CAPÍTULO 110

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Hola!!

Esperen capítulos seguidos, me puse a trabajar intensamente porque esta historia así como la voy traduciendo, voy leyendo  y mientras lo hacía hubo un momento en el que simplemente no pude detenerme, ¡se vuelve adictiva! y solo puedo decirles que se vienen cosas MUY buenas. 


CAPÍTULO 110

LO PROTEGES TANTO

Después de la comida, He Xile abrazó a los dos gatitos y caminó tranquilamente hacia el laboratorio mientras jugaba presionando la almohadilla de sus tiernas patitas.

—¡Buen día, doctor! – Acababa de saludar al maestro Sang Qian cuando sintió vibrar la terminal en su muñeca, levantó la mano y miró, era un mensaje de Su Majestad.

Wen Jiyu: "¿Estas en el laboratorio?"

He Xile: "Sí, acabo de llegar".

Wen Jiyu: "Díles a Sang Qian y a los demás que el experimento de la mañana se cancelará, vendrás conmigo a un lugar.

He Xile se quedó mirando la terminal un rato.

¿Eh?

¿Qué pasó tan de repente?

He Xile estaba desconcertado al no saber a dónde lo llevaría Su Majestad, pero como Su Majestad lo estaba buscando e incluso le pidió que pospusiera el experimento, debe ser algo importante, ¿verdad?

Con esto en mente, He Xile se dio la vuelta y se lo contó a Sang Qian. Estaba un poco avergonzado.

—Lo siento... He estado tomando muchos permisos últimamente.

Sang Qian sonrió y agitó las manos.

—Está bien, ayer grabamos un video de su transmisión en vivo. Si no está aquí hoy, echaremos un vistazo a esa grabación, así como a algunos videos que colgó en su página al principio para ver si tienen algún efecto en los pequeños gatitos. De todos modos, hacer experimentos significa que se deben considerar todo tipo de situaciones.

He Xile exhaló un suspiro de alivio y asintió — Lamento causar molestias.

Cuando salió del laboratorio, inmediatamente vio al guardia que a menudo permanecía junto a Su Majestad parado no muy lejos, y la otra parte se inclinó levemente hacia él.

—Su Excelencia, por favor sígame.

Los dos salieron juntos.

He Xile preguntó con curiosidad — ¿Sabe por qué Su Majestad me está buscando?

El guardia sonrió — Su Majestad ha estado de mal humor durante los últimos dos días y necesita mucha compañía. Le gustas mucho, así que no necesitas hacer nada, solo quedarte al lado de Su Majestad es suficiente.

He Xile entendió.

Parece que la respuesta a su pregunta la debe encontrar él mismo.

He Xile asintió comprensivo — Gracias.

Los dos salieron tranquilamente al exterior del palacio.

El pequeño aerodeslizador ya estaba aparcado al lado de la carretera en ese momento, He Xile sólo subió y vio a Su Majestad sentado en la suave silla del fondo, el cuerpo de la otra parte básicamente se hundió en la silla, era raro que no llevara esa imponente capa negra, pero la ropa de su cuerpo también envolvía las líneas negras de sus escamas fuertemente. La terminal en su mano emitía un brillo espeluznante y sus cejas estaban fruncidas como si hubiera visto algún mensaje que no quería ver.  

EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora