Por segunda vez en esa semana YoonGi toma una decisión desesperada.
Su mano viaja a la pretina del pantalón y corre la cremallera. Tirando de este junto a su ropa interior los desliza por sus muslos hasta las rodillas. Esas prendas le incomodan bastante si considera la humedad y dureza que hace un instante suplican atención.
Las palabras de HoSeok mezclándose con sus fantasías encienden algo en su interior, calentandolo profundamente.
Debería estar molesto, pero en lugar de eso esta irracionalmente animado. En realidad, ambas cosas. Se siente muy enojado y malditamente excitado. Algo que no es nuevo para él. YoonGi descubrió que con HoSeok esa combinación siempre es posible. Encaja completamente. Como si la ira que le hace sentir fuera el mayor afrodisiaco.
Desde siempre el menor se aprovecha de las emociones fuertes, suyas y de su hermano para canalizarlas a través del sexo. Y, YoonGi aprendió eso de él, de hecho, aprendieron muchas cosas juntos.
Con suaves movimientos se hace cargo de sí mismo, su mano rodea la endurecida erección y recorre pacientemente su extensión. Jugando y riéndose de sí mismo, ralentizando el ritmo cuando empieza a sentirse jodidamente bien. No tiene prisa, no aún. Quiere y necesita disfrutarlo, disfrutarse.
Sus caderas siguen el compás de su mano meneándose hacia adelante para encontrarse con ella, empujando para aumentar el contacto. Sus ojos se cierran y su boca permanece entreabierta, jadeando, dejando escapar pequeños gruñidos, luchando por inhalar y exhalar con normalidad.
Cuando se siente al límite sus movimientos son más rápidos, follando en serio su propia mano y pensando en su hermano. Como si se tratara del mismo HoSeok. En su imaginación lo castiga por ser tan lengua suelta y burlarse de el de esa forma tan interesante en que lo ha hecho.
El aire no alcanza a llegar a sus pulmones, su respiración es cada vez más agitada y sus movimientos más descuidados y necesitados.
Con la imagen de HoSeok siendo jodido por su polla paseando por su mente, su cuerpo se permite una brusca sacudida. Se corre en su mano al mismo tiempo que un calambre se instaura en su pierna izquierda, arruinando su momento, burlándose de él, tocándole los huevos. Odia esos inoportunos y tortuosos calambres que aparecen durante o después del sexo. Sin duda son una maldita pesadilla.
El resto de la semana la pasa atendiendo asuntos personales, hace algunos turnos de colegas o consultas particulares para no perder la costumbre, después de todo le agrada su trabajo.
No recibe más llamadas de HoSeok y afortunadamente tampoco tiene noticias del psicópata, no se ve obligado a hacer ninguna entrega sospechosa y tampoco a verle la cara. Aunque empeza a preocuparse por ello, ese asunto se esta dilatando más de lo esperado, debe arreglar sus cuentas cuanto antes mejor porque sin un trabajo estable y sin su familia cerca YoonGi no tiene nada más que hacer en Seúl. No cuando al otro lado del mundo lo esperan sus personas importantes. Una vez solucione sus turbios asuntos partirá a su encuentro.
Pasa la mayoría de los días con un constante sentimiento de hastío, fastidiado por su situación, irritado con HoSeok por la jugarreta que le hizo, por alterarlo de la forma en que lo hace y por no dignarse a llamar de nuevo, cansado de pensar y buscar soluciones y disgustado con la vida por insistir en darle con todo lo que tiene. De esa forma abrumadora y lenta una semana termina convirtiéndose en dos.
Las noches las salta en el hotel, con Park Soo-hyun como una suerte de camarera privada. A quien también ve en las mañanas que va a arreglar su recamara, atiende su herida y cruzan un par de palabras. YoonGi a veces piensa que trabaja más de lo normal, parece tener bastantes necesidades económicas o simplemente amar demasiado su trabajo; aunque seguramente es lo primero, considerando que su trabajo es arduo y sus turnos muy largos. En la noche entrega comida o algún tipo de servicio al cuarto, aprovecha el momento para conversar un rato lo cual es extraño ya que YoonGi no se describe a sí mismo como un buen conversador, y de hecho no lo es.
Más que pláticas parecen monólogos, en ocasiones interrogatorios cuidadosos. YoonGi casi nunca pregunta, solo responde. La muchacha trata de averiguar cómo se encuentra el "menor". Si, menor, porque YoonGi esta tan a gusto con ese aspecto que no volvió a los trajes formales, dejó ser a su cabello y disfruta de usar diariamente cómodas zapatillas de deporte y sudaderas con gorras.
YoonGi no le miente más de lo necesario. No es descuidado con las respuestas, pero tampoco un frio calculador. Además, sus conversaciones son muy triviales, hablan de lo que hacen durante día y del clima. Muy poco creativos y bastante superficiales. Con frecuencia la joven quiere volver con el tema de sus padres e insiste en recomendar a un tal Kim Namjoon, su amigo psicólogo; el pálido evade el tema como si tuviera experiencia en ello y la señorita Park no insiste, entiende que es algo doloroso para él.
Es tan cálida y comprensiva que casi siente culpa por haberla engañado de la forma en que lo hizo.
Es difícil no acostumbrarse a su presencia y a sus cuidados.
Regularmente se encuentra esperando la noche para conversar con ella, porque de alguna forma le ha tomado cierto aprecio. Seguramente se debe a sus propias carencias maternales y al hecho de que la joven no solo tiene un parecido físico con su madre, sino que también lo trata de una forma tan cariñosa.
Ella lo ve como un hermano menor y el la sigue percibiendo muy agradable y maternal.
Esos días YoonGi visita un par de veces la residencia de los Jung. Aunque su madre se comprometió a avisarle una vez HoSeok estuviera de regreso, cuando pierde la poca paciencia que tiene insiste en comprobarlo por sí mismo.
Mantiene el contacto con su familia y más frecuentemente con Jimin, quien parece más interesado que HoSeok en establecer una línea caliente. Cada vez se comporta más atrevido y coqueto. Lo que a YoonGi no le sorprende y mucho menos le disgusta. Sin embargo, no parece muy entusiasmado y cada vez que el bajito esta a punto de cruzar la línea YoonGi se marca límites claros, para no perderlos de vista, porque algunas veces consigue provocarlo un poco mucho y él decidió hace ya un tiempo que eso no pasara, no volverá a sentirse locamente atraído por Jimin. No de esa forma.
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Reverso * YoonSeok *
Hayran KurguDonde YoonGi es un médico sin escrúpulos y HoSeok un juez bastante escrúpuloso. Ambos comparten un pasado que creían haber dejado atrás pero el destino y una mala situación los pone de nuevo cara a cara.