Capítulo 51: Larga ducha

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YoonGi ama la música y dormir, son sus cosas favoritas. Si no fuera por su madre habría considerado su carrera. La medicina es la enemiga número uno del mayor de sus placeres.

Hay además otra cosa que YoonGi ama y eso es tomar una larga ducha. No hay nada mejor que ducharse con agua tibia, escuchando buena música para después dormir también con música. Esos eran sus planes para esa noche fría.

Por fin había terminado el semestre. Después de una larga lista de parciales y muchas horas de estudio tenía tiempo para sí mismo. Para recuperar horas de sueño perdidas, relajarse un poco, liberar la tensión acumulada y dedicarse a sus cosas que nada tenían que ver con estudiar.

Mientras tomaba una ducha sin prisas planeaba como aprovechar el receso académico. Quería componer unas cuantas canciones, perfeccionar algunos proyectos que estaban casi listos para compartirlos con la banda, leer esos libros que hacían parte de una muy larga lista de espera y aprender de Sora. Quien llevaba días enseñándole un poco de todo, especialmente a tocar el piano.

La señora Jung era una excelente artista y compositora. Había Sido maestra de música en una universidad prestigiosa y actualmente tenía una academia, lo cual era bueno para sus hijos; al menos para Ji-woo y YoonGi porque HoSeok alcanzaba su nivel de incompetencia cuando de instrumentos se trataba. Lo suyo era el baile y cantar por supuesto, pero nadie quería escucharlo crear sonidos con una guitarra, un piano o cualquier otra cosa, decir que era tortuoso es poco.

YoonGi continuó divagando en sus planes, mientras frotaba su cuerpo jabonoso y las voces de 5 Seconds of Summer* inundaban el lugar. Disfrutaba tanto aquel momento que no escuchó la puerta del cuarto abrirse. Alguien entró a su cuarto y después también irrumpió en su lugar privado. El intruso estaba ahí en el baño, justo frente a él.

Cerró la llave tanteando. No abrió los ojos evitando que ingresara algo de jabón, estiró la mano, tomó la toalla y se froto la cara. Seguía sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

- ¡Mierda! - gritó sorprendido apenas abrir los ojos, por la impresión la toalla cayó al suelo. Su hermano estaba ante él, semidesnudo, mirándolo de arriba abajo, sus ojos tenían un brillo nuevo, sugerente - ¿HoSeok que carajos haces aquí? ¡Salté! - trataba inútilmente de empujar al menor fuera de allí y cubrir su cuerpo al mismo tiempo.

Una sonrisa juguetona se dibujó en sus labios - ¿Puedo bañarme contigo?

- ¡Claro que no! Se te zafó un tornillo. Retírate o te saco.

- Si me sacas gritaré y todos se enterarán.

- No me jodas. No te atreverías. Además, eres tu quien se metió aquí por su propia cuenta nadie te llamó, no serías tan tonto como para delatarte. - YoonGi seguía incomodo, desnudo y vulnerable.

- Pruébame. Veremos a quien le va peor... a quien le creen. Yo soy el hijo biológico de esta familia - amenazó.

No quería llegar a esos extremos, pero no podía más. Estaba desesperado. Desde que tuvo sexo con YoonGi andaba sobrexcitado. Trató por todos los medios de deshacerse de esa hiperexitabilidad. Fue imposible. Estaba molesto con YoonGi y eso no ayudaba en nada, al revés, avivaba su lubricidad. La tensión no hacía más que crecer, los recuerdos de ese día bailaban en su cabeza, los sueños cada vez eran más frecuentes y más húmedos, incluso los tenía estando despierto y con plena conciencia de hecho. Lo peor era que sufría la horrible tortura de ver al causante de esa supersensibilidad con relativa frecuencia; sin contar que "dormía" a escasos pasos de él, justo en el cuarto del lado.

- No tienes que decirlo, sé que estás por encima de mí y por mucho.

YoonGi no le era indiferente. Nunca lo fue y en ese entonces mucho menos. Después de lo sucedido entre ellos también pasó noches enteras soñando con él, despertándose húmedo y duro, con la imagen de HoSeok y con el anhelo de volver a tener su cuerpo.

Reverso * YoonSeok * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora