo de tu vida - se burló YoonGi
- Eres el único ¿lo olvidaste?
..................................................................YonGi nunca hace lo que pensaba hacer y yo nunca escribo lo que pensaba escribir.
Nunca digas nunca. El sexo como la vida es impredecible.
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Reverso * YoonSeok *
FanfictionDonde YoonGi es un médico sin escrúpulos y HoSeok un juez bastante escrúpuloso. Ambos comparten un pasado que creían haber dejado atrás pero el destino y una mala situación los pone de nuevo cara a cara.