Capítulo 21: los amigos de HoSeok

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Era un segundo jueves de noviembre y YoonGi acababa de presentar el examen de aptitud universitaria*.

Aunque era muy joven, el señor Jung insistió en que aprovecharía mejor sus capacidades en la universidad y que el año académico que le faltaba culminar en el instituto no sería un problema. Como dijo, eso se solucionó con un par de llamadas y gracias a los méritos de su "nuevo hijo". De quien, por cierto, estaba bastante orgulloso.

Al principio, le persuadió de elegir derecho como dictaba la tradición familiar. YoonGi odia las tradiciones, además, no se consideraba de esa familia y más importante, ya había elegido otra carrera.

Los planes estaban trazados y el señor Jung no insistió. Estudiaría medicina como su madre quería. En tanto cumplía los 18 años, los gastos estarían cubiertos por su tutor. YoonGi se negaba a permitir que se encargará de la totalidad de la carrera; pero, mientras alcanzaba edad suficiente para tocar el cuantioso ahorro que Eu-jin le había dejado para la universidad no tenía opción más que aceptar Y agradecer por supuesto que no condicionará dicha ayuda a una carrera especifica.

Fue un día típico de Suneung*. Las calles desiertas, sin atascos ni muchedumbres, los bancos y las tiendas cerradas, los empleados en casa y las obras abandonadas. El país estaba paralizado. Lo cual era normal considerando que era el día en que cientos de adolescentes y adultos labraban su futuro, conseguían o no ingresar a una carrera e incluso demarcaban el estatus social del que harían parte el resto de sus vidas.

Ese día, era la razón por la que YoonGi llevaba toda su vida preparándose y estudiando como un desquiciado.

Odiaba el sistema educativo y odiaba la forma de medir a las personas y sus capacidades. No estaba de acuerdo en que una nota y una evaluación en concreto, determinarán a ese grado la vida de una persona. Sin embargo, esa prueba era importante para él y para su "nueva familia". Aunque no quisiera aceptarlo, del resultado dependía su futuro.

Un día decisivo, que terminó con el pálido llegando a casa entrada la noche. Agotado física y mentalmente, más mentalmente. Aunque extrañamente liviano y sereno. Más allá del resultado no podía evitar sentir alivio por haber concluido con eso, para él fue como soltar una pesada carga que llevó sobre si mismo por aproximadamente 12 años, toda una liberación.

Al cruzar la puerta fue a la cocina por un vaso de leche. YoonGi amaba pocas cosas en la vida, entre ellas la leche. La bebió de pie disfrutando complacido de cada sorbo. Descargó el pequeño bolso cruzado y rebuscó en su bolsillo la cajetilla de cigarros, sacó uno, lo puso entre los labios y la devolvió al bolsillo.

Con un cigarro en la boca, una mano en el bolsillo acariciando el Zippo negro (el único recuerdo de un padre que no conoció). A pasos perezosos caminó en dirección a la terraza.

Pensó en lo cómodo que era hacer aquello cuando no debía preocuparse de dar mal ejemplo a la pequeña ji-woo y obviamente al pesado de HoSeok.

La familia había salido de viaje y la casa estaba sola o eso pensó hasta que su cuerpo colisionó con otro cuerpo menudo y delicado.

Para su mala suerte, HoSeok no había ido con ellos y ahora estaba rondando por la casa y no solo eso, había llevado, como siempre, a sus amigos pijos. YoonGi acababa de chocar con uno de ellos. Una chica delgada, encasillada a la perfección en el estándar coreano de belleza. Piel de porcelana, ojos grandes, doble parpado, delgada y piernas largas.

YoonGi tragó grueso. Aquella joven era toda una belleza. Encontrársela repentinamente en su propia casa, en la complicidad de la noche y después de un día de mierda le jugó una mala pasada. Se odió a si mismo cuando se descubrió imaginando la situación como si su vida fuera una película porno, en la que una extraña terminaba desnuda arrodillada frente a él haciendole una buena mamada. Eso de ser un joven hormonado con una importante tregua sexual le estaba pasando factura. Había olvidado la última vez que tuvo sexo; incluso, no creía haberse masturbado en meses y ahí estaban las consecuencias.

Reverso * YoonSeok * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora