CAPÍTULO 45

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CAPÍTULO

¿CUÁL ES EL MEJOR?

Temprano a la mañana siguiente, He Xile se levantó de la cama para desayunar. Bostezando, fue al lavabo a asearse.

Anoche se había acostado demasiado tarde y había soñado que un pulpo gigante le perseguía con un tiburón, lo que provocó un brusco descenso de la calidad de su sueño y le hizo sentirse muy incómodo.

Después de lavarse los dientes como un sonámbulo, He Xile volvió la cabeza y vio una mancha sucia en la ventana, la cual, originalmente siempre estaba limpia y brillante.

—¿Qué?, ¿de dónde ha salido esta marca?, no estaba allí anoche, ¿verdad?

Aunque He Xile estaba desconcertado, no le importó.

Después de lavarse los dientes y prepararse para cambiarse de ropa, vio dos o tres ventanas más por el camino, todas ellas con marcas similares.

Con la cabeza llena de preguntas, He Xile se giró, entonces se dio cuenta.

—¡Woow!

Todas las ventanas de la casa tenían más o menos las mismas marcas, y la más cercana a la cama de He Xile era la que iba del suelo al techo.

Estas marcas parecían irregulares, como si alguien las hubiera limpiado varias veces con una toalla sucia y húmeda y luego las hubiera secado.

He Xile se quedó mirando las marcas un momento y luego recordó.

La última vez que los tentáculos del gran pulpo se habían deslizado lentamente por el cristal, habían dejado marcas como ésta.

—¡Oooh! ¿Había estado aquí anoche?, y ¿golpeó el cristal?.... – Pero He Xile no recordaba nada de eso. Levantó la mano hacia la terminal, sólo para ver que el pulpo había enviado varios mensajes.

¿Eres digno de desafiarme... basura?: "Abre la ventana".

¿Eres digno de desafiarme... basura?: "¿Dónde estás?"

¿Eres digno de desafiarme... basura?: "¿Por qué no me abres?"

¿Eres digno de desafiarme... basura?: "¿No dijiste que abrirías la ventana si llamaba?"

¿Eres digno de desafiarme... basura?: "Mentiroso."

¿Eres digno de desafiarme... basura?: "Mentiroso."

¿Eres digno de desafiarme... basura?: "Me acordaré de esto"

He Xile estaba perplejo.

¡Mierda!

Ahora se sentía deprimido, por fin sabía por qué había tenido el sueño de anoche sobre el gran pulpo persiguiéndole.

El pulpo estuvo justo afuera de su ventana y esto era lo que estaba a punto de pasarle a He Xile, ¿no?

¡Este sueño tenía poderes premonitorios!

Para evitar que el sueño se convirtiera en realidad, He Xile respondió: "Lo siento, no te oí anoche. ¿Por qué no vuelves esta noche?"

La otra parte no respondió.

No sabía si no vio el mensaje o si estaba enfadado y no quiso contestar.

Mientras He Xile caminaba hacia el comedor, levantaba la mano para comprobar su terminal de vez en cuando.

Al cabo de un rato, He Xile no pudo contenerse y volvió a explicarse: "Ayer abrí todos los regalos e hice muchos nudos chinos como el que tomaste la última vez porque tenía la intención de agradecer por los regalos. De verdad que no te oí, no era mi intención. No te enfades conmigo"

EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora