Capítulo 61: ausencia

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El joven Min llevaba un buen tiempo sin estar con una mujer, en realidad llevaba mucho estando solo con HoSeok y Su-ran no era él, no era su cuerpo, su calidez, sus líneas, sus curvas y definitivamente tampoco era su estrechez*. Trató de convencerse de que no estaba mal. Que digo mal, estaba genial. Era hermosa y ardiente todo lo que cualquier hombre querría en su cama, pero no lo que YoonGi necesitaba.

Al principio fue difícil, pensó que nunca podía amarla ; no pudo estar más equivocado. Con el tiempo se acopló a ese cuerpo, a esa nueva silueta y sobre todo a esos nuevos modos; también se acostumbró a otras cosas. La amó aunque diferente a como lo hacía con su hermano. Eran grandes amores, sinceros e intensos los dos, pero, nunca iguales. De esos amores que coexisten pero que ni se topan.

Era su pilar, su soporte. Esposa y amante sorprendente. Sino estaba con HoSeok agradecía al menos poder estar con alguien como ella.

Cuando lo pasó mal estuvo ahí para él, cuando estuvo en su mejor momento también estuvo ahí orgullosa de él. Con paciencia y cariño le ayudo a superar sus malas... muy malas rachas. Sufrieron y superaron juntos sus adicciones y frustraciones, aunque en el fondo YoonGi sabía que hay cosas y más que nada personas que nunca se superan incluso si usas sedantes e hipnóticos para acallarlas y huir de ellas.

Esa navidad el no tan feliz matrimonio pasó noche buena en casa de los Jung, nadie sabía que probablemente la última vez que lo harían.

YoonGi no lucia nada bien, recién acaba de pasar por proceso de desintoxicación el ultimo ojalá, su cuerpo tenia marcas de ello porque es imposible llevar una vida de excesos y no dejar mella en la corporeidad, estaba más delgado, pálido y ojeroso y por su puesto más cansado porque la abstinencia no es la maravilla, es la solución, pero no es una panacea. A veces parece peor el remedio que la enfermedad y ese era un claro ejemplo de ello, afortunadamente YoonGi era valiente e inteligente, lo cual le permitió salir a flote después de estar en la más absurda profundidad.

De nuevo, como en la boda HoSeok brillo por su ausencia. Su-ran inocente de cosas pensó que era su forma de ser, que simplemente no le importaba mucho pasar tiempo con la familia que ahora otras cosas eran su prioridad. Desde que se fue al extranjero unos días antes de la boda volvía a casa con poca frecuencia y mucha discreción. Para la joven los hijos varones de los Jung no eran precisamente cercanos, recordó una ocasión cuando supo que el menor estaba en el país y YoonGi se negó a verlo afirmando que estaba muy ocupado y haciendo horas extra para justificarse.

Después de una bonita cena con la mayoría de familia reunida, los mejores platos y tras soportar a Sora preocupada por el estado de salud de su hijo y la "evidente sobrecarga laboral" las mujeres decidieron tomar un respiro en el jardín junto a una copa de vino tinto.

YoonGi aprovechando el momento de intimidad y la familiaridad que trae consigo la navidad pensó que era la oportunidad idónea para hablar con su padre que por supuesto se retiró a su refugio apenas acabada la cena.

- Padre - llamó YoonGi tras tocar la puerta del despacho y asomar la cabeza al interior sin esperar a que este le diera autorización para interrumpir. - Ha pasado algún tiempo - YoonGi fruncía los labios con nerviosismo y se rascaba la cabeza, su corazón latía fuerte contra su pecho y sus manos sudaban posiblemente por la falta de estímulos o más probablemente por enfrentarse a su padre después de un tiempo y sobre todo después de cometer un error tras otro, lo amaba y respetaba y sabía que el posiblemente también lo hacía o lo había hecho tiempo atrás pero las circunstancias eran distintas, le había fallado por completo y lo había hecho muchas veces.

- Bastante - respondió el Jung Gambae dándole una calada a su puro especial de navidad.

- Te extrañe - dijo YoonGi tragando el nudo en su garganta, sabía lo que quería decir, lo que debía decir, pero las palabras se arremolinaban en su garganta seca, sin encontrar la ruta de salida, trago grueso y con voz ronca y afectada dijo al fin - Puedes perdonarme.

Reverso * YoonSeok * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora