CAPÍTULO 34
¡DATE PRISA Y DESCONÉCTATE!
—Su Excelencia parece muy feliz hoy, ¿hay algún acontecimiento especial? – preguntó el Chef con una ceja suave mientras ayudaba a He Xile a cortar la carne.
He Xile era un hombre que no podía ocultar nada en este sentido. Inmediatamente presumió.
—He hecho un nuevo amigo.
—Oh, muchas Felicidades – Exclamó el Chef.
He Xile soltó una risita adorable.
Al ver esto, el chef no pudo evitar mirar al pequeño humano durante unos instantes más.
Se dio cuenta de que los humanos tenían muy buen corazón y eran muy sonrientes.
En todo el tiempo que tenían de conocerse, el chef nunca había visto enfadado a Su Excelencia, ni siquiera cuando no podía comerse la carne o cuando parecía decepcionado.
Lo más revelador de él es que, cuando despertó en el museo, no se dio por vencido al ver un mundo tan extraño, sino que se esforzó por integrarse en él, ¿verdad?
Si fuera él, no habría podido aceptarlo tan rápidamente.
Una persona tan buena realmente hace que te preguntes qué clase de mundo es el Planeta Azure (Tierra).
—Cuando tengas tiempo, ¿te gustaría hablarme del planeta Azure? Me interesa mucho su lugar de nacimiento – El chef no pudo resistirse a hacer lo que le pareció una petición poco razonable.
Esperó a que He Xile se negara, después de todo podría ser considerado como una pérdida de tiempo. Sin embargo, para su sorpresa, He Xile dijo que sí.
—¡Podemos hablar hoy después de cenar! – exclamó el pequeño con una sonrisa anhelante.
Aunque Hexina era un lugar muy agradable, He Xile también echaba de menos la Tierra.
Terminó de comer, se sentó erguido y empezó con la descripción general.
—El planeta Azure, era el tercer planeta del sistema solar... – mientras hablaba, He Xile grababa lo que decía en su terminal. Viendo que el chef se mostraba muy interesado, no paró.
Después de hablar de todo lo que sabía durante una media hora, He Xile tenía la boca un poco seca.
El chef le entregó amablemente una bebida refrescante y una caja de magdalenas.
—Tómese un descanso, Excelencia.
—¡Gracias! – Dio un sorbo a la bebida para humedecer su garganta, pasó los dedos por el vaso frío y dijo despreocupadamente —No he visto a Su Majestad en todo el día.
A lo largo del día, He Xile sólo tenía la oportunidad de ver al otro durante las comidas.
El cocinero explicó en voz baja —Su Majestad está muy ocupado.
He Xile asintió.
Así es. Wen Jiyu era el Gobernante de todo el imperio, y era relativamente raro verlo por ahí, tendría que tratarse de algo como el Festival de las Olas, alguna batalla o vacaciones para verlo, de ahí en fuera, la mayor parte del tiempo estaría ocupado, ¿verdad?
No pasó mucho tiempo desde que He Xile se había marchado cuando Su Majestad entró tarde al comedor.
Tenía la frente un poco arrugada cuando alargó la mano para desatarse la capa, que inmediatamente fue cogida por los guardias que tenía detrás.
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EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIO
General FictionEl Museo del Centro Imperial tiene una colección preciosa, un cuerpo humano que ha estado congelado durante casi mil años. En una tarde tranquila y soleada, el latido del corazón humano revivió milagrosamente y abrió los ojos durante la exposición...