- ¡Mamá! - chilló HoSeok pasabando sus largos dedos por las teclas negras de aquel usado piano y acariciando disimuladamente la mano de quien trataba de tocarlo.
- ¿Qué pasa cariño? - preguntó Sora aparentemente concentrada en elegir una nueva partitura.
- Yo también quiero aprender.
YoonGi sonrió gentil y Sora cerró sus ojos apretándolos frustrada mientras dejaba escapar un suspiro cansado.
- Tu eres malo con los instrumentos. Lo tuyo es el baile cariño. No distraigas a tu hermano.
Algo que claramente hacia pues el mayor había dejado a medias la tonada.
Sora cerró la carpeta y se incorporó para buscar en el atril la partitura que quería.
- Pero mamá - se quejó HoSeok desplomándose lastimero en el diván. Era toda una nota mental del típico paciente en consulta de psicología representado en películas y dramas - Yo de verdad quiero estar aquí - Hizo un puchero- déjame aprender - suplicó.
- Bien, pero no aporrearas el piano. Nunca más - sentenció la madre del menor negando con un sutil movimiento de cabeza como si recordara una mala experiencia. Siguió buscando distraída entre las múltiples hojas.
- ¿Por qué no? - el menor se paró de golpe y se acercó a su hermano - ¿puedo sentarme junto a Yoon?
- Porque es una tortura. Y no, claro que no puedes, eso implica distracción.
YoonGi tensó su cuerpo y sonrió malicioso debido a que un intrépido HoSeok delineó un camino ascendente con un insinuante dedo índice por la cara anterior de su muslo, dando a entender que no quería sentarse junto a él sino sobre él.
Una vez cumplió su objetivo; poner mucho a su hermano, recorrió el lugar ausente, fingiendo que su propio juego no lo afectaba a él también. La voz de Sora matizaba las respiraciones pesadas de sus hijos.
- Tú no puedes tocar ningún instrumento lo hemos intentado por años. Tú mismo dijiste que no lo intentarías nunca más. - le echó en cara.
- Pero mamá - era todo un berrinchudo y estaba haciendo todo un berrinche.
- Bien, bien - concedió agotada.
Bastante condescendiente y a decir verdad desconsiderada consigo misma y los pobres oídos de YoonGi se movió por el lugar, rebuscó en la repisa y le pasó una flauta.
- Ensayemos con esto si no lo consigues seguirás con el baile y dejaras a tu hermano practicar en paz.
Efectivamente no pudo hacerlo. Era malo en ello, quiero decir, pésimo. Era la única vez que no sabía cómo hacer algo. YoonGi hubiera jurado que don perfecto era bueno en todo. ¡Que sorpresa! no era tan perfecto después de todo.
Aburrido por las burlas de YoonGi y los regaños de su madre se dio por vencido. Aprovechando que estaban solos posicionó la flauta en la nariz y tocó, la nota salió temblorosa era un Do que no llegaba a ser ni medianamente decente, YoonGi soltó una carcajada.
- Me sorprende lo bien que tocas ahora, esa es una excelente melodía. Sí que tienes talento Hobi.
Su madre entró en ese momento. YoonGi sonreía como tonto mientras miraba a HoSeok que yacía sentado a su lado todavía con la flauta en la nariz dedicándole una hermosa serenata. "Soy todo un romántico" pensó.
- ¡Jung HoSeok! - Un grito agudo interrumpió su idilio. El castaño volteó a ver a su madre con la flauta entre sus manos, sus dedos seguían en posición de Do y sus meñiques libres como si fuera un gesto de dedi parado. - Respeta la música. - La mujer le arrebató la flauta y lo fulminó con la mirada.
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Reverso * YoonSeok *
FanfictionDonde YoonGi es un médico sin escrúpulos y HoSeok un juez bastante escrúpuloso. Ambos comparten un pasado que creían haber dejado atrás pero el destino y una mala situación los pone de nuevo cara a cara.