Capítulo 44: ¿Qué haces?

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YoonGi sostuvo el cuerpo del menor por la cintura y lo arrastró en dirección contraria a su cuarto.

Necesitaba un buen baño. El problema era que no podía sostenerse por sí mismo y en ese estado no podía usar la ducha. Estudió rápidamente las opciones y eran muy rebuscadas. No creía viable que se bañara en una silla, sin contar que de ahí también podía caerse. Entonces, sin querer hacerlo, abrió la puerta del cuarto de su madre.

- ¿Qué haces? - preguntó el castaño cuando YoonGi cerró los ojos, suspiró y entró al lugar.

- En tu estado no puedes usar la ducha. Será más fácil que te bañes en la tina. Sólo no te duermas o desmayes adentro, seria todo un cliché.

- De acuerdo - el mayor tenía razón, si pisaba la ducha acabaría accidentándose.

YoonGi se las arregló para encender las luces, abrir la puerta del baño y dejar a HoSeok sentado en el sanitario.

Con un esfuerzo sobrehumano llenó la bañera y puso los productos de aseo cerca para que el ebrio en cuestión no tuviera problemas en alcanzarlos.

- Todo listo. Llámame si necesitas algo.

Iba a salir de allí pero el menor agarró su muñeca y lo detuvo.

- Yoon - HoSeok miraba en dirección contraria a YoonGi, hacia la tina.

- ¿Qué pasa? - el pálido no quería estar ahí. Necesitaba salir cuanto antes.

- ¿Crees que puedas ayudarme a entrar ahí? - sus ojos analizaban la infraestructura y su mente le regalaba un déjà-vu de lo que pasaría si trataba de hacerlo por sus propios medios.

- ¿Ah? - No puede ser. Eso era del todo una mala idea.

- No creo que pueda hacerlo yo solo y no quiero quebrarme el culo, lo necesito - especificó el menor mientras empezaba a retirar sus prendas.

YoonGi pasó su mano por la cara con frustración. HoSeok no podía ser más inapropiado porque no era más atrevido. Y no era más atrevido porque no estaba más borracho.

- Bien. - por más que no quisiera hacer eso el menor tenía razón. No entró a ese baño para que el final fuera el mismo, HoSeok en el piso.

Cuando estuvo completamente desnudo carraspeó para llamar la atención del mayor que parecía estar muy concentrado en un punto inexistente en la pared.

YoonGi lo ayudó a levantarse y a entrar en el agua tibia.

HoSeok seguía borracho y eso evitaba que sintiera vergüenza alguna. El mayor en cambio; se puso rojo como tomate, sentir la piel desnuda de HoSeok le calentó la propia. Una cosa era verlo, pero tocarlo era algo nuevo, era suave y cálida. YoonGi tragó grueso y trató de pensar en cosas desagradables.

HoSeok borracho no tenía límites.

- Yoon...

- Umm

- No me dejes aquí solo. Me da miedo, soy todo un cobarde - el menor cogía agua entre sus manos y la tiraba sobre su cara. - no me molesta que me veas, no hay mucho que no hayas visto ya. Igual, si no quieres, siempre puedes fingir que ves algo en la pared, pero por favor... acompáñame.

YoonGi no respondió. Solo agachó la cabeza y se sentó en la taza de baño dando la espalda al menor.

Sus sentidos se habían agudizado. Podía sentir sobre su dorso el calor que emergía de la tina, escuchaba los sonidos del champú al salir del tarro y el roce de la espuma de baño recorriendo el cuerpo del menor. Sentía el aliento de su respiración suave. En un intento de distraerse contó las veces que la llave se abrió y se cerró. Nunca pensó que el ruido blanco lo tensionara en lugar de relajarlo.

Después de siglos de martirio escuchó el shapuseo del cuerpo de HoSeok saliendo del agua.

Cuando volteó a ver, el menor estaba a su lado, de pie, con solo una toalla atada en la cintura, el cabello mojado y gotas de agua en su pecho, escurriendo por su abdomen  marcado y perdiéndose en dirección caudal, mientras otras tantas adornaron sus hombros y espalda.

Reverso * YoonSeok * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora